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Termoeléctrica Barrancones: los oscuros conflictos de intereses

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La aprobación de termoeléctricas es lo más oscuro desde que tengo memoria. No obstante lapidarios estudios técnicos que presagiaban calamidades ambientales contra la vida, gobierno de Piñera desconoció estas voces y aprobó el proyecto Barrancones. Autoridades actuaron al linde de la corrupción. Es un escandalo que quienes votaran favorablemente, mantuvieran, hasta hace muy poco, vínculos laborales y de negocios con la empresa Suez Energy.

La directora regional de CONAMA, Claudia Rivera, trabajó para la consultora “GAC”, empresa ambiental asesora de la  termoeléctrica.  Esta consultora fue cuestionada en 2003 por la Contraloría Regional de Coquimbo, porque tomaron el informe de una arqueóloga externa y entregaron a los servicios sectoriales información sesgada que los favorecía.

La Seremi de Mineria, Jocelyn Lizana, es dueña de la empresa “Cyclus”, empresa actualmente proveedora de maquinaria a dueños de la termoeléctrica. 

El Gobernador del Elqui, Pablo Argandoña, trabajó para “CGE Transmisión Zona Norte”, empresa que compró generación de energía a Suez Energy.

El intendente Gahona, en la campaña parlamentaria manifestó su apoyo a termoeléctricas, por lo cual se debió abstener en votación.

A éstos se suman el ministro de minería, Laurence Golborne, quien trabajó para Electroandina, dueños de Barrancones, y la ministra de medio ambiente, María Ignacia Benítez, quien trabajó para la controvertida consultora GAC, siendo contratada para llevar ella misma los estudios de impacto ambiental del proyecto Termoeléctrico (suena increíble pero es real).

Existiendo estudios serios sobre impacto ambiental negativo de la Termoeléctrica, de universidades, centros de estudios, y propios organismos de gobierno como la CONAF (que en su dirección anterior denunció el impacto de Barrancones), y a la luz de estos antecedentes que involucran en distintos negocios a estas autoridades quienes votaron favorablemente a la termoeléctrica, podemos pensar sólo dos cosas: o son lo suficientemente faltos de criterio para ser persuadidos por argumentos poco sólidos como los entregados por Suez Energy, o pesaron fuertemente las influencias de todo tipo sobre ellos.

Si sumamos a ésto los viajes a Europa financiados por la termoeléctrica a miembros de COREMA, los televisores y refrigeradores regalados a pobres pescadores para comprar su voluntad y el posible financiamiento de campañas políticas, la aprobación del gobierno a las termoeléctricas es lo más turbio que hemos visto en los últimos tiempos.

Las autoridades involucradas deberían actuar moralmente y renunciar a sus cargos.

Con la Concertación, pese al fuerte lobby y la intención de una parte del gobierno, las termoeléctricas fueron resistidas, siendo rechazadas en dos oportunidades, pero con la llegada de la derecha, el camino quedó abierto. 

Hoy estamos a un paso de un exterminio de la vida. Si todo continúa igual, Punta de Choros pasará a la historia como un santuario de la naturaleza destruido por el hombre. El presidente Piñera, el intendente Gahona, la gobernadora Verdugo, el gobernador Argandoña y todos aquellos que participaron de esta oscura resolución, serán apuntados como se apunta a aquellos que destruyen la vida.

Pero la semilla de conciencia que ha sido germinada en miles y miles de jóvenes, no podrá ser borrada. Muchos resistiremos, y no seremos parte de los que cambian dinero por vida. Cada día somos más los que creemos en el desarrollo sustentable, y en la vida en armonía con la vida. Tenemos mucha energía para seguir luchando por lo que creemos justo.

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5 Comentarios

jorge1812

En honor a la verdad, eso de que «con la Concertación, pese al fuerte lobby y la intención de una parte del gobierno, las termoeléctricas fueron resistidas, siendo rechazadas en dos oportunidades, pero con la llegada de la derecha, el camino quedo abierto» no es cierto y lo ocurrido con Campiche lo demuestra.

Por algo, los vecinos levantaron un recurso de protección en contra de Patricia Poblete y de Edmundo Pérez Yoma, ministros de Vivienda e Interior, del gobierno anterior.

Acá el problema va más allá del lado que sea el gobierno, y tiene relación con las estrechas relaciones entre el mundo corporativo y el mundo político, de las cuales la Alianza y la Concertación sacan provecho y no pretenden controlar.

Son los ciudadanos como sociedad civil los que deben defenderse de esa asociación.

    dmanouchehri

    dmanouchehri

    Estamos de acuerdo….. el poder de las grandes corporaciones, las lukas y la politica.

    daba para otro tema. Aca trata de ser resumido en lo que importaba, denunciar el conflicto de interes inmediato…

llabur

Estoy de acuerdo contigo Daniel, pero no hay que olvidar, que la ex Presidenta Bachelet es la madre de las centrales a carbón, pues antes de su mandato estuvimos casi 13 años sin instalaciones de termoeléctricas y durante sus 4 años de mandato se aprobaron más de 10!!!

Además, hace mas de 3 años que se está protestando por el proyecto de Pascua Lama ya que incluía el deshielo de 2 icebergs en la cordillera y la contaminación de un río. Esto sucedía en los gobiernos de la Concertación y el proyento fue aprobado.

La Directora del Corema de Coquimbo, es funcionaria por mas de dos años e ingreso por concurso de Alta Dirección Pública, durante los gobiernos de la Concertación, así que las culpas son compartidas.

El Presidente Piñera debe cumplir con su palabra y no permitir la destrucción de Punta de Choros, pero la herencia de la Concertación fue dolorosa y está cobrando sus víctimas….no lo olvidemos.

xavier

De estar la concertación en el gobierno, también se habría aprobado Barrancones. Mal que mal esta central se empezo a planear durante los gobiernos anteriores y nada se hizo para detenerla.

jorge1812

Creo que para abordar el problema, ese nexo entre Estado y grandes corporaciones, hay que verlo en sentido amplio, de lo contrario, quedamos encerrados en la trinchera política, que sanciona actos similares de manera distinta.

La sociedad civil, sin depender de partidos políticos, ni del Estado, debe ser fortalecida para poder defenderse.