El próximo debate presupuestario será una nueva oportunidad para conocer la posición de nuestros parlamentarios respecto de los proyectos de concesiones hospitalarias, a la compra de servicios a privados y la disminución de las brechas de personal, de conocer si estarán por la defensa y fortalecimiento de la salud pública o se situarán en la vereda del frente con los que sólo quieren lucrar con la salud de la población.
Como todos los años, estamos en los meses en que el Ministerio de Salud comienza a construir el presupuesto ministerial para el año siguiente, presupuesto que se construye en base a la información entregada por las distintas direcciones de Servicios de Salud y los departamentos del Ministerio para luego ser presentado al Ministerio de Hacienda, desarrollando las negociaciones respectivas para luego ser remitido al poder legislativo, ser discutido y transformado en ley de la República.
El presupuesto de salud del 2014 es de mucha importancia, ya que el sector político que asuma en marzo del próximo año deberá gobernar en dicho marco presupuestario, por tanto el debate de este año es decisivo ya que no sólo fija los recursos, sino que determinará las políticas públicas a seguir en los próximos años.
En tal marco, como Fenpruss tenemos legítimas preocupaciones sobre el destino de los recursos sectoriales. De seguro, esperamos que éstos vayan a aumentar el presupuesto de la salud pública. Empero, nuestro foco de atención estará en cómo se gasten esos recursos y allí tenemos al menos tres preocupaciones fundamentales:
1. Compra de servicios a privados, está presupuestado para el año 2013 el traspaso de cerca de 1.200 millones de dólares en compra de servicios a privados por atenciones sanitarias que por diversas razones no se han resuelto en el aparato público, sin duda el crecimiento de este gasto atenta contra el desarrollo de la salud pública y tiende a debilitarla. Siempre hemos creído que el traspaso de recursos a privados ha sido un muy buen negocio para éstos, ya que el Estado les está pagando precios dos o tres veces mayores que los que cancela al Fonasa por las mismas atenciones sanitarias brindadas en los establecimientos públicos.
2. Concesiones hospitalarias, el gobierno pondrá énfasis en dejar amarrado los proyectos de concesiones en salud que se encuentran actualmente en carpeta. Para ello deberá consignar en el presupuesto los dineros destinados al pago de diseño y licitaciones, y el subsidio (dividendo ) de los proyectos de los hospitales Maipú y La Florida. Hemos señalado la necesidad de contar con definiciones claras por parte de los actores políticos acerca de esta política de construcción de hospitales que en sus precios finales se demuestra que es más cara y que internacionalmente hay evidencia suficiente de que atenta contra la calidad de la atención de salud que se entrega a la población.
3. Brecha de personal en salud. Como todos los años el gobierno comprometerá recursos para aumento de personal de salud, pero como siempre corresponderá a los ligados a proyectos de normalización e inauguración de nuevos centros de salud pero recursos destinados a la eliminación de la brecha crónica de seguro no habrán. Esta es una dinámica que se ha venido repitiendo durante décadas, dificultando permanentemente que los/as funcionarios/as puedan entregar y los/as usuarios/as recibir una atención de salud digna y de calidad. Desde el gremio solicitamos conocer los estudios generales de brecha personal ya que los presentados hasta ahora sólo corresponden a especialidades médicas y a algunas unidades críticas de los hospitales y, por lo tanto, no dan cuenta de la realidad país del déficit general de personal existente.
Considerando lo anterior, el próximo debate presupuestario será una nueva oportunidad para conocer la posición de nuestros parlamentarios respecto de los proyectos de concesiones hospitalarias, a la compra de servicios a privados y la disminución de las brechas de personal, de conocer si estarán por la defensa y fortalecimiento de la salud pública o se situarán en la vereda del frente con los que sólo quieren lucrar con la salud de la población. La votación en la Cámara de Diputados del proyecto de hospitales clínicos nos entregó una señal, esperamos que esa postura se mantenga.
En este escenario, es necesario enviar alertas no sólo a los/as parlamentarios/as de los diversos partidos, sino también a los respectivos comandos presidenciales para que evalúen lo crucial, en muchos sentidos, del presupuesto 2014, más allá del sector salud. El país y sus ciudadanos/as esperan señales más claras, que les devuelvan la tranquilidad y sin duda la discusión presupuestaria para el próximo año, será la primera.
* Entrada escrita por el Equipo Comunicaciones de FENPRUSS
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