Pensar que un simple virus mostró la vulnerabilidad de nuestro progreso social y económico, poniendo en riesgo la globalización y nos va a hacer replantear, luego de superado el desafío pandémico, como seguiremos en el futuro. Es decir, deberemos decidir si vamos a fortalecer la globalización y el trabajo a distancia o volveremos a un sistema algo más cerrado y comenzar a producir de forma local bienes de fácil fabricación y dejar de importarlos, como zapatos, ropa, juguetes, etc. Esto último va a beneficiar el medio ambiente y también creará más fuentes de trabajo.
El COVID-19 revela nuestra fragilidad existencial y nuestros temores, al mismo tiempo muestra que es democrático, al contagiar a todos por igual sin preguntar edad, sexo o condición social. Nos hace ver que un doctor, una enfermera y un recolector de basura son mucho más importantes e indispensables que un futbolista o un ejecutivo bancario. Que debemos valorar más a la ciencia y menos la economía. Que el derecho a la salud no debe estar en manos del mercado, que invertir en salud no es un gasto, es con el fin de tener una ciudadanía sana y feliz. Que los que trajeron el virus son quienes se dan el lujo de viajar a Europa o ir a Asia, y no los que viven en situación de calle.
Este mundo globalizado pone el foco principalmente en lo económico. Con modelos educativos que nos enseñan a ser individualistas, competitivos y a preocuparnos solo de nosotros mismos, es decir, nos forman para ser consumidores y no ciudadanos. Quizás por eso hoy se va al supermercado y actuando egoísta y estúpidamente, se acaparara sin pensar en los otros, dejando tras de sí estanterías vacías, como si estuviéramos en guerra con riesgo de racionamiento.El COVID-19 nos dice que si queremos combatir esta pandemia, debemos preocuparnos por el bien de todos. Por ello, es importante tomar la decisión de quedarnos en nuestros hogares, sacrificando voluntariamente hábitos y obligaciones personales.
El COVID-19 nos dice que si queremos combatir esta pandemia, debemos preocuparnos por el bien de todos. Por ello, es importante tomar la decisión de quedarnos en nuestros hogares, sacrificando voluntariamente hábitos y obligaciones personales. Hoy es importante que mis familiares, amigos, vecinos y esos desconocidos con los cuales nos cruzamos a diario en la calle, en el transporte público, en el trabajo, en el gimnasio, en el local de comida rápida, el inmigrante, incluso con el que vive en situación de calle a la puerta de un banco, todos ellos deben gozar de buena salud. En resumen, para yo estar bien, ellos tienen que estar bien.
El COVID-19 nos impulsó a cambiar nuestros estilos de vida con la cuarentena y el aislamiento social. Esto nos dará tiempo para aburrirnos, que también tiene su lado positivo y es que hace que nuestro cerebro divague y esto de alguna manera es el mecanismo que enciende la llama de la creatividad y la imaginación, que nos dará y facilitará la capacidad de pensar, investigar e inventar cosas y encontrar soluciones nuevas. Es decir, tener tiempo sin obligaciones estimulará nuestra imaginación. También, nos sobrará el tiempo para reflexionar sobre nuestra existencia, tenemos la gran oportunidad de detenernos y analizar si la vida que llevamos es la que realmente habíamos previsto.
Si bien el COVID-19 puede matar, también va a salvar vidas y es gracias a mejorar la calidad del aire, las estimaciones más conservadoras indican que el número de personas salvadas de una muerte prematura por culpa de la contaminación atmosférica puede ser mayor al número de muertes por COVID-19. Aclaremos que la contaminación como causante de muertes prematuras supera a la malaria, la violencia, el alcohol y las drogas y desde la aparición del virus, los satélites revelaron una notable disminución de la contaminación por dióxido de nitrógeno, gas que emiten automóviles, camiones, centrales eléctricas y algunas plantas industriales. Como ven, el beneficio al medio ambiente no se limita a que Venecia tenga hoy aguas limpias, transparentes y con peces.
Y al final, cuando pase la emergencia, surgirá una población renovada, más motivada y activa para enfrentar lo que se viene. Y esperemos, solidaria y preocupada por el bienestar de los demás, por conservar la Naturaleza y el cuidado del medio ambiente.
Comentarios
21 de marzo
Un pequeño virus mostró que la salud no debe estar en manos privadas, esta aparenta ser buena cuando no hay emergencias, pero al final, es el Estado quien debe asumir su labor tomando las riendas de la situación.
https://www.emol.com/noticias/Economia/2020/03/21/980574/Economistas-salud-privada-sector-publico.html
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25 de marzo
Ni Greta Thunberg se salva del coronavirus, en cuarentena por sentir algunos síntomas.
https://elpais.com/sociedad/2020-03-24/la-activista-greta-thunberg-anuncia-en-sus-redes-sociales-que-tiene-sintomas-de-coronavirus.html
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15 de abril
«¿Aprenderemos a identificar, controlar y regular los riesgos que parecen ser inherentes a la globalización? Porque la cooperación y el liderazgo necesarios para que ocurra no parecen abundar en estos momentos»
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52155208
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