Puedo entender que el instrumento existente sea perfectible y requiera de una mesa de trabajo para ello, pero de ahí a no firmar una caución estipulada en la ley 15.076, me parece que existe un salto tremendo.Objetivamente hablando, sin una herramienta de amarre (escritura publica), no existirá forma que aquellos que no se quieren ir a las zonas a las cuales nadie se quiere ir, vayan. ¡¡Es obvio!!.
Un gran angular es, en simple, un tipo de lente que te permite obtener una foto con gran profundidad de campo, obteniendo así toda una panorámica.
Y la panorámica es esa foto que te permite mirar todo el paisaje de una vez. En el campo de las ideas, una panorámica es la visión que uno necesita para contextualizar un tema. Mirar los pro y los contras, y prever que se avizorará en el camino.
En estos días, miro con atención lo que está haciendo Residentes Chile, sobre todo con el tema de las escrituras públicas que cautelan la devolución del periodo asistencial obligatorio. ¿Le hablo en chino?.
Cada vez que el Estado a través del Ministerio de Salud (MINSAL), financia la obtención de una especialidad para un profesional médico u odontólogo articulo n° 9, es decir, como becario (CONE, CONEO, APS 6, etc) y no como EDF, la ley (y perdónenme, el buen juicio) exige un documento que cautele que, tras la obtención del certificado de especialidad, el beneficiario de dicha beca, a la cual se le pagó un estipendio (remuneración) y la universidad mientras estudiaba, retorne al lugar donde el mismo se comprometió al momento de iniciar el proceso, a devolver con trabajo remunerado y en calidad de funcionario, el doble del tiempo financiado, so pena del pago de una multa y la imposibilidad de desempeñarse en el servicio público por 6 años.
En simple, el Estado lo financia y luego Ud. le devuelve la mano por un tiempo, después del cual, el sujeto es cuestión queda liberado para hacer lo que le plazca.
Pues bien, para este año 2014, la presión de un grupo denominado Residentes Chile ha logrado, tras reuniones con las autoridades que se paralice la firma de escrituras mientras se busca un nuevo instrumento. En el intertanto, no se firma nada.
Puedo entender que el instrumento existente sea perfectible y requiera de una mesa de trabajo para ello, pero de ahí a no firmar una caución estipulada en la ley 15.076, me parece que existe un salto tremendo.
Objetivamente hablando, sin una herramienta de amarre (escritura pública), no existirá forma que aquellos que no se quieren ir a las zonas a las cuales nadie se quiere ir, vayan. ¡Es obvio! Pero, sinceremos el tema: Santiago es Chile y aun más en salud.
Las lucas están acá, la tecnología esta acá, las universidades están acá, las capacitaciones están acá y un largo etcétera esta acá, en el que se incluyen los colegios, los conciertos y hasta los restaurantes.
Entonces, ¿de qué manera y en qué forma estratégica, el Estado chileno logrará llevar los necesarios especialistas a TODOS los chilenos, si no es buscando un instrumento que “amarre” la codiciada beca a un vilipendiado lugar?.
Sinceramente, me parece inmoral -y digno de Contraloría General de la República- que los erarios públicos se dilapiden en un sujeto que recibirá todos los beneficios del Estado para formarse como un especialista, y posteriormente no llegue al lugar donde se le necesita, por que su moralidad flexible se lo permite.
Ahora, entiendo que existen situaciones particulares, los años de especialidad no pasan en vano y mucha agua corre bajo el puente: algunos se casan, otros se separan, unos se juntan y se rejuntan, etcétera.
Creo que para eso deben existir ciertas flexibilidades, tal vez una comisión que evalúe cada caso y dirima, de modo que la decisión sea lo menos arbitraria posible, pero la discrecionalidad absoluta me parece una medida populista, sin consistencia legal y cuyos efectos son más que previsibles.
Así las cosas, seré como Leon-o, de los Thundercats, cuando levantaba su espada del augurio y pedía ver mas allá de lo evidente: de persistir esta idea de no firmar escrituras, auguro a muchos de los centros asistenciales, principalmente de regiones, que claman al cielo por un necesario e imprescindible especialista, una segura y persistente disfonía.
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Foto: Álvaro Rivas / Licencia CC
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