#Salud

Gobierno entrega a privados 650 mil nuevos clientes

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El anuncio del Presidente Sebastian Piñera de que los pensionados de Fonasa puedan comprar bonos y atenderse bajo la modalidad de libre elección, nos tiene profundamente preocupados.

Las cuñas reproducidas por el diario la Tercera del 8 de junio del Presidente son: «todos los pensionados de pensión básica solidaria y lo que tengan pensión por accidente o invalidez van a tener acceso a la libre elección, van a poder comprar sus bonos y van a poder atenderse con el doctor o la institución médica que ellos elijan. De esta forma estamos dando un gran paso adelante. Que la libertad y en este caso la libertad de elegir en la modalidad de libre elección a través de los bonos sea no solamente para los  que tengan más recursos, sino que también en la práctica para todos los pensionados  de nuestro país que están en categoría A en el sistema de Fonasa”.

Tal anuncio se hizo bajo una modificación reglamentaria efectuada por el Ejecutivo, que no pasa por el parlamento. Ello permite que cerca de 650 mil personas inscritas en el sistema público puedan acceder a comprar bonos en Fonasa.

La medida anunciada por el Presidente, a simple vista es evaluada positivamente  por los medios y por todos los sectores políticos (incluida la Concertación),  ya que los beneficiarios de menores recursos adscritos al Seguro Público de Salud (Fonasa) podrán elegir libremente el médico y realizarse exámenes en el mundo privado. Es decir, comprarán un bono y el profesional o la empresa de salud respectiva recibirá diferencia del costo de la prestación por parte de Fonasa.

Los traspasos de fondos públicos a las clínicas privadas no son nuevos: estos mecanismos fueron incorporados por los gobiernos de la Concertación que continuaron el legado de la dictadura militar en la salud, es decir seguir profundizando a la salud como un negocio. El volumen de los fondos traspasados es enorme, equivale a 0,4% del PIB, es decir unos 1.036 millones de dólares anualmente. Esto, por la vía de tres mecanismos: la modalidad libre elección de Fonasa, las compras de prestaciones y servicios que realizan los hospitales y servicios de salud, y el nuevo bono AUGE (innovación del gobierno de Piñera).

¿Cuál es el costo-oportunidad de estos recursos? Si lo miramos desde el punto de vista de la inversión pública en salud, los fondos entregados en un año equivalen a todo lo invertido en tres años por el Estado en la salud pública (considerando el gasto devengado en inversión desde 2009 al 2011 ). Otra forma de ver el costo oportunidad de estos recursos es analizarlo en relación al total del gasto en personal (2.768 millones de dólares anuales). O sea que los fondos destinados a las clínicas representan un 37,8% del gasto en personal. Esto nos muestra que es posible aumentar en 1/3 anualmente los profesionales de la salud con estos recursos, terminando de plano toda brecha existente en el sistema. Ello haría innecesario derivar al sector privado a los pacientes por falta de médicos u otros profesionales.

Para muchos es la fórmula ideal para no pasar malos ratos en el sistema público de salud, buscar saltarse las listas de espera por falta de especialistas o esperar meses para realizarse un examen. Más aún en una etapa de su vida de los pensionados en la cual el Estado debería garantizar el derecho a una salud de calidad.

Desconocemos los efectos de la medida, no sabemos acaso los/as jubiladas emigrarán definitivamente al sector privado de salud  hasta cuando las prestaciones suban en costo, o cuando se acabe su capacidad de endeudarse.

¿Cómo se financiará esta medida? Según lo dicho por las autoridades (El Mercurio 09-07-2012), esto se lograra gracias al término de la gratuidad en salud de los “falsos indigentes”, medida que implicaría que Fonasa aumente su recaudación en 600 millones de dólares. Estos fondos serían suficientes para poder financiar los 60 millones de dólares que se sumarían a los ya más de 1.036 millones de dólares que ya entregamos a las clínicas privadas.

Esta medida no contribuye en nada a fortalecer el sistema de salud público, ni sirve para paliar el déficit de especialistas, ni menos para distribuir adecuadamente los profesionales de la salud en todo el territorio, pero tenemos claro que  nuevamente acá la industria privada de la salud se está “preparando y sobando las manos” para recibir a estos eventuales 650.000 nuevos clientes.

Claudio González, Dirigente Nacional de Fenpruss Matías Goyenechea, Vocero de Salud un Derecho

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Foto: Annamatic / Licencia CC

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4 Comentarios

vasilia

vasilia

Totalmente de acuerdo, es que simplemente bastaba con un breve analisis como el suyo para darse cuenta que este presidente corrupto que tenemos no pretendia ayudar mas que al sector privado.

La salud en Chile hace mucho que no es un derecho, sino que se vende al mejor postor y solo accede el que tiene dinero. Y no iba a ser diferente ahora

Gonzalo

No es por defender las politicas sistematicamente privarizadoras del estado por sobre la salud publica, pero tengo entendido que esto responde a la correccion de este cagazo:
http://radio.uchile.cl/noticias/154164/
y la respuesta que tuvo en el parlamento: http://www.senado.cl/prontus_galeria_noticias/site/artic/20120605/pags/20120605215228.html

Y es como un poco tendencioso el titular o no?

O me equivoco?

Martín Plaza

Estimado Carlos,
Esta medida en ningún caso suple o mejora la eliminación de MLE por el 7% de pensionados, como se describe en este análisis es desvestir a un santo para vestir a otro.
Una política que no potencia la salud pública como sistema, sino que tiene su origen en las libertades individuales.

La visión de c/u depende de la vereda donde uno se pare (en términos de posición política o paradigma) y en ese sentido Claudio y Matías tienen definida su postura.

Cabe entonces preguntarse desde donde lo observa el gobierno, los parlamentarios y cada uno de nosotros…

ISOLINA BARCELO WINKEL

EN MI COMUNA NO HA REBAJADO NADA LOS FALSOS INDIGENTES… ADEMAS ES UN NEGOCIO REDONDO PARA LOS MEDICOS. ESPERO QUE AHORA SI LES CONTROLEN LOS HORARIOS EFECTIVOS EN LOS HOSPITALES, EN ESPECIAL A LOS «ESPECIALISTAS»