Por estos días se ha instalado el tema migratorio en la agenda política y con ello se ha suscitado un debate que da cuenta de nuestro escaso conocimiento sobre el tema y de la poca preparación de Chile como país de acogida. Los datos son bastantes discretos en términos de la magnitud del fenómeno (2,3% de la población), sin embargo la aceleración de la llegada de extranjeros en los últimos años, la composición de los flujos recientes y el hecho que Chile se constituya en destino migratorio, son elementos que inquietan a algunos sectores. Sin embargo el fenómeno migratorio no es nuevo en Chile y su presencia en el territorio es variable y dispar a nivel regional.
Las regiones de Tarapacá y de Antofagasta fueron incorporadas definitivamente entrado el siglo XX (1904-1929) y ello supuso la conversión de sus habitantes, especialmente peruanos tarapaqueños, en extranjeros una vez terminada la Guerra del Pacífico. A partir de ese momento y en el contexto del auge de la minería del salitre (1880-1930), las regiones extremas atrajeron a miles de personas del sur de Chile, de los países fronterizos y de Ultramar. De hecho según el censo de 1907 casi el 40% de la población tarapaqueña era extranjera y de ese universo un 85% era peruano o boliviano. Durante todo el ciclo de expansión del salitre la proporción de extranjeros en Tarapacá fue la más alta a nivel nacional y luego de la crisis si bien disminuyó, el número de extranjeros, el porcentaje siempre fue mayor respecto del nacional.
En el norte de Chile la interacción de las regiones nortinas con los países vecinos es alta y está dinamizada por los flujos de mercancías que mueven en la actualidad los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta y la Zona Franca de Iquique. Por tanto lo que se registra, en particular en las regiones I y XV es un movimiento constante de personas de origen boliviano y peruano que cruzan la frontera para trabajar y comerciar y luego retornar a su país una vez cumplidos sus propósitos. Por otra parte, hay un movimiento inverso menos conocido que es el de chilenos, especialmente ariqueños, que cruzan a Tacna para comprar, ir al médico, al dentista o al oftalmólogo o con fines turísticos y de ocio. Este año se registran más de 6 millones de cruces – en ambas direcciones – por el paso fronterizo de Chacalluta y la proporción de chilenos y peruanos es similar.
A estos movimientos se suman otros como consecuencia de la negación en el ingreso por paso habilitado basado en criterios xenófobos o racistas que agregan requisitos de ingreso al país inalcanzable para algunas nacionalidades, como es el caso de los dominicanos. Así la región fronteriza se constituye en el escenario para organizaciones delictivas que trafican y tratan con personas que no tienen la opción de dar media vuelta y regresar a su país, lo que alienta al ingreso por paso no habilitado exponiendo la vida y en varios casos encontrando la muerte como fue el caso de las mujeres dominicanas recientemente.
Por tanto, los movimientos y flujos de población presentes y visibles en el norte del país son intensos y variados, lo que implicara una consideración particular en el tratamiento migratorio, en el marco del actual debate que suscita la necesidad de una Nueva Ley Migratoria. A partir del conocimiento de los flujos de población en el norte de Chile queremos aportar con ideas para la futura ley migratoria.
1. La creación de una tarjeta de Cruce Fronterizo, para el “habitante de frontera” que puede ser un carnet de frontera como el border card usado en la frontera de EEUU y México que habilita para circular y trabajar dentro de un perímetro determinado como es el caso de Arica y Tacna. Otra opción es la ratificación de visas MERCOSUR y la entrada en vigencia del Acuerdo de Residencia para la población peruana.
2. Es urgente que dentro de los cambios administrativos del otorgamiento de visas y otros permisos, se trabaje en la disminución de los plazos de entrega de visas para evitar el trabajo informal y precario.
3. En cuanto a la prevención de la Trata y Tráfico es importante diferenciar en el ingreso quienes entran en calidad de turistas y quienes ingresan por motivos laborales.
4. Es necesario impulsar un proceso de integración subregional para el desarrollo fronterizo. Hay que avanzar en una política exterior que vea el continente sudamericano y Latinoamérica como una oportunidad de desarrollo endógeno, independiente y autónomo.
Sabemos que los vientos que corren tientan a algunos políticos a utilizar la migración como el chivo expiatorio de los males nacionales y a usar argumentos de la migración “selectiva” para evitar las “amenazas” de la llegada de extranjeros. El modelo de Trump y de la derecha europea está dando dividendos y los políticos interesados en el poder no quieren quedar fuera del reparto de las ganancias políticas que redita este discurso facilista. Esperemos que este ejemplo no cunda y que las buenas ideas que circulan desde las organizaciones migrantes, la academia y la experiencia regional sean consideradas en el debate nacional.
Así la región fronteriza se constituye en el escenario para organizaciones delictivas que trafican y tratan con personas que no tienen la opción de dar media vuelta y regresar a su país
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José Luis Silva larrain
Le sugiero estas vacaciones leer una obra magistral que habla mucho del desarrollo regional y migración. Un sabroso e impresionante relato de la historia verdadera de un chileno que en su infancia migra a Mendoza con su familia en tiempos de persecución y fusilamiento de los hermanos carrera. En su juventud migra a California seducido por el oro donde pasa fabulosas aventuras y desventiuras junto a un grupo de chilenos y ya adulto se hace cargo de la migracion alemana en el sur con lo que se consolidó la soberanía impidiendo así que se perdiera esa región como se perdió el resto de la Patagonia ahora perteneciente a otro país por culpa de malos cuidadores, como los autores de este artículo.
Saludos
José Luis Silva larrain
En el parrafo anterior hablo del libro «Re cuerdos del pasado». Una entretenida autobiografía de Vicente Perez Rosales. Una maestría en el tema migratorio si refleccionan esta magna obra de nuestra literatura con este enfoque.
Servallas
«…El modelo de Trump y de la derecha europea está dando dividendos y los políticos interesados en el poder no quieren quedar fuera del reparto de las ganancias políticas que redita este discurso facilista….» Hasta aqui la lectura daba la sensación de ser un razonamiento serio, algo de aporte, después de esto uno se da cuenta que es más de lo mismo, el lobo vestido de cordero, la careta ideológica. Quizás el objetivo de muchos de hacer una nueva ley migratoria sea al fin y al cabo, que no haya ley migratoria.
José Luis Silva larrain
Entramos a un tema filosófico. Las políticas de una nación deben priorizar el desarrollo y bienestar de los habitantes del país o hacerse cargo de problemas de la humanidad? por ejemplo debemos renunciar al desarrollo para hacernos cargo de los rechazados de países emergentes como Australia Nueva Zel y otros que califican de fascistas según el articulo?
Saludos