Respondo a las (muy bien denominadas) polémicas afirmaciones de Marino Pérez sobre el Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH) publicadas en biobiochile.cl
Debemos considerar que el TDAH se presenta por síntomas de hiperactividad, impulsividad y desatención, afectando el desempeño académico (en niños) como también en los círculos sociolaborales y familiares de adultos.
Sus bases neurobiológicas han sido estudiadas gracias a las tecnologías de neuroimagen y la identificación de genes responsables de la síntesis de proteínas necesarias para la conducción eléctrica de las neuronas en regiones del cerebro involucradas con la atención, la concentración, el procesamiento de otras funciones cognitivas y la inhibición de la respuesta impulsiva.
Existen importantes neurotransmisores que están involucrados en el TDAH, como la Dopamina y la Noradrenalina que participan en regiones prefrontales del cerebro, permitiendo el actuar de estas funciones cognitivas.
A nivel genético se han encontrado datos significativos entre el TDAH y los siguientes genes:
DRD4: Sintetiza un importante receptor de dopamina que ha sido vinculado a muchos trastornos psiquiátricos
DRD5: Sintetiza un receptor de dopamina al cual se le han asociado marcadores genéticos con TDAH
SLC6A3: Sintetiza el transportador de dopamina, cuando la dopamina se libera para generar la conducción (potencial de acción) este es recaptado por el transportador para reutilizar el neurotransmisor
SNAP-25: Sintetiza la proteína sinaptosoma-25, importante para la liberación de los transmisores
HTR1B: Sintetiza un receptor de serotonina
Este año, una investigación realizada por la Universidad de Tel Aviv y publicada en Vision Research sobre los movimientos oculares involuntarios, permitió el diagnóstico preciso de TDAH. Esto podrá mejorar los protocolos en el futuro, evitando casos de sobrediagnóstico.
Estos genes permiten la regulación adecuada de la neurotransmisión logrando el funcionamiento de los procesos que en este caso se ven afectados en el TDAH.
A nivel de neuroimagen se han observado regiones hipofuncionales importantes que afectan la conductividad de las neuronas, reflejando una disminución de la mielina de los axones (un revestimiento lipídico que mejora la velocidad de conducción) involucrando regiones del lóbulo prefrontal, de los ganglios basales como el estriado, el cíngulo anterior y el cerebelo. Para evitar confundir un desarrollo natural del cerebro de un niño con una hipofunción en tales regiones se realizan imágenes de Difusión Tensorial para detectar las vías (materia blanca) disfuncional, logrando apreciar menor densidad de tejido en sujetos con TDAH.
Todo lo anterior ha permitido crear tratamientos farmacológicos que mejoran la conductividad de las neuronas, por ejemplo el Metilfenidato es uno de ellos. El mecanismo de acción de este medicamento es bloquear el transportador de dopamina, impidiendo que esta se devuelva a la neurona y permanezca más tiempo en la hendidura sináptica (separación entre dos neuronas) de esta manera al haber más dopamina mejora la respuesta del potencial de acción permitiendo una mejora clínica en los síntomas del TDAH.
Una investigación de julio de este año realizada por la Clínica Mayo y publicada en la Academia Americana de Pediatría, concluyó que no existen datos para demostrar la implicancia de los fármacos utilizados en el TDAH con problemas de crecimiento en niños.
Los diagnósticos del TDAH deben ser integrales considerando aspectos como la neuroimagen, intervenciones psicosociales, pruebas psicológicas, neuropsicológicas y psiquiátricas; además, el uso de endofenotipos en el deterioro cognitivo y ámbito conductual, permitiendo identificar rasgos hereditarios.
Este año, una investigación realizada por la Universidad de Tel Aviv y publicada en Vision Research sobre los movimientos oculares involuntarios, permitió el diagnóstico preciso de TDAH. Esto podrá mejorar los protocolos en el futuro, evitando casos de sobrediagnóstico.
Para terminar, invitó a Marino Pérez a reconsiderar sus afirmaciones que más que informar confunden y pueden entorpecer el trabajo que realizan profesionales de la salud mental e investigadores. Es más, está invitado a contribuir a la investigación en TDAH con el objetivo de mejorar los diagnósticos y los tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos, aportando a la calidad de vida de muchas personas.
Se insta a los profesionales de la salud mental chilenos, psicólogos, psiquiatras, neurólogos y neuropsicólogos, a trabajar multidisciplinariamente abarcando una integración biopsicosocial del sujeto, con el objetivo de mejorar los protocolos de diagnóstico en TDAH.
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vasilia
Diego:
¿Leiste o no la entrevista? ¿Sabes cual es el problema con el TDAH o no?
Voy a explicarte la situacion: desde al menos los ultimos 15 años, cuando un cabro chico es incontrolable, se le declara TDAH. Y a meterle medicamento se ha dicho. Hay niños que desde los 4 años estan siendo medicados por TDAH. Hay salas de clases casi al completo con niños medicados por supuestamente estar afectados pro TDAH. Para que hablemos con cifras: casi el 50 % de los niños en casi todos los paises occidentales estan siendo medicados con Ritalin o Adderall. Y eso se debe a la gente de tu profesion, a los sicologos, que les ha dado mania de que cualquier niño al que no le guste las matematicas a fuerza tiene que estar afectado por TDAH, y a fuerza hay que medicarlo.
Y de ahí las quejas que han comenzado a oirse, incluso del mismo Leon Eisenberg, el psiquiatra que “descubrió” el TDAH. Aunque se supone que antes de morir dijo que este trastorno no existia, en realidad lo que dijo es que en vez de medicar al pobre niño porque no se queda quieto 10 horas como momia, lo que debería hacer un psiquiatra infantil es tratar de determinar las razones psicosociales que pueden producir problemas de conducta. Por ponerlo simple: hay diferencia entre un crio malcriado y un niño con TDAH, cosa que tus colegas sicolocos les encanta pasar por alto.
Si lees con atencion lo que dice Marino Pérez (especialista en Psicología Clínica y catedrático de Psicopatología y Técnicas de Intervención en la Universidad de Oviedo), en esa entrevista que por lo visto no comprendiste, es que «El TDAH es un diagnóstico que carece de entidad clínica, y la medicación, lejos de ser propiamente un tratamiento es, en realidad, un dopaje“; y añade que la detección de este mal “no se establece sobre criterios objetivos que permitan diferenciar el comportamiento normal del supuestamente patológico, sino que se basa en apreciaciones subjetivas, en estimaciones de los padres del tipo de si ‘a menudo’ el niño se distrae y se mueve mucho. » http://www.biobiochile.cl/2014/10/21/investigacion-echa-por-tierra-el-trastorno-por-deficit-atencional-no-existe.shtml
¿Me vas a decir que eso no es cierto? ¡Claro que es totalmente cierto!. Y es una verdad del porte de un templo lo de: “no existe ninguna condición neurobiológica ni genética indentificada, y sí muchas familias donde no se asume que la educación de los niños es más difícil de lo que se pensaba“.http://www.biobiochile.cl/2014/10/21/investigacion-echa-por-tierra-el-trastorno-por-deficit-atencional-no-existe.shtml
Las declaraciones de Marino Pérez (hechas a propósito de su libro «Volver a la normalidad» (escrito en conjunto con Fernando García de Vinuesa, sicologo, y Héctor González Pardo, autor de «La invencion de los trastornos mentales» y doctor en Biología especializado en el campo de la Neurociencia conductual y es profesor titular de Psicobiología de Oviedo) atacan a la gente de tu profesion, porque es cosa de hablar con padres para saber que Pérez no miente cuando, en otra entrevista al periodico ABC dice «Si un padre preguntara al clínico por qué su hijo es tan desatento e inquieto, probablemente le respondería porque tiene TDAH, y si le preguntara ahora cómo sabe que tiene TDAH, le diría porque es desatento e inquieto.» (http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20141020/abci-trastorno-deficit-atencion-201410171200.html) ¡A que no les ha pasado a cientos de padres en Chile esa situacion!
Marino Pérez apunta exactamente a lo que es el problema: un sicologo no esta en absoluto capacitado para diagnosticar TDAH, porque se requiere bases neurológicas establecidas para el diagnóstico, y no las hay. No hay un biomarcador cerebral, como sí lo hay en el caso del Alzheimer (EA), pero ahi hay una enorme diferencia: hablamos de adultos, mientras que en TDAH hablamos preferentemente de niños, y en caso de niños sólo se ha logrado establecer biomarcadores a nivel preliminar en caso de lesiones. Y eso es porque el cerebro no es una cosa uniforme, tiene muchas áreas, diferentes interconectadas, y para hacer un diagnostico realmente confiable de TDAH necesitas como minimo una resonancia del cerebro del niño, y un monton de examenes, que la gente de tu profesion no esta ni siquiera autorizada a realizar. Y para cuando se terminen esos examenes, el niño seguramente habra cambiado su patron mental. Es lo malo de los niños, crecen y su cerebro con ellos.
Pero como no te has preocupado realmente por saber de qué va el asunto, tampoco tomaste en cuenta que Pérez esta haciendo estas declaraciones tan directas porque los politicos españoles y europeos han aceptado al TDAH sin cuestionar (o mas bien pagados por los lobbies de la industria farmacéutica) Acaba de ser reconocido en la Ley orgánica para la mejora educativa (LOMCE). ¿En base a que? ¿Y quien va a diagnosticar a esos niños, sicologos? ¿Con que criterios, si no hay un criterio para hacerlo?
Eso es lo que dice Marino Pérez. Pérez esta contra la invencion de enfermedades mentales (un grave defecto que aqueja a tu profesion), contra el lobby de las farmaceuticas (que es una total realidad) y contra unos padres muy comodos que les gusto tener al bebe pero no soportan al niño.
Perez no esta confundiendo a nadie, esta siendo extremadamente claro.
kekoelfreak
Excepcional artículo.
Valiente decisión el de publicarlo en este portal, más habituado a divulgar conspiranoias y pseudociencias de folletín.
Tambien soy psicólogo y recién luego de unos años de egresado me di cuenta del valor de las neurociencias en la conducta.
Felicitaciones y prepárese, que vendrá la lluvia de indignados contra el «reduccionista»