Ha pasado ya una semana desde que se terminó uno de los eventos más grandes del país y de la región de Arica y Parinacota, el “Carnaval Andino con la Fuerza del Sol”. Tres días (26, 27 y 28 de Enero) donde participaron más de 10.000 bailarines y cientos de bandas de bronce que dan vida y magia al evento que, no hay fuente fiable que lo confirme pero están en boca de varios, es el tercer carnaval más grande de Latinoamérica después de Rio de Janeiro y de Oruro. Este año fue un éxito a nivel turístico en Arica debido a que hubo mayor concurrencia de extranjeros no sólo peruanos y bolivianos, que son de la casa, también de estadounidenses y europeos; en cuanto a los nacionales, es impresionante la mayor asistencia de la gente que vienen de las regiones de Tarapacá hasta Los Lagos que se sintieron encantados ante esta gran fiesta y además por la hospitalidad que han brindado los ariqueños.
Este carnaval, que tuvo su decimoséptima versión, ha crecido mucho a medida que pasen los años, era la sucesora de la recordada Ginga Ariqueña y que comenzó en un pequeño recorrido con una cantidad mínima de agrupaciones y que solo eran visto por la gente que se identificaba con la cultura Aymara y personas que pasaban por el centro donde es el punto de encuentro. Los esfuerzos que han hecho las autoridades locales permitieron que el carnaval creciera y fuera una gran atracción turística para el verano. Además los bailes andinos, que se muestran todos los años, ha cautivado a muchos jóvenes en la que se han sumado a ella y de unas pocas agrupaciones de baile han llegado a tener más de 60, ¡Imagínense! Cuando se inició este carnaval terminaba temprano, ahora con los miles de bailarines esta fiesta termina hasta el amanecer.
Esta familia ariqueña ha hecho que este carnaval fuese cada año más grande y ser parte de ellas me emociona, yo siendo testigo y además colaborando con un granito de arena para que siga creciendo.
Los espectadores que están presentes en el carnaval año tras año se ha ido masificando, actualmente también pueden participar del evento tomándose fotos con los bailarines, quienes ostentan con sus trajes detalladamente decorados o con los disfraces más extravagantes, también pueden bailar con ellos (excepto en el escenario principal, ya que allí deben bailar para un jurado que los evalúa ya que además se trata de un concurso entre agrupaciones definidos por categorías) e incluso compartir con ellos. Es impresionante el caso de los jóvenes espectadores, ya que al principio no estaban muy enlazados con el carnaval pero con el tiempo, digamos claro, es una excusa para compartir con los amigos, poder carretear, bailar, cantar e incluso jugar con cotillón (ya que en el carnaval la nieve y las serpentinas en aerosol es lo más que se puede ver ¡y es divertido!), gracias a este público joven el carnaval puede persistir mucho y más que ello se transforma en una fiesta, digamos un Mysteryland o un Tomorrowland a la ariqueña. En el caso de los adultos, se ha apegado más al evento y lo consideran como un panorama obligatorio del verano para después volver con sus quehaceres cotidianos.
Con respecto al título, este carnaval reúne a todos los ariqueños: bailarines y espectadores, en la cual participan como si fuera un encuentro de familiares. Es que es verdad, Arica es muy chico que nos conocemos y nos ubicamos todos, somos una familia. Al igual que una fiesta familiar, en el carnaval puedes ver y encontrar amigos, parientes, comida, diversión, bailes y mucha alegría, además grandes y chicos se unen a participar de todas formas, además invitando y alegrando al turista con el fin de que en esta fiesta nadie quede fuera.
Esta familia ariqueña ha hecho que este carnaval fuese cada año más grande y ser parte de ellas me emociona, yo siendo testigo y además colaborando con un granito de arena para que siga creciendo este evento masivo, que ha captado la atención de nuestro país. Es cosa de ver los medios nacionales donde emiten notas y reportajes acerca de ello, pero nos falta mucho ser relevación, ojalá incluso ser uno de los mejores eventos al lado de los festivales que se hacen en todos los veranos.
Pero esto no termina, el carnaval da inicio a febrero, mes de los carnavales, en la cual en los pueblos y comunidades de nuestra región y en el norte se organizan a través de su cultura, bailes y juegos, y que mejor que la visita de turistas y gente de otras ciudades a aprovechar estos panoramas.
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