La forma de alimentación del recién nacidos y niños pequeños no es una decisión trivial. Diversos estudios han sugerido que la lactancia materna es por lejos la mejor forma de alimentación que se le puede otorgar a un niño en sus primeros meses de vida, con importantes implicaciones para la salud de niños y madres. La leche materna reduce la mortalidad infantil, el riesgo infecciones, la prevalencia de asma, la neumonía, la diarrea, la diabetes, la obesidad y enfermedades cardiovasculares, entre otros efectos positivos. Además la composición es perfecta para las necesidades de una guagua, porque es de disposición constante, inagotable y gratis.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños sean amamantados exclusivamente hasta los seis meses y que, de forma complementaria, se continúe amamantando hasta los 2 años de vida.
A pesar de esto, se ha visto una tendencia mundial a la disminución de lactancia materna exclusiva siendo reemplazada por la alimentación suplementaria, conocida popularmente como rellenos o fórmulas.
Mundialmente, la prevalencia de los lactantes alimentados exclusivamente con lactancia a los seis meses se sitúa en torno al 37%. Un reciente estudio liderado por la Universidad Nacional Australiana, demuestra que las ventas globales de fórmulas a base de leche están en auge. Entre el 2008 y el 2013 las ventas de fórmula láctea crecieron un 40,8% mundialmente. Es más, durante el 2014 el crecimiento de ventas de fórmula para bebé aumentó en un 37% en América Latina, siendo uno de los mercados con m´ss rápido crecimiento.
Este boom de ventas global se aplica no sólo a suplementos formulados para infantes (0-6 meses), sino también a niños pequeños (entre 7 a 36 meses) la cual en la mayoría de los casos es innecesaria e incluso a veces no recomendable.
Estos resultados son preocupantes ya que los niños alimentados con fórmula experimentan una peor salud y desarrollo que los niños alimentados con leche materna. La alimentación con fórmula también perjudica a las madres debido a los efectos protectores de la lactancia, reduciendo el riesgo de cáncer de ovario, cáncer de mamas, osteoporosis, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
No desconozco que muchas madres deben recurrir a los suplementos no por elección, si no por distintas razones como producción insuficiente de leche o mastitis. Pero incluso esos casos no alcanzan para explicar este fenómeno. Por lo tanto, estas cifras sugieren una elección de la leche suplementaria por sobre la materna. Sin duda aquí hay influencias culturales y laborales.
¿Qué medidas debemos adoptar para revertir la disminución de la lactancia materna en reemplazo por la alimentación suplementaria? La entrega de información adecuada y el evitar mensajes confusos es vital. Adicionalmente es necesario el fortalecimiento de medidas para facilitar que las mujeres que regresan a trabajar puedan seguir amamantando
El boom de ventas se ve contextualizado en un incremento de la inclusión femenina en el mundo laboral. Pero equivocadamente podríamos pensar que este fenómeno es solo un efecto de la modernización e independización de a mujer. Pero también existe otro factor de mayor importancia que no puede ser pasado por alto para entender esta tendencia, y es el poder de las marcas comerciales. Las empresas de leche suplementaria han influenciado poderosamente las normas sociales sobre alimentación del lactante y del niño pequeño al presentar la fórmula como un símbolo de la modernidad, comparable o superior a la leche materna, siendo postulada como una elección tan o mas natural que la lactancia. El mismo estudio australiano estima que en el el 2014 los gastos de marketing global de la industria de la leche suplementaria superaron los $ US 4.48 millones de dólares, una cifra comparable con el presupuesto anual de la Organización Mundial de la Salud.
El auge de las ventas refleja una estrategia de segmentación de mercado donde las empresas han potenciado la percepción errónea de que la lactancia materna se aplica solo los primeros seis meses. El envasado y etiquetado de estos productos lleva a confusión.
El Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche (el Código) de la Organización Mundial de la Salud establece que los gobiernos deben tomar acciones para evitar la comercialización de suplementos lácteos poco ética. Sin embargo, hay una amplia variación entre los países en el alcance y la extensión de la adopción de este principio.
Bajo esta información debemos preguntarnos ¿qué medidas debemos adoptar para revertir esta tendencia? Sin duda la regulación del mercado es imperante. La entrega de información adecuada y el evitar mensajes confusos es vital. Adicionalmente es necesario el fortalecimiento de medidas para facilitar que las mujeres que regresan a trabajar puedan seguir amamantando.
Por último, es importante mencionar que esta columna no busca juzgar y entiende que cada madre toma sus decisiones basadas en sus realidades y opciones, limitadas muchas veces por su realidad, pero aún así es fundamental que esa decisión sea basada en el conocimiento y ojala en el bien del niño. Los profesionales de la salud juegan un rol clave en saber recomendar y acompañar a las madres, de forma de que todos los niños tengan la oportunidad de tener el mejor comienzo en la vida.
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anysur
pequeña aclaracion, la organizacion mundial de la salud OMS recomienda la lactancia materna hasta dos años o mas, es decir, en ninguna parte recomiendan que debe finalizarse al cumplirse los dos años de vida, los dos años corresponden a un minimo de lactancia: «hasta los 2 años o más, los lactantes deben seguir con la lactancia materna, complementada con otros alimentos nutritivos», es decir, lactancia mas comida y postre…. Lo indico, porque mucha gente piensa que dos años es muuuucho, siendo lo MINIMO. Otros datos de la OMS: «Alimentación complementaria. Alrededor de los seis meses, las necesidades de energía y nutrientes del lactante empiezan a ser superiores a lo que puede aportar la leche materna, por lo que se hace necesaria la introducción de una alimentación complementaria. A esa edad el niño también está suficientemente desarrollado para recibir otros alimentos. Si no se introducen alimentos complementarios alrededor de los seis meses o si son administrados de forma inadecuada, el crecimiento del niño puede verse afectado. «
L
Agregar que lq mastitis no es razón para dejar de lactar y mucho menos de introducir fórmula.
Además las situaciones en que verdaderamente ss debe suplementar son mínimas. En general es debido a los mitos y prácticas antiguas de los equipos sanitarios los que llevan al uso de fórmula.
Raquel Quijada
Desgraciadamente en nuestro país existe un doble discurso, ya que por una parte se reconoce la importancia de la lactancia materna, pero esto no se encuentra lo suficientemente respaldado por las Políticas Públicas de Salud, Laborales y Sociales en general. Por otra parte, la mayoría de las mujeres podrían amamantar sin problemas si recibieran la orientación adecuada y oportuna, desgraciadamente los equipos de salud no siempre se encuentran capacitados para dar respuesta a las inquietudes de las madres y se perpetúan una serie de mitos que impiden que la madre y su hijo/a puedan disfrutar de los beneficios de la lactancia materna.
Todavía falta mucha conciencia sobre la importancia de la lactancia materna y esto tiene que ver con la necesidad de reconocerlo como un proceso natural del los seres humanos y mamíferos que somos.