En una especie de haraquiri, el Ministro de Salud Sr. Jaime Mañalich anticipó a los medios que
“Chile tiene el mayor gasto de bolsillo en salud de los países de la OCDE”, a razón de un informe que viene a develar el precario gasto del estado en materia de salud. Que la OCDE remita informes sobre nuestro país nos da la oportunidad de compararnos con otros países y analizar nuestras debilidades, que por supuesto deben ser mejoradas siguiendo algunas pautas que ellos mismos recomiendan.
Al igual que en la entrada
“Las recomendaciones de la OCDE para la educación superior chilena”, trataré de exponer los datos más relevantes de una planilla llamada “OECD Health Data 2011 – Frequently Requested Data” (que pueden descargar al final de esta entrada) en donde se exponen a modo de tablas un informe de gastos comparado. Esta es una especie de “adelanto” al informe, el cual deberíamos tener en nuestro poder a mediados de noviembre, presentando cifras del año 2009:
1. Gasto total en salud, % del producto interno bruto
Chile : 8,4%
EE.UU.: 17,4%
México: 6,4%
Alemania: 11,6%
Finlandia: 9,2%
España: 9,5%
2. El gasto público en salud per cápita, dólares EE.UU. paridad de poder adquisitivo
Chile: 562
EE.UU.: 3795
México: 443
Alemania: 3242
Finlandia: 2410
España: 2258
3. Tasa de crecimiento anual del gasto público en salud por habitante, en términos reales (Año 2006-2007 / 2007 – 2008 / 2008-2009)
Chile: 10,6 / 13,6 / 17,4
EE.UU: 2,7 / 3,6 / 5,8
México: 4,6 / 5,1 / 5,3
Alemania: 1,6 / 3,4 / 4,5
Finlandia: 0,5 / 4,4 / 0,4
España: 3,5 / 6,5 / 2,9
Por último, el ítem más importante y el que preocupa al Gobierno, el porcentaje del gasto público respecto del total del gasto.
4. El gasto público en salud, % del gasto total
Chile: 47,4%
EE.UU.: 47,7%
México: 48,3%
Alemania: 76,9%
Finlandia: 74,7%
España: 73,6%
Claramente en Chile, existe un fuerte posicionamiento de inversión en el sector privado de la salud, que influye en el aporte que el Estado debe realizar y en lo que finalmente se paga por costo de cada persona. Estas cifras son del año 2009, sin embargo, son significativas en cuanto a los porcentajes que el Estado asigna como aporte público. No estamos muy lejos de decir, que la salud en Chile se divide en “fifty fifty”, lo que sin duda tiene que cambiar, a favor del gasto público y por supuesto el aseguramiento de su calidad.
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