Cómo quedar ausente de fecha tan emblemática. Sí, para los votantes del plebiscito de 1988, quienes dieron a la opción NO una cifra cercana a los cuatro millones de votos. Sí, para quienes tienen memoria histórica. Sí, para quienes consideran la fecha una esperanza. No, para quienes participaron de la gesta, pero se olvidaron de construir la alegría. No, para los casi dos millones y medio de jóvenes no inscritos.
Entre tanto anuncio, declaración, acto conmemorativo, y una que otra manifestación añeja, que sólo refleja el persistente polvo que no logra sacudirse tras la derrota en la última elección presidencial, los dirigentes de la elite concertacionista nos convocan, una vez más, a decir NO.
Y qué bien, en buena hora, pero, ¿será pertinente creerles? Permítanme ponerlo en duda, y esperando los agradecimientos por otorgarles el beneficio.
Admiro a las mujeres y hombres que permitieron que yo y tantos otros creciéramos en democracia, después de haber nacido en dictadura. La gesta del 5 de octubre es de ellos, no nuestra.
¡YO QUIERO MI 5 DE OCTUBRE AHORA! Nuestra propia historia y esfuerzo, sin delegación, sin compromisos y sin permiso.
Hagamos posible que el padrón electoral sea significativo en el rango 18 a 29 años de edad, con una inscripción automática y participación obligatoria.
Hagamos posible que nuestros legisladores no actúen bajo el secretismo y de espaldas a la ciudadanía.
Hagamos posible que esta democracia, la de 1988, sea la del 2010 con una constitución construida a la voluntad de la ciudadanía y no unos pocos.
Hagamos ejemplo vivo de lo que pregonamos, sin destruirnos, con mística, sinceridad y fidelidad.
Por todo eso, yo digo NO.
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Foto: Diario La Tercera
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