En medio de la discusión presupuestaria del próximo año, importante de consignar es la relevancia que ha alcanzado la eventual destinación de recursos en materia de salud, lo cual es comprensible debido a la carencias del sistema público actual, y a una serie de acontecimientos y propuestas sistemáticas en la materia, que han revelado aún más los peores vicios de nuestra salud pública.
En este sentido, la propuesta del senador Alejandro Navarro de sumar médicos cubanos en el área de atención pública, para así resolver la urgencia de profesionales especialistas evidenció cifras que reflejan la herida abierta del sistema de salud nacional: Un millón y medio de personas son las que están a la espera de una consulta médica y 300 mil las que aguardan una cirugía.La invitación es a cobrar mayor atención a los distintos ámbitos que el puzle del sector salud entrega a la conciencia ciudadana, por tanto, necesaria es la organización y generación de propuestas por parte de los actores involucrados, de tal manera de propiciar políticas públicas que fortalezcan la salud como derecho social garantizado.
En la misma dirección, la creación de la Farmacia Popular por parte del municipio de Recoleta, la cual ha puesto en el tapete diferencias groseras en los valores de medicamentos, ha revelado prácticas corporativas reprochables por parte de laboratorios y cadenas de farmacias privadas en la materia, generando un incentivo para que más ediles en el país repliquen la iniciativa del alcalde Daniel Jadue.
Lo anterior, pone en evidencia la patente falta de recursos humanos y los vicios del sistema económico desregulado, incluso en un área tan esencial como la salud de las personas. De esta forma, propicio es generar nuevas propuestas que cumplan con el objetivo de fortalecer el sistema de salud en su conjunto, esto mediante una mirada integral de Estado, que resuelva con bisturí las falencias actuales, al mismo tiempo que cimente un terreno más fértil para la salud como derecho social pleno.
Fortalecer la atención primaria
En este marco, un elemento adicional a las prioridades ciudadanas, esto comparado con los anhelos de más hospitales y la debida solución en materia de deudas de los hospitales públicos, es la mejora sustancial de la atención primaria, primer eslabón en la cobertura del sistema de salud público. De hecho, los Centros de Salud Familiar (CESFAM) y los Centros de Atención Primaria de Urgencia (SAPU), junto con poseer horarios acotados de atención, carecen de capacidad de diagnóstico, laboratorios, rayos y exámenes complejos, los cuales terminan concesionándose a privados.
Además, a dichos centros de atención primaria se les une la escasez de recursos humanos disponibles, lo cual genera sobrecarga laboral y las consecuentes falencias en la atención de pacientes, quienes con motivos razonables terminan entregando su confianza en el sistema privado, sector altamente beneficiado en los últimos años.
De hecho, las clínicas privadas en Chile obtuvieron utilidades por más 58 mil millones, cifra similar a la lograda por las Isapres en 2014, con cerca de 60 mil millones. Y eso, sin considerar los resultados financieros de grandes recintos que no están obligados a hacer públicos sus balances, como la Clínica Alemana y la Red de Salud UC-Christus.
Por tanto, fortalecer la atención primaria es una variable posible de despejar con el fin de fortalecer el sistema de salud público, pues de efectuar las debidas mejoras en materia de recursos, implementos y recursos humanos, se descomprimiría la atención en los hospitales, mejorando la prestación de servicios de éstos y produciendo como resultado un círculo virtuoso en materia de asistencia pública.
En síntesis, la invitación es a cobrar mayor atención a los distintos ámbitos que el puzle del sector salud entrega a la conciencia ciudadana, por tanto, necesaria es la organización y generación de propuestas por parte de los actores involucrados, de tal manera de propiciar políticas públicas que fortalezcan la salud como derecho social garantizado. A no olvidar la frase de Churchill: “Ciudadanos saludables son el mayor activo que un país puede tener”.
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