Hay factores determinantes dentro de las características del maltrato y del o los maltratadores. La mayoría de las veces los padres tienen problemas con el abuso de sustancias, enfermedad mental o discapacidad mental y violencia.
El maltrato hacia los niños por parte de sus padres u otros cuidadores es un problema importante dentro de la salud pública y el bienestar social en muchos países, sobre todo en los de altos ingresos. Es un problema común que puede causar la muerte, lesiones graves y consecuencias a largo plazo que afectarán la vida del niño en la edad adulta, a su familia y a la sociedad en general. El informe del 2006 de la OMS sobre la prevención del maltrato infantil hace hincapié sobre la necesidad de poner atención sobre este tema para lograr la inversión en la prevención y la vigilancia epidemiológica.
Hay factores determinantes dentro de las características del maltrato y del o los maltratadores. La mayoría de las veces los padres tienen problemas con el abuso de sustancias, enfermedad mental o discapacidad mental y violencia.
Las niñas tienen un mayor riesgo de ser víctimas de abusos sexuales que los varones, aunque las tasas de otros tipos de maltrato son similares para ambos sexos en los países de altos ingresos. En los países subdesarrollados, las niñas están en mayor riesgo de infanticidio, abuso sexual y abandono, mientras los niños tienen mayor riesgo de castigo físico severo. Los niños con discapacidad, sin importar su género, presentan un mayor riesgo de maltrato, aunque no se ha determinado con exactitud en qué medida su discapacidad es una causa o consecuencia del maltrato.
El maltrato aumenta en los menores el riesgo de padecer problemas de conducta, incluyendo la internalización (ansiedad, depresión) y la externalización (agresión) del comportamiento.
Los niños que son testigos de la violencia infligida entre sus progenitores están en mayor riesgo de presentar problemas de conducta, pero si este factor es independiente de las otras formas de maltrato es discutible.
En Suecia, tuve la posibilidad de trabajar directamente con la implementación de un programa terapéutico que tiene como objetivo desarrollar la intervención para niños y adolescentes expuestos a la negligencia o violencia doméstica. Su objetivo era implementar un nuevo tratamiento en ese país: la Terapia Multisistémica para el Abuso y Negligencia Infantil, MST-CAN.
Basado en el programa MST de Estados Unidos, MST-CAN es una intervención ambulatoria; el tratamiento se centra en la red de familiares y amigos y el entorno de cada familia. Su perspectiva multisistémica aborda el cambio en todos los sistemas de la familia: el trabajo, la escuela, la familia, los vecinos, las relaciones familiares y los amigos. El objetivo son tanto los niños de hogares en los que hay negligencia y/o abuso como los padres u otros adultos relevantes con problemas de salud mental y adicciones. Además, en MST-CAN se incluye el tratamiento de los traumas, tanto para adultos y niños, y el tratamiento farmacológico intensivo para los padres si corresponde.
Como resultado de la intervención, MST-CAN proporciona a niños y adolescentes un ambiente hogareño más seguro, y ayuda a los padres a asumir más responsabilidad en su rol, eliminando la violencia psicológica y física.
Desde la década de los ochenta, MST-CAN ha sido una opción para los servicios sociales de diversos países. En Holanda, por ejemplo, es el sector privado -a través de las aseguradoras- quien sustenta este programa, incidiendo positivamente en la disminución de la delincuencia. En Suecia, se unen varias municipalidades y compran al equipo de profesionales conformado por un supervisor, cuatro terapeutas y un psiquiatra.
El tratamiento efectivo para una familia se estima entre seis y nueve meses. El promedio de beneficiarios alcanza a cinco personas. Los terapeutas se reúnen con cada familia de tres a cinco veces a la semana y se trabajan los objetivos que los propios miembros de la familia formulan. El trabajo se realiza principalmente en el hogar familiar o en los lugares donde reside la familia, por ejemplo, la escuela de los niños. Los terapeutas trabajan en horarios que se adapten a la familia, a menudo tardes y fines de semana, y el equipo tiene una disponibilidad a las familias las 24 horas del día, siete días a la semana.
En nuestro país hay familias que a menudo se sienten frustradas cuando intentan obtener ayuda y se les obliga a pasar por diversos programas que no dan fruto, ni a corto ni a largo plazo. Este tipo de intervenciones globales son importantes en las vidas de las personas interesadas, producen cambios significativos en su historia personal y familiar, y representan grandes ahorros económicos indirectos para el Estado. El crecimiento económico alcanzado por Chile en los últimos años permite pensar en el MST-CAN como una opción posible que aporte una mejor calidad de vida a muchas familias chilenas, y les entregue una posibilidad de futuro a nuevas generaciones.
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