No conozco personalmente a quienes va dirigido este mensaje. No sé quien es el dueño o la dueña de Falabella, Almacenes Paris, El Banco de Chile, Copec, Jumbo, Latam, etc,etc.
La revista Forbes conduce un ranking de las fortunas más importantes del mundo y publica los siguientes apellidos chilenos. Fontbona, Ponce Leroux, Paulmann, Saieh, Piñera. Hay varios más, en orden decreciente. El quinto apellido de la lista, aparece en el lugar 804 de las fortunas del mundo, con 2800 millones de dólares.
He escuchado al señor Ministro de Hacienda referirse a un plan de ayuda económica a los trabajadores más perjudicados del país. Este proyecto tiene un costo de 802 millones, lo que le parecía excesivo e imposible de cumplir al señor Ministro.
No estoy sugiriendo que cualquiera de ellos, en un gesto personal, entregue una parte significativa de su fortuna en ayudar a financiar este tipo de proyectos.La negativa de renunciar a “legítimas” ganancias, refugiándose en un pretexto absurdo es un gesto mezquino y miserable.
Estoy tratando de interpretar a muchos chilenos que vemos, atónitos, que los accionistas se opongan a un gesto mínimo que sería renunciar a los beneficios de sus acciones en las grandes empresas del país. Todos sabemos cuáles son.
Nos hemos enterado de la donación de ventiladores mecánicos que en días recientes arribaron al país. Celebro, desde luego, el gesto. Bienvenidos son los equipos, es seguro que para más de alguien ( puede ser Usted o yo ) sean la diferencia entre vida y muerte.
Gracias también a la tripulación del avión presidencial, este magnífico Boeing 767 que de crucero de lujo pasó a carguero. Felicito a su tripulación por un vuelo nada de sencillo. Lo digo con conocimiento de causa, también he piloteado ese avión, hace muchos años, con un Presidente de la República a bordo, a Beijing y Shanghai. Felicito a los autores y ejecutores de esa operación.
Imaginemos, por un momento, un incendio forestal. 50 has de pino maduro se está quemando. Voy y con la mejor voluntad del mundo vierto una garrafa en las llamas. Con la conciencia tranquila me voy del lugar. He contribuido a contener el incendio.
¿Es verdad aquello?
Sí, es verdad.
¿Es suficiente?
Dejo al lector la respuesta.
El país debe comprender que la garrafa de agua no alcanza para nada. Creo que cito al Padre Hurtado con recordar que hay que dar hasta que duela.
Señores de la CPC. Señores, Larraín, Matte, Paulman, Luksic, Falabella. Con todo respeto les digo: Lo que ustedes han hecho es dar una limosna. Los felicito, siempre será bueno ayudar. Los ventiladores servirán y salvarán vidas. Gracias.
Pero les solicito que revisen sus posiciones. Que piensen un rato en su posición en este momento. Las fortunas que poseen han sido generadas aquí, en Chile. Por manos chilenas. Sí, no quiero cuestionar las habilidades de ustedes. Juntar miles de millones de dólares requiere una serie de habilidades que ustedes han desplegado. Pero la negativa de renunciar a “legítimas” ganancias, refugiándose en un pretexto absurdo es un gesto mezquino y miserable.
Tal vez sea ésta la ocasión oportuna de reflexionar un momento, antes de quedarse dormido en la noche. El país espera su decisión.
Atentamente
Pedro Staiger
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