Los eventos adversos causan daño a las personas que los sufren en primer lugar y luego a las personas que trabajan en la institución de salud. También causan daño al hospital o consultorio donde ocurren, y es por eso que se hace evidente la necesidad de contar con las mejores herramientas para enfrentar estos problemas, sobre todo, en el caso de aquellos que son considerados «evitables».
«Estamos hablando de más de USD$23.000.000.- de pérdida de valor directo en costos, para el sistema de salud global. Casi un 70% de esta pérdida, ocurre en el sector público de salud.»
Los eventos adversos generan mayores estadías, mayor consumo de exámenes y pruebas, cuidados de enfermería, visitas médicas, y todo lo demás, como pueden ser demandas civiles y pérdida de ingresos por las estadías prolongadas.
Todos estos costos se suman para destruir valor en el sistema de salud que tiene como objetivo principal el cuidado de la salud de las personas.
Los costos de los eventos adversos debilitan a las organizaciones. Entonces es probable que las inversiones y gastos que se requieren para tener una organización más segura se vayan restringiendo e incluso eliminando, por lo que se siguen produciendo eventos adversos evitables y así se alimenta este círculo vicioso destructor de valor.
También es cierto que, a pesar de los años y avances en seguridad del paciente, los administradores de los hospitales todavía no ponen la relevancia necesaria al tema de la seguridad. No es solamente en el discurso o en el organigrama, sino que en destinar y medir el desempeño de mayores recursos para la calidad y seguridad asistencial.
La tecnología es un habilitante para mejorar la eficiencia y la eficacia de los equipos de seguridad del paciente. Este tipo de soluciones que son usadas a gran escala en otros países OCDE, permiten reducir los costos de adquisición, implementación e incluso de salida en el caso de tomar una decisión como esa. La ganancia neta producida por un equipo de seguridad con más capacidad para actuar en promoción de la seguridad del paciente y prevención de eventos adversos es un activo muy potente para los hospitales en Chile.
Según el Estudio de EA en hospitales públicos chilenos, 2009 de Álvarez, Nancy, los eventos adversos (EA) en Chile pueden llegar a producirse en 6,7% de las internaciones hospitalarias, por otro lado en España se encontró el 8,4% según el ENEAS, 2005.
A diferencia de España, con un 42,8% de estos EA evitables, Álvarez encuentra que más de un 80% de los EA chilenos son evitables.
Si tomamos solo los datos de España, con mayor incidencia, pero menor evitabilidad que el estudio en Chile, estamos hablando de que en un hospital es probable que, de cada 100 pacientes ingresados, al menos 6 sufran un EA y de esos por lo bajo 2 hayan sido evitables.
En Chile, en los hospitales públicos y privados, todos los años tenemos al menos un millón seiscientos mil internaciones. Es decir, los EA evitables en el conjunto serían unos cuarenta y cinco mil. El costo de un EA evitable, más allá del daño a las personas, podría ser en promedio de unos USD$511, según datos de Avedian.
En resumen, estamos hablando de más de USD$23.000.000.- de pérdida de valor directo en costos, para el sistema de salud global. Casi un 70% de esta pérdida, ocurre en el sector público de salud.
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