Después de 30 años nuevamente un Papa pisará suelo nacional. Por esa razón es que se ha hablado de los recursos que financiarán esta visita, dejando en claro, una vez más, que los que ganan en esta ocasión son los que ganan en todo ámbito. Incluso en una visita de una persona que, supuestamente, viene a hablarnos de la superación de la pobreza, la caridad y todas esas palabras que suenan bonitas a los oídos de algunos cuando no se llevan a la práctica.
Esto lo digo porque se supo que se le aplicará exención tributaria a las empresas que colaboren con esta visita. Es decir: los más ricos serán beneficiados, como siempre, con el discurso simple y poco revolucionario de un Papa que dice serlo sólo por usar bototos y dormir un par de noches con el personal del Estado que encabeza. Por lo que podríamos estar de acuerdo entonces en que la estética sencilla y pseudo izquierdista de Francisco, camuflará una lógica sumamente capitalista en donde los grandes empresarios colaboran con algo solamente si es que salen beneficiados. En fin, ¿es en lo que vivimos o no?
Pero tal vez me estoy apresurando en juzgar antes de hacer un par de preguntas para no pecar de malintencionado. Por esto es que comienzo: ¿usted cree cierto que nuestro empresariado done dinero por lo necesario que resulta la visita del líder católico? ¿Realmente puede tragarse eso de que es para colaborar con el clima país el financiamiento de este evento? Es bueno cuestionarlo aunque sea en tono sarcástico como lo hago en este texto. Y es urgente hacerlo en días en que el lugar común intenta disfrazar una movida comercial empresarial de algo que necesita nuestra sociedad para “sanar”.
Es cierto. Tal vez estoy cayendo en el error de influir con mi visión política en la opinión del lector. Pero lo que sí parece evidentemente nítido es que acá hay una sola religión: el mercado. Es la única que realmente mueve las voluntades empresariales y crea sensaciones de colaboración o de generosidad que no son tales. Ya que el Papa no vendrá a Chile gracias a su discurso de cristiano, ni menos a la responsabilidad social de un gran capital que ablandó su corazón ante el “nuevo aire” que supuestamente Francisco le dio al Vaticano. Eso son pamplinas. Argumentos creados para gente poco inteligente que quiere creer que todo es tal cual como lo muestra un relato mal escrito y que, si nos fijamos solamente un poco, hace agua por todos lados.
Tal vez el problema está ahí: en que no nos damos la molestia de descifrarlo. Ya que al no hacerlo caemos en medio de una discusión en torno a esta visita que ha estado encabezada por eslóganes mal hechos; en donde católicos poco entendidos en el tema se han enfrentado con ateos que incluso son más religiosos quienes se hacen llamar “observantes”.
Es bueno cuestionarlo aunque sea en tono sarcástico como lo hago en este texto. Y es urgente hacerlo en días en que el lugar común intenta disfrazar una movida comercial empresarial de algo que necesita nuestra sociedad para “sanar”.
Porque mientras los seguidores del catolicismo hablan de una necesidad de que Bergoglio pise tierra nacional, los que juegan a ser descreídos han desplegado la torpe monserga de “con mis impuestos no se financian religiones”. Dejando en claro que su problema real no es la religión, sino que lo que los motiva es la defensa de la religiosidad de un mercado que no se molesta con que los empresarios dejen de pagar impuestos con tal de que Estado no se entrometa.
Es por esto que, como en todo, es necesario entrar en este debate desde la ideología. Porque al hacerlo se puede entender más a la que impera. A esa en la que la oportunidad siempre está sobre la acción desinteresada o la simple colaboración. Con esto no quiero subir a una categoría celestial el desinterés. Lo que quiero, en cambio, es que las discusiones tengan una cuota de realidad. Si es que realmente existe algo que a lo que podamos llamar así.
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Francisco Méndez
Edtimado, yo no critico la religión ni la visita del Papa. Critico que se le aplique exencion tributaria a quienes donen para la visita. De hecho hago una critica a cierto ateismo que es más religioso que los religiosos.
Saludos
abechtold
El tema de que las empresas puedan donar a una actividad cultural o religiosa es una ley de la república. Cuando alguien quiere decir que no se debe, es porque presupone que los impuestos son para pagar solo cosas que el grupo político dominante decide.
Si el 70 u 80% de Chile cree en algo, ¿por que el Estado no puede «invertir» (= no cobrar impuestos, no es que pague algo..) en ello?
Porque, si actúa en forma atea (no laica simplemente), podría negar financiar esto porque tiene una posición en contra…no meramente indiferente; y ahí cabe la pregunta de porque no tiene reparos en cobrar impuestos a esas mismas personas…
De repente aparece la idea de que el Estado es un representante del mundo ateo, socialista, ahora indigenista, etc…como que se le asigna una personalidad, no una indiferencia necesaria para gobernar tanta gente distinta.
Gerardo Vidaurre Oleaga
Calificar como triunfo empresarial la visita del Papa me parece muy equivocado. Que haya empresarios que aprovechan cualquier oportunidad para reducir su pago de impuestos es un dato de la causa, pero creo que vale la pena ver algunas de las ideas que el Papa ha planteado en reuniones con Los Movimientos Populares e invitarlo a reexaminar su posición.
En la reunión de julio del 2015 el Papa dejó planteadas tres tareas (que reproducimos parcialmente):
La primera tarea es poner la economía al servicio de los pueblos: Los seres humanos y la naturaleza no deben estar al servicio del dinero. Digamos “NO” a una economía de exclusión e inequidad donde el dinero reina en lugar de servir. Esa economía mata. Esa economía excluye. Esa economía destruye la madre tierra. La economía no debería ser un mecanismo de acumulación sino la adecuada administración de la casa común.
La segunda tarea es unir nuestros pueblos en el camino de la paz y la justicia. Los pueblos del mundo quieren ser artífices de su propio destino. Quieren transitar en paz su marcha hacia la justicia. No quieren tutelajes ni injerencias donde el más fuerte subordina al más débil.
Y la tercera tarea, tal vez la más importante que debemos asumir hoy, es defender la madre tierra. La casa común de todos nosotros está siendo saqueada, devastada, vejada impunemente.
quisiera decirles nuevamente: el futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes. Está fundamentalmente en manos de los pueblos.
PAT_RAKA
Francisco.
No pienso cuestionar ninguna de tus hipótesis, Chile es sin duda el país de los más vivos y alguien siempre gana, así que tus conjeturas poseen fondo. Desde una mirada de izquierda laica, la religión es la droga del pueblo, una herramienta de control social, lo cual, también es cierto, desde esa perspectiva, pero si consideramos que los principios, ideales y cosmovisiones humanas son diversas, algo puedo acotar.
Existimos muchos que nos ponemos contentos con la visita del Papa, así de simple, lo encontramos algo súper positivo, somos quienes felices vamos a misa los domingos y tratamos de actuar según principios cristianos.
Pero ojo, quizás te sirva, hasta los 32 años fui agnóstico, humanista, espiritualmente indiferente. Viví un montón de problemas y no necesite rezar, por lo que ese supuesto de que uno pide ayuda cuando está a punto de morir, en mi caso es falsa. Fue el nacimiento de mi hijo, ese milagro maravilloso, lo que me despertó la espiritualidad y desde ese día a hoy, soy mas feliz, objetivamente hablando.
Así que si, me encanta que venga el Papa, aportaré para pagar la cuenta de traerlo y no entraré a cuestionar el elevado monto, porque soy católico y realmente no es tema.
Comprendo tu columna y respeto tu escandalización, pero en todos lados se cuecen habas y despilfarrar la recaudación tributaria, es propio de todos. Al menos con el Papa, se transmite un mensaje social.
Un abrazo