Malditos cotonitos

Hace una semana, de puro bruto y salvaje, descubrí un tremendo riesgo que probablemente existe en todas nuestras casas y que al parecer, poco conocen.

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Hace rato que vemos que nadie controla a las farmacias, los gobiernos siguen dejando el ministerio en manos de puros holgazanes que no hacen nada, que se hacen famosos por declarar estupideces y que creen que son algo así como MOP MINSAL (si construyo un hospital, ayudo).

Tras un par de días de piscina, desperté sintiendo que tenía los oídos tapados, como de costumbre me di una ducha y al salir, tres saltos sobre la pierna de la oreja tapada y listo (pero no fue así), por lo que recurrí a los clásicos cotonitos o tips que la gran mayoría tenemos junto al desodorante, la pasta de afeitar y el secador de pelo (dado que soy pelado, el de mi esposa). Ya con una de estas cosas, empecé a escarbar para resolver el problema, suponiendo que tan ínfima herramienta estaba diseñada para corregir la situación, lamentablemente no fue así, y terminé más sordo que nunca.

Como no sentía dolor, pensé en olvidarme por un rato y revisar internet, en varios sitios decía que había que esperar, que era favorable hacer masajes circulares atrás de la oreja, que convendría aplicar calor, o que se debía hacer un lavado con agua de manzanilla, etc. Ante tal cantidad de opciones, opté por llamar a un par de amigos médicos, quienes después de retarme por seguir siendo un bestia, me explicaron que los cotonitos estaban prohibidos hace años por los otorrinos, debido a esto mismo y los riesgos de dañar el tímpano.

Lo peor vino después. Como el problema no se resolvía, se me indicó acostarme de lado y dejar caer ocho gotas de agua oxigenada al 10% en mi oído por 10 minutos, para así secar el tapón de cerumen; para los que no conocen lo que sucede, imaginen que las gotas son aceite y el cerumen un pedazo de hielo, al contacto, empieza una ebullición en tu oreja, más molestosa y desagradable que dolorosa.

Dado que la Ley de Murphy es un inevitable en la vida, todo tenia que empeorar.

Tras un par de días haciendo sopa en mi oreja, partí a hacerme un lavado de oídos (también contraindicado por los Otorrinos) y tras tres chorros de agua tibia lanzados dentro de mi canal auditivo, logré deshacerme de toda la mugre, lamentablemente, me había dejado tremenda herida, lo que me generó una otitis externa de puta madre (no hay mejor forma describir la sensación de tener inflamado todo el pabellón auditivo, algo así como tener un pez globo durmiendo dentro y sentir como de vez en cuando, saca las espinas).

Afortunadamente el día de hoy, tras haber recurrido a especialista, pude empezar a dormir mas de tres horas, todo gracias a los medicamentos.

Aunque escribir este articulo abre la puerta a una serie de sabelotodos que me van a trolear haciendo mención a cuan bruto y estúpido fui al usar los cotonitos como espátulas, mi reflexión apunta a otra cosa.

Soy un troglodita de 36, con la posibilidad de conseguir una rápida hora con especialista, con contactos para conseguir unos analgésicos entretes (algo bueno tiene que tener la tragedia) y recursos para comprar un costoso tratamiento de antibióticos y gotas.

¿Qué pasaría si fuera un niño de una zona más extrema, menos recursos y con el deseo de limpiarse el oído tras llegar embarrado de jugar a la pelota?

Hace rato que vemos que nadie controla a las farmacias, los gobiernos siguen dejando el ministerio en manos de puros holgazanes que no hacen nada, que se hacen famosos por declarar estupideces y que creen que son algo así como MOP MINSAL (si construyo un hospital, ayudo)

¿Cuántas otras cosas se venden en farmacias y librerías sin regulación alguna?

¿Qué sentido tiene exponer a las personas a riesgos que han sido descritos por especialistas?

Para su información, el cerumen es una cera que protege el oído y que tiende a ser eliminada naturalmente. Ocasionalmente, algunas enfermedades generan una mayor producción que puede generar uno que otro tapón. En esos casos, conviene aplicar calor en el oído (con una almohadita) y dejar que el sudor y el calor haga que salga el cerumen, si no se resuelve, hay que consultar a médico otorrino (si no tienes bonos, cuesta máximo 25 lucas la hora) y en 10 minutos te resuelve el problema, sin agua, sino con pinzas o aspirado.

En serio, alguien debería corregir esto, piensen que en Singapur ya no venden chicles porque se dieron cuenta de que los humanos somos tan cerdos que los pegábamos en las mesas o los botábamos a la calle, entonces, en vez de educarnos, chao chicle (ojalá chao cotonito en Chile)

Un abrazo a todos y bueno…. estoy medio cansando de tanto Penta/Caval/SQM y todo eso, a final de cuentas, somos gobernados por cotonitos.