Muchos de nosotros hemos escuchado hablar de Narciso, este bello y atractivo hombre joven, que se enamora de sí mismo al descubrir su imagen en el reflejo de una fuente. Su deseo a sí mismo y su imagen, lo llevan a la contemplación absorta de su reflejo, por lo que finalmente termina ahogándose en las aguas, tras arrojarse a ellas, siendo incapaz de separarse de su imagen.
Pero atención, hoy nos vamos a enfocar en alguien más, existe aquí una segunda protagonista: Ninfa Eco, quien se enamora de Narciso sin ser nunca correspondida. Eco fue condenada por la esposa de Zeus, Hera, a repetir las últimas palabras de lo que otros dijeran; de ahí el significado de la palabra eco.
Narciso al conocer a Eco y rechazar cruelmente su amor, provocan una profunda desolación en ella, que la llevan a esconderse en las montañas hasta auto consumirse, quedando sólo su voz.
Por tanto, más allá de Narciso enamorado de sí mismo, existe una Eco, que representa a aquellas personas que se postergan a sí mismas y que llegan a negar sus propias necesidades y sentimientos.
El psicólogo Craig Mallon descubrió este peculiar comportamiento describiéndolo de la siguiente manera: “El mito contenía dos caras del narcisismo: los peligros de la adicción a sentirse especial, pero también la incapacidad de disfrutar ni la más mínima sensación de sentirse especial. Todos se olvidan de Eco”.
Una persona Ecoísta es lo opuesto al narcisismo y al egoísmo, tienen miedo de sobresalir y en su generalidad sienten que merecen menos, por tanto se sienten menos importantes para los demás. Son por lo general personas con baja autoestima, no reconocen sus logros, ni su voz, tampoco sus necesidades y sentimientos dentro de una relación, lo que hace que sientan que no merecen atención ni cariño.
El o la “Ecoísta” -ya que se da tanto en mujeres como en hombres por igual- se sienten más cómodos dando que recibiendo cariño.
Una persona Ecoísta es lo opuesto al narcisismo y al egoísmo, tienen miedo de sobresalir y en su generalidad sienten que merecen menos, por tanto se sienten menos importantes para los demás
Para que un Narciso pueda sobrevivir, necesita de su Eco.
Es muy común que una persona Ecoísta se vincule con un Narcisista, ya que siente una suerte de alivio que lo salva de sus miedos. El Narciso, por otra parte, puede de esta forma aprovecharse y caer fácilmente en conductas de abuso, tanto físicas como psicológicas.
Es común que los Ecoístas tengan dificultad para poner límites y continúen viviendo en relaciones marcadas por la manipulación.
Finalmente, dejando claro que el abuso siempre es responsabilidad del abusador, debes reconocer si te culpas a ti y asumes de forma errónea que el maltrato que recibes es lo que mereces. Es muy necesario entonces, que de forma consciente busques ayuda y salgas de esa relación dependiente, que solo será nefasta para tu vida.
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