#Política

Una agenda legislativa alejada de la ciudadanía

Compartir

Con marzo ya instalado el gobierno fijó sus prioridades respecto a la agenda legislativa que intentará sacar adelante durante el último año de la administración de Michelle Bachelet. En este contexto, llama la atención que los proyectos que llevarán la delantera son aquellos destinados al combate de emergencias naturales, como la Ley Onemi y la creación de un Sistema Nacional Forestal.

Al respecto a las dudas que existen dentro del país, se requiere de una institucionalidad fuerte y moderna que permita enfrentar, de manera oportuna, las diversas catástrofes naturales que año a año nos ha tocado vivir. Nadie puede oponerse a legislar sobre una materia tan sensible y necesaria.

Sin embargo, resulta preocupante que el gobierno abandone o deje en un plano secundario materias que la ciudadanía viene demandando, tales como el proceso constituyente, reforma clave y uno de los principales compromisos del programa de Gobierno, que además, implicó un costo de 2.800 millones de pesos. O la demanda por un nuevo sistema de pensiones que convocó a miles de chilenos en diversas marchas a lo largo del país, y que no es más por el justo anhelo de poder vivir una vejez con dignidad.

A nuestro juicio, el hecho de que materias tan fundamentales para los ciudadanos, como las señaladas anteriormente, no formen parte de las prioridades legislativas del gobierno, da cuenta de que este ha abandonado su vocación transformadora, y ha decidido dejar de gobernar para dedicarse a administrar y ordenar a la Nueva Mayoría entorno a proyectos que no generen mayores fricciones entre los partidos en tiempos de elecciones.

Solo escuchando a la ciudadanía y respondiendo a sus demandas el gobierno podrá volver a recobrar la confianza de la gente, así como también mejorar su aprobación y ayudar a su coalición a tener mejores resultados electorales.

Lo anterior constituye un grave error. Los gobiernos no están para ordenar a la coalición, están para gobernar hasta el último día de su mandato, por eso el llamado al gobierno es a quitar el freno de mano, a retomar el ímpetu progresista y establecer como prioridades aquellos proyectos que van en relación con lo que los ciudadanos hoy demandamos. Nuevo sistema de pensiones, nueva constitución, aborto 3 causales, fin a la ley reservada  del cobre, entre otros.

Solo escuchando a la ciudadanía y respondiendo a sus demandas el gobierno podrá volver a recobrar la confianza de la gente, así como también mejorar su aprobación y ayudar a su coalición a tener mejores resultados electorales.

Hacer lo contrario constituye una verdadera eutanasia política para el gobierno y sus partidos.

1

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

1 Comentario

Y luego de la eutanasia, qué ?

De nuevo lo mismo. Otras elecciones populistas. Otro Programa para la televisión y otro período de hacer lo que se pueda. Hoja de ruta para la tele, nuevamente, y nuevamente también, hacer lo que se pueda y especialmente no hacer aquello que no convenga a la institucionalidad política.

¿Es el camino a una democracia mejor continuar con las elecciones presidenciales, de alcaldes, de diputados y senadores, así como la designación de los 300 de confianza del Presidente, tal como siempre lo hemos hecho?

Ese tal como lo hemos hecho incluye

– votar por un Presidente que nos proponen. Y nosotros miramos todo por la tele. Y votamos por uno de ellos y no por el que la gente pudiera proponer.

– ver cómo se palanquea un Programa de Gobierno de aquí para allá, sin que sea el Programa de Gobierno que quiere la gente, porque la gente no construye el propio y se lo asigna a su candidato.

Ese pequeño razonamiento nos debe hacer preguntarnos si acaso nos gustaría construir ciudadanamente un Programa de Gobierno propio y tener un candidato independiente propio, idea que se puede extender a c/cargo del Estado, incluidos el Parlamento y el Senado.

Las preguntas aquí son:

¿Qué nos impide tener un Prog. de Gobierno y un candidato presidencial propio, o media docena de precandidatos?.

¿Queremos realmente que las cosas cambien?
¿Creemos que cambiarán viendo en la tv la próxima elección presidencial sin un candidato propio?

¿Queremos Programa y candidato ciudadano?…