¿Quién podría oponerse a la creatividad como valor social? En estos tiempos con tanta incertidumbre y pocas seguridades, quizás es la creatividad la única que nos puede ayudar a sortear lo que se nos viene, sea lo que sea.
A nivel de personas, existen dos tipos de creatividad: la psicológica y la histórica. La creatividad psicológica (creatividad-P) sería un mecanismo cognitivo, y por lo tanto inherente a la condición humana. La creatividad histórica (creatividad-H) sería parte de un proceso social, y por lo tanto relevante para una comunidad específica que tiene existencia histórica. Los productos de la creatividad-P serían novedosos para un individuo, mientras que los productos de la creatividad-H serían novedosos para comunidades completas.
Si la creatividad-P es un mecanismo cognitivo, un ser humano normal respondería de forma innata a la creación y/o aceptación de productos innovadores en sus interacciones diarias con el mundo material y abstracto. Sin embargo, la evidencia histórica en el desarrollo de las ciencias indica que esos mecanismos innatos no son los únicos que actúan al momento de responder a la creatividad-H. En su libro La Estructura de las Revoluciones Científicas, el historiador Thomas Kuhn desarrolla la tesis de que no es la racionalidad pura la responsable de que una idea científica cambie para transformarse en el paradigma que guíe la actividad normal de un científico. Lo que está detrás de los cambios de paradigma sería la acumulación de evidencias que contradicen el paradigma –anomalías- , pero que adquieren notoriedad social mediante mecanismos políticos. Esos mecanismos políticos, a decir, el poder de que una idea anómala se disemine entre los que practican las ciencias normales, están en el centro de las disputas que definen cómo se hace ciencia. Así ocurrió con el modelo geocéntrico versus el heliocéntrico, con los modelos termodinámicos que explican la energía, y con los modelos atómico-moleculares que explican la naturaleza de la materia. Se puede decir que esto ocurre actualmente con el modelo neoliberal como paradigma de la vida económica, pues cada vez se ven más anomalías.
Es por ello que la creatividad-P no puede sino estar condicionada dialécticamente por las posibilidades de la creatividad-H. Es decir, nuestros mecanismos cognitivos son capaces de actuar siempre creativamente, pero para que los productos de esa creatividad-P adquieran relevancia social, se requiere de mecanismos de socialización y políticos que actúan en condiciones particulares. Así pasó con la industria tecnológica. No es ningún misterio que la industria tecnológica no resuelve problemas a necesidades sociales, sino que está constantemente creando necesidades para satisfacerlas con sus productos. Es un proceso constante de reinvención que requiere de una industria del conocimiento: la destrucción creativa.
Cuando las tendencias productivas del mundo industrializado comenzaron a cambiar, moviendo su producción industrial hacia otros países, la naturaleza del trabajo también cambió. Se necesitaron otro tipo de habilidades, que requerían de una industria del conocimiento. Es así como creció la oferta académica de nivel superior, al mismo tiempo que cambiaban las necesidades de los grandes capitales globalizados. Ahora se requiere del antiguo trabajador industrial primermundista que obtenga un conjunto de credenciales académicas que le permitan trabajar inmaterialmente, principalmente con información. Allí se instala el paradigma de la innovación como centralidad productiva, y por ende, cualquier cosa que sea innovadora es justificada a la luz de las necesidades del trabajo inmaterial. Claro que las necesidades del trabajo inmaterial son mucho más difusas que las del trabajo industrial concreto.
El modelo productivo de Apple Inc., como el de todo el sistema de oferta tecnológica actual, sigue la idea de la obsolescencia programada y/o de la destrucción creativa. Así ocurre también con los actuales mercados materiales e inmateriales, como lo es la telefonía móvil, el retail, la industria del software, del consumo cultural, del mercado educacional, de los seguros, pensiones y salud, de la publicidad. El valor de la creatividad para el mercado hoy es un soporte estructural del modelo de explotación financiero, y se basa en la creación constante de necesidades de consumo mediante mecanismos de control social. Para ello se requiere acceso al conocimiento de los sujetos sociales: un mercado de producción inmaterial. Pero también se requieren trabas al acceso al conocimiento, como lo son las actuales trabas económicas para obtener credenciales educacionales, o las trabas impuestas por los derechos de patente y propiedad intelectual, y el cobro para el acceso a la creación de conocimiento avanzado que se publica en revistas académicas.
Puede ser por coincidencia histórica o causalidad ideológica que este tipo de actividad productiva, la creación constante de necesidades, fue requerido por los grandes grupos financieros que comenzaron a diseñar un sistema global de movilidad del capital, prescindiendo crecientemente de las barreras de los Estados-Nación. Este requerimiento masivo cambió las condiciones de trabajo de numerosos segmentos sociales, cambiando con ello sus condiciones de vida y sus necesidades. Es allí donde la creatividad de los mercados tecnológicos post-modernos se hace carne, siendo el recientemente fallecido creador de la industria Apple –Steve Jobs- un pionero en ello.
Los íconos son útiles armas políticas porque encarnan valores que permiten ejemplificar las bondades de ciertas perspectivas en disputa. En la presentación de Milton Friedman, el ícono e intelectual creativo del neoliberalismo, como galardonado del Premio Nobel de economía se le caracteriza como “propenso y hábil para influenciar y alterar efectivamente las nociones actuales y el conocimiento previamente establecido”. Milton Friedman es adorado por los dueños del capital financiero mundial. Asimismo el presidente Sebastián Piñera publicaba en su Twitter “Murió Steve Jobs. Un hombre que con su creatividad, inteligencia y emprendimiento inspiró a toda una generacion”. Muchos admiran a Jobs por su creatividad. Con todo respeto, yo creo que no era más creativo que usted que lee esto. Creo que el modelo lo ayudó a él, y ahora es un relato más de éxito que fortalece las ideas liberales de superación personal. Pasó de ser una persona exitosa a ser un nuevo relato testimonial del “sueño americano” en su versión global y neoliberal.
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iedusal
Como tu bien dices. ninguna novedad. Pero ¿cómo se juzga que alguien es más creativo o «mejor»? eso no es obvio, y la respuesta es ideológica. De allí que Jobs tenga tanto bombo hoy en día.
Saludos.
Hector Garzo Toro
A quien te estás refiriendo..Lavín, Allamand, Goldborne o a todos juntos?…jajajaja
andres-acuna
El problema de las ideologías es que restringe las visiones y monotoniza los discursos. A veces me pregunto ¿en qué sistema socioeconómico el hombre estaría mejor? y luego de leer la prensa, blogs, columnas, artículos, ensayos y libros me respondo «en ninguno», porque al parecer es condición inherente a la naturaleza humana sentirse amenazado y oprimido por el entorno.
No soy consumidor de tecnología, sin embargo estaría ciego si no reconociera que todos estos nuevos «productos tecnológicos» han cambiado la forma de vivir y convivir. De hecho este medio de comunicación e información (internet y todos sus derivados) es el mejor ejemplo. Si alguien tiene una buena idea, la trabaja, la implementa y el resto de la sociedad la avala es un triunfo para todos, porque el beneficio de esa idea es usado por todos, independiente de sus ideologías. Cierto que la industria crea necesidades y que hay gente que actúa como ganado vacuno, pero eso no quita que los avances tecnológicos son mérito más de la creatividad y capacidad humana individual que de los modelos o sistemas sociales. Creo que la inteligencia siempre brilla por sí misma, ya en Silicon Valey, ya en un Soviet, y si bien todos de alguna forma somos creativos, negar que hay personas más creativas e inteligentes que otras se acerca bastante a la caricatura del resentido y amargado social.
iedusal
Yo creo que el mejor producto tecnológico es el lenguaje escrito y sus derivados: la imprenta, los lápices, los pizarrones, etc. Es muy fácil comprarse el cuento de la tecnología como fetiche y no como un producto de nuestra cognición.
Las ideologías son también productos de nuestra cognición, y son ideologías porque son avaladas por muchos. El tema es que, aunque muchos no lo queramos, las consecuencias y acciones ideológicas (que todos tenemos por cierto) llevan a la exclusión de unos y otros. Tu mismo calificas de resentido y amargado social a quiénes niegan que hayan personas más creativas que otras. Esa es una expresión ideológica en su más puro estilo.
En lo personal, insisto en que la creatividad es innata a nuestra especie, y que ciertos productos que derivan de ella son más fáciles de diseminar bajo ciertas ideologías. ¿Cómo mides la creatividad de alguien? Simplemente no se puede aún. Incluso el término «creatividad» es un invento creativo para una abstracción. Solo aceptamos que existe, y sabemos cuándo está presente. Pero medirla… no creo que se pueda.
Saludos.
marceleau
Don Iván, en su lugar no sería tan duro con Jobs. Recuerde que si no fuese por el capitalismo, no existiría internet y usted no podría ejercer su derecho a crítica urbe et orbi mediante una maquinita que, oh sorpresa, también es obra de la creatividad capitalista.
Piénselo.
iedusal
Ojo, yo creo que Jobs fue una persona importante que aprovechó muy bien el tiempo que le tocó vivir para encarnar las «bondades» del capitalismo. Eso no lo exime de lo que es: un producto de su tiempo, tal como somos nosotros hoy. Atribuirle al capitalismo el que nosotros podamos expresar ideas en internet es un poco estirado. Yo no niego que la creatividad existe, de hecho, dejo bien claro que es un mecanismo cognitivo inherente a nuestra naturaleza. Ahora, nosotros creamos productos, expresamos nuestra creatividad, con distintos propósitos. El capitalismo y los capitalistas hacen lo suyo con lo que tienen. Nosotros también.
ptorrealba
Estimado Iván:
Lo interesante de cuestionarse la tecnología y los íconos que vemos impulsándola es el «pecado» y la obsesión que supone adquirirla, tal como la manzana mordida que representa apple (suposición propia). Ahora el modelo está y es exitoso porque existe un nicho donde fecunda; este nicho está creado y es alimentado por «la velocidad de los tiempos» en conjunto con la ineficaz forma de utilizar la tecnología. Para mi el consumo ineficaz de estos aparatos solo se justifica (con una suerte de compensación) con la inteligencia de saber reutilizar, reciclar, heredar estos aparatos. Por tanto el problema no es consumirlos, sino no tener la conducta, el sentido y el hábito de Re-Ciclar…o volver al ciclo de producción. Esto termina con la obsolescencia programada y su cadena sin ciclo.
Homenaje a Steve Jobs, por supuesto, así como debería homenajearse a todo aquel que utilice su mente para la creación que es compartida en sociedad.
Saludos y los invito a ver mi opinión en dos entradas
http://bit.ly/hrEUS4 «Apague el televisor: La verdadera hora del planeta»
http://bit.ly/nq0FO7 «Cambiar el computador ¿Necesidad o capricho?
iedusal
En un video de apoyo al movimiento estudiantil, un académico inglés decía que el neoliberalismo nos hace ser personas que no queremos ser. En ese sentido, te puedes transformar en consumista sin querer serlo, siendo ese el único valor al que aspirar.
Ahora, la idea de reciclar-reusar es válida y una fuente de ‘resistencia’ si es que se le da un valor medio romántico. Pero en el sentido extricto, acá existe instalado un sistema en donde el valor del reciclaje se pierde por el de re-consume. Apple Inc., de la que Jobs fue gerente, perdió un juicio porque no vendían baterías de repuesto para los iPhones. Si querías una batería nueva, tenías que comprar un iPhone nuevo. Ese no es un caso especial, es la regla del mercado capitalista actual. Por eso, las resistencias no solo deben hacerse contra el consumo en si, sino contra la forma (creativa, por cierto) en que el consumo se construye. Crear íconos es una parte de ello, y eso es lo que han hecho con Jobs.
Saludos y gracias por los links. Creo que ya había leído tus columnas.
jorge1812
Estimado Iván, pregunta “¿cómo se juzga que alguien es más creativo o mejor?” Y dices, eso no es obvio y la respuesta es ideológica.
Pero no. Lo primero sí es efectivo, eso no es obvio. Todos tienen un potencial creativo. Pero lo segundo no es del todo cierto. Quién es –o se muestra- como más creativo o mejor, está determinado por circunstancias y azares diversos de la existencia, entre eso lo ideológico. El hombre y sus circunstancias.
Pero el detalle es que esa variable de lo ideológico, no es sólo del capitalismo, como pretendes, sino de cualquier orden social. Por ejemplo ¿Son Silvio Rodríguez o Pablo Milanes los más creativos cantautores cubano?
Por otro lado, el lenguaje surge de manera espontánea, no planificada. Y por eso no es un invento atribuible a un solo individuo creativo como pueden ser otras cosas específicas. De hecho, lo inventos y las ideas son una secuencia. Nadie ha inventado algo de la nada.
Y claro, el éxito de una creación también depende del contexto. Así, el inventor del congelador, si hubiera estado en Alaska probablemente no habría continuado con sus inventos.
Lo que me genera ruido es esa distinción cuando dices “El capitalismo y los capitalistas hacen lo suyo con lo que tienen. Nosotros también”.
pablo-carcamo
Yo creo que se pierde el foco del artículo al intentar definir si la creatividad es más o menos individual o social.
Lo importante es lo que el autor señala como el fetiche de la creatividad en nuestros tiempos, que tiene que ver con la definición de la creatividad como fin último sin si siquiera reparar en sus reales implicancias. ¿Es más creativo Jobs que el señor de la esquina? Probablemente no, pero no importa, porque Jobs supo identificar el tipo de creatividad que la sociedad neoliberal busca y necesita y la convirtió en un negocio.
El problema es que como sociedad estemos buscando, valorando y poniendo en altares a personas que son capaces de identificar y desarrollar esta creatividad mercantil y endiosemos a quienes la encarnan.
La ideología detrás de la ilusión de pensar que Jobs fue uno de los seres humanos más creativos que han existido esta soportada por el esquema de sociedad actual basado en el consumo (de las industrias culturales y tecnológicas en este caso). Esta es para mi la crítica fundamental a la «creativización» ideológica de la sociedad y la economía.
iedusal
Jorge, la insistencia de que algo es «mejor» que otra cosa es una decisión ideológica.
El lenguage escrito no es espontáneo, por si acaso. Es un producto tecnológico porque requiere no solo la cognitividad innata, sino que un esfuerzo cognitivo desplegado colectivamente.
abechtold
Como bien se argumenta, Jobs fue una persona que supo encontrar su espacio dentro de un modelo; y su accionar exitoso justifica el modelo, ya que muestra como alguien sin muchas posibilidades, en base a su ingenio y capacidad, triunfa, pasando a ser un ícono de este.
Pero el punto central detrás de todo es que se mira con recelo y con escepticismo todo lo que huela a validar el modelo económico. De alguna forma, con la crisis actual, hay una validación de los argumentos opositores, y aparecen, obviamente, artículos como este en que se puede profundizar en los detalles y ejercitar la crítica. Es el minuto en que, lo que huela a capitalismo es , al menos, cuestionable.
El gran problema de esta situación es que NADIE ha diseñado un sistema mejor que el actual. La única alternativa, real, que se ha probado, el comunismo, fracasó de plano por renegar de los fundamentos VALIDADOS por muchos filósofos, incluido Marx, en que el interés individual es el motor de las personas en la sociedad. Y, curiosamente, la gran mayoría de las críticas y rabias, van contra ese concepto, CUANDO ES OTRO el que lo ejerce; pero obviamente lo validan cuando es por el interés propio. No ha aparecido un sistema económico que tenga un fundamento tan fuerte como este en sus bases; la mayor alteración es proponer un ENTE superior (Estado) que, reconociendo este paradigma, lo enfoque para beneficio de las masas. PERO NADIE PROPONE UN SISTEMA REAL EN QUE EXISTA OTRO EJE tan conectado a la esencia humana como es el sistema imperante.
En mi parecer SI podría existir otro, pero solo podría existir cuando la ESCASEZ no exista. Ahí no habría que luchar por los recursos.
Pero para llegar a eso, hay que recorrer un camino enorme, todo el mundo, y al mismo tiempo.
Luego de todo esto, ¿es Jobs un ícono del sistema?….si, pero del único sistema que existe..
iedusal
Creo que tu aseveración de que NADIE ha diseñado un sistema mejor que el actual se remonta a las dicotomías del siglo xx solamente. No creo que sepamos si existió o no un mejor sistema si nos fijamos solamente en mente las alternativas comunismo-capitalismo.
Estoy de acuerdo contigo en que no hay un sistema alternativo propuesto, y creo que puede existir. Sin embargo, la alternativa tiene que ser plausible para muchos, y eso implica, desde mi posición, cuestionar los íconos que sostienen los valores del sistema capitalista en su versión neoliberal.
Saludos
abechtold
Ivan, las estructuras económicas anteriores no fueron «diseñadas». Es más, el capitalismo tampoco. Solo el comunismo tuvo visos de diseño real.
Como digo, yo también creo que pueden existir, pero si se presenta una situación de no-escasez. Cuando existe ese tema, aparece el muy humano sentimiento del «yo primero».
pablo-carcamo
Dentro de este esquema la construcción de la creatividad como un bien escaso es fundamental, y es ahí donde entra la maraña ideológica de los derechos de autor y patentes. Mientras las ideas y la cultura se entiendan como un bien escaso creado solo por «iluminados» el rol de construcción de ciudadanía y espacio público de la ciencia y el arte se ve truncado en favor de la atomización y construcción de un sujeto que sólo recibe información para comprar pero es incapaz (y no debe) de crear o influir en la sociedad.
iedusal
Estoy de acuerdo contigo. La gran amenaza de internet, como producto capitalista, es que aumentó el rango de los productores de cultura y conocimiento, quitándole un espacio de poder a las élites iluminadas, acostumbradas a ser quienes dictan los patrones de riqueza y pureza intelectual, moral, y cultural.
jorge1812
Pablo Carcamo:
El fetiche de la creatividad siempre ha existido. Desde hace siglos, quienes expresan ciertos dotes creativos en comparación al resto, han sido valorados o elevados como iluminados. Eso no es nuevo, se ha dado en diversos ámbitos.
Por otro lado, es errado decir que Jobs captó el tipo de creatividad que la sociedad neoliberal busca, el tipo, simplemente inventó un aparato que al resto de los mortales les gusta usar.
La sociedad y los individuos siempre buscan destacar en algo. Por eso, algunos hacen música, poemas, cantan, escriben libros, inventan cosas, etc.
Por lo mismo, eso de la creatividad mercantil es una falacia, como si hubiera tipos de creatividad. Es la misma falacia cuando antes intentaban decir que había arte capitalista y arte comunista, y que esta última era mejor (y entonces endiosaba sólo a los escritores que hacían odas al dictador de turno). La creatividad es la creatividad.
Ahora bien, cuando muere alguien, siempre se dice que fue el mejor, que era inigualable, que tenía cualidades superiores…pero eso, se da en cualquier orden social, porque el ser humano tiende a hacer eso.
Iván: efectivamente, quien decide que es lo válido o no en una sociedad, es el poder o la hegemonía imperante generalmente. Lo mismo –que pareces ver sólo en el “neoliberalismo”- pasaba en la URRS, en Cuba, en China, en la antigua Roma, en Grecia.
Y por otro lado, el lenguaje surge de manera espontánea, no planificada, ni siquiera es un esfuerzo cognitivo desplegado colectivamente.
Que yo sepa, nadie –ni siquiera un grupo- se paró un día y dijo, inventaremos el castellano, o el inglés, o el aymara.
El lenguaje surge del intercambio constante entre individuos, donde se agregan y eliminan palabras no de manera deliberada sino que de manera espontánea. Nadie dijo un día: ya, ahora los jóvenes en vez de decir “malón”, dirán carrete.
Es más, hace años atrás, hubo un intento de crear un idioma universal, y fue un fracaso por lo mismo.
Saludos
iedusal
Es interesante como te pones en una posición de poder para decir que es errado decir algo. Las personas que usan su creatividad lo hacen en función de algo, no es en abstracto o sin sentido, aun cuando tu creas que puedes llegar y decir que uno está errado.
No es ninguna novedad lo que dices, y sí, me carga el neoliberalismo y lo que produce en las personas, y se me cuelan los argumentos de tipo empate como que «también pasaba en Cuba» o en la conchinchina.
Por último, si lees detenidamente notarás que me he referido al lenguage ESCRITO. Ese no surge de forma espontánea, y requiere de esfuerzos no solo cognitivos, sino que de sistemas de reproducción social (como la educación). Y por cierto, si hay grupos que se paran y organizan para decir como se deben decir o escribir los productos del lenguage. Nuestra fauna criolla cuenta algunos bastante famosos hasta hoy.
pablo-carcamo
Hay que tener cuidado con otorgarle la condición de «dada» a una situación que puede ser analizada en base a causas.
Con esto me refiero a la frase: «el tipo, simplemente inventó un aparato que al resto de los mortales les gusta usar».
Hoy en día estamos en un sistema económico que necesita del consumo permanente. Jobs identificó que además la creación cultural y la tecnología poseen una valoración social que nunca antes había existido, probablemente determinada por la influencia de Internet, las conexiones globales y el desarrollo de las industrias culturales en este contexto.
En base a esto fue capaz de desarrollar modelos de negocio que se adaptaban a esta situación, preocupándose de patentar sus ideas para evitar competencia y generar así monopolios de distribución. La generación de una estructura de comercialización basada en «la última moda» ayuda a construir un imaginario de deseo a las creaciones tecnológicas al que hacía referencia con la idea del fetichismo por la creatividad. No se trata de que se valore o no la creatividad, si no de la especial valoración en la jerarquía de intereses de hoy.
Es por esto que el titulo de Ivan me hace sentido, calificando a Jobs como icono del neoliberalismo, entendiendo la estructura del desarrollo de la tecnología en nuestro actual sistema de desarrollo económico y su valoración social.
Ya que la discusión prendió aprovecho de dejarles otro artículo argentino al respecto: http://www.pagina12.com.ar/diario/cdigital/31-178609-2011-10-11.html
Saludos.
jorge1812
Estimado Iván ¿Qué posición de poder? Decir que algo es errado porque carece de lógica no es ejercer una posición de poder.
Por otro lado, las personas usan su creatividad con diversos propósitos, por ego, para solucionar algún problema, por dinero, por curiosidad. Ergo, la creatividad no depende directamente del modo de producción, como pretendes. Lo que depende del modo de producción es la valoración que se da a ciertas cosas creadas. Por eso, un congelador en Alaska no sería muy valorado.
Ahora, en cuanto al lenguaje, por qué haces esa distinción artificial entre el lenguaje escrito y el hablado. Lo cierto es que el lenguaje escrito tampoco es creado de manera deliberada. Se reproduce de manera deliberada pero no es creado de esa forma. ¿Quién inventó nuestro alfabeto? ¿Cuál es su origen?
Confundes el origen del lenguaje, que no es deliberado, con el uso que le dan quienes ejercen poder.
Saludos
iedusal
Tu dices que algo es errado por lógica, pero lo que escribes reduce el argumento para ponerlo en tu favor. La lógica es un invento (creativo por cierto) del racionalismo, que es la posición de poder que ha dominado el mundo positivista del siglo xx.
En ningún caso he dicho que la creatividad depende del modo de producción. Lo que he dicho es que la creatividad ES el modo de producción, y que hoy se ha instalado como valor por la influencia de cambios importantes en las economías de los países industrializados (o post-industriales). Por eso que se generan espacios para convertirla, artificialmente, en un bien preciado como si no existiera cognitivamente. La creatividad es invisible sin productos creativos, y si existen diversos lenguajes escritos en el mundo es porque se han desarrollado diversos productos que permiten asociaciones de símbolos con significados. La distinción entre el lenguage escrito y hablado puede incluso extenderse a otros productos creativos que forman la estructura semiótica de nuestras comunicaciones, como los gestos, los cambios de tono, etc. El carácter de significado que le otorgamos a los signos depende de experiencias compartidas y necesariamente requiere de procesos de creación colectivos (pues la comunicación y el significado no pueden sino expresarse en ese ámbito). No creo que tus preguntas entonces sean atingentes, pues intentas otorgarle atribución creativa individual, a un ‘quién’, a procesos sociales que no tienen un «inventor.»
Ahora, no se trata de que el lenguaje escrito esté reducido al alfabeto, pues hay al menos decenas de sistemas en que se aparéan caracteres (símbolos) con significados. El alfabeto es solo uno de ellos, y no creo estar confundido en que la asociación de significado con signo sea una arbitrariedad que se instala por diferencias de poder. Incluso, los linguistas argumentan que las asociaciones entre significado y símbolos se extienden a las construcciones gramaticales, y no solo a la decodificación de lenguaje. Por ello es que la sola idea de que existe ‘analfabetismo funcional’ es una expresión de supremacía de la producción cultural, desde la cuál quien no asocia significados a esa producción se transforma en un individuo de menor categoría, o al menos en un «poco ilustrado.» El poder del uso colectivo necesariamente debe ser integrado a los espacios que definen o no cuál es el uso «correcto» de las asociaciones entre símbolo y su significado. Pero en general eso toma tiempo, y por eso muchos se expresan de diversas formas creativas en los espacios en que tienen poder y en los espacios en que lo están disputando. Es la misma idea de establecer la lógica como argumento deliberativo, es un sentido común instalado mediante relaciones de poder que no siempre se establece. Muchas veces la lógica se rinde a la «autoridad» por mucho que sea el supuesto enclave de juicios sobre «errores» o «aciertos.»
Y si, tu idea de que un congelador en Alaska no será valorado funciona a un nivel material. Lo que estoy argumentando acá es que los defensores del sistema neoliberal buscan transformar a creatividad en un bien escaso, y por lo tanto otorgarle valor de manera artificial, construyéndo íconos culturales. Lo que hacen con Jobs es justamente venderle a todo los eskimales en Alaska un refrigerador, porque artificialmente (y de manera muy creativa) construyen la necesidad de manera constante, aunque no exista. Esa es la creatividad del neoliberalismo, esa es la que captó Jobs.
Saludos.
jorge1812
Pablo Carcamo, todo sistema económico requiere del consumo permanente, incluso uno centralmente planificado. Otra cosa es que esos bienes consumidos no sean los básicos, sino de carácter suntuario, o que el valor de uso esté subyugado a otras valoraciones como fetiche. Pero eso, depende de cada individuo en cuanto a su escala de valores, es decir, al valor subjetivo que aplica a un bien.
Por otro lado, efectivamente, Jobs supo aprovechar su conocimiento y como todo inventor o creador, captar ciertas necesidades (reales o ficticias es otra cosa) en un contexto dado y hacerlo rentable para sí. Pero eso, que algunos parecen verlo como una manifestación neoliberal, es la lógica productiva de cualquier época. Otra cosa es que les parezca mal que el tipo haya ganado dinero con su inventito.
Saludos
jorge1812
Estimado Iván, podemos discutir si quieres del racionalismo y el antirracionalismo. Lo que me llama la atención es que plantees aquello, cuando tú mismo argumentas racionalmente.
Por otro lado, la creatividad es parte del modo de producción siempre, desde la prehistoria, desde el tipo que se le ocurrió usar la piedra para cortar carne y luego hacer una lanza para matar un jabalí a distancia. La creatividad siempre ha estado presente en los modos de producción. Y por tanto, como medio de innovación, siempre ha sido valorada, siempre ha sido un bien preciado. Otra cosa es que los objetos creados sean valorados de distinta manera según las épocas y necesidades.
La creatividad efectivamente existe como potencial cognitivo, pero no todos son Da Vinci. Algunos quizás podría serlo, pero les falta voluntad o contactos, o la pasión, etc. Y tal como dices, la creatividad es invisible sin productos creativos. Pero eso es casi una tautología.
Los lenguajes escritos existen por un proceso de intercambio entre individuos, no por un “proceso de creación colectiva”, por eso la variedad de éstos. Incluso los gestos y cambios de tono varían (Desmond Morris, El mono desnudo), no por algo deliberado, sino porque en ese proceso de intercambios se van determinando ciertos significados.
Efectivamente, muchos significados van asociados al ejercicio del poder, por ejemplo, el concepto de lo civilizado versus lo bárbaro, está definido desde un punto de vista etnocéntrico. No obstante, el lenguaje desde el cual se construye esa distinción no es necesariamente deliberado.
Lo mismo le pasa a los lingüistas, critican el lenguaje y su constitución desde el poder, pero usan ese mismo lenguaje porque finalmente no pueden crear uno propio.
Y bueno, volvemos al principio, la creatividad como un bien escaso no es una creación neoliberal, es más bien una lógica constante, Por algo, sólo hay un Dalí y no varios. Por lo mismo, todas las sociedades crean íconos, unos adoran un dios, un papa, un viejo de barba con uniforme verde olivo, otros a Mao, otros a Justin Bieber, John Lennon. En el fondo valoran lo que no tienen o no han sabido explotar.
Saludos
pablo-carcamo
Tengo un par de preguntas para ir sintetizando
¿Estás planteando que el «nivel de valoración social de la creatividad» es transversal históricamente? (lo digo en relación al párrafo 2). Porque ese creo que es el punto de discusión. Los Da Vinci o Dali jamás tuvieron el nivel de poder e influencia en la sociedad que poseen los Jobs o Justin Bieber (que Justin Bieber entre en la discusión debe significar algo sobre el rol de las industrias culturales). Y ese poder es recíproco, la estructura del modelo de desarrollo se la otorga al mismo tiempo que su existencia como icono la valida.
Sobre la creatividad como bien escaso
¿Planteas que es naturalmente escasa (así cómo determinada genéticamente), o escasa por condiciones de la distribución social de la cultura y las relaciones de poder?
Mientras existan limitaciones para la distribución social de la cultura la creatividad solo será vista en quienes sean instruidos en las distintas artes o ciencias. Lo interesante del análisis de nuestro momento histórico son las particularidades de la distribución cultural y científica (gracias a internet cualquiera puede aprender casi lo que sea) y de las limitaciones que se quieren imponer.
Así como en algún momento la religión era el argumento para definir quienes tenían acceso a las creaciones culturales hoy en día es el sistema económico a través de leyes irrisorias de Copyright y patentes las que buscan defender que existen «dueños» de las ideas, lo que inmediatamente les otorga un estatus distinto a cualquier mortal (Jobs).
Aprovecho de dejar este trabajo traducido de Kinsella sobre este tema, es bien bueno. La escasez y las ideas tienen bastante literatura por la Web.
http://www.liberalismo.org/articulo/329/69/57/propiedad/intelectual/
Saludos.
jorge1812
Estimado Pablo, preguntas ¿Estás planteando que el «nivel de valoración social de la creatividad» es transversal históricamente?
No, no digo que el nivel social es transversal históricamente, sino la valoración en sí. Por lo tanto, la creatividad es valorada, pero de distintas formas según los contextos históricos.
Dices “Los Da Vinci o Dali jamás tuvieron el nivel de poder e influencia en la sociedad que poseen los Jobs o Justin Bieber”. Obvio, las sociedades son radicalmente distintas.
Pero tu afirmación carece de rigor, porque primero ¿Qué entiendes por poder e influencia? ¿En serio crees que Justin Bieber tiene poder? ¿Y qué poder?
Luego preguntas ¿Planteas que es naturalmente escasa (así cómo determinada genéticamente), o escasa por condiciones de la distribución social de la cultura y las relaciones de poder?
No digo que es escasa y menos determinada genéticamente (si fuera así, Julian Lennon sería igual de talentoso que su padre) sino que la creatividad y lo que se valora varía entre los individuos, no todos son igualmente creativos por diversas razones, entre esas puede ser su posición social. Pero es dudoso, porque incluso entre hermanos se dan diferencias en cuanto a la creatividad.
Cuando dices “mientras existan limitaciones para la distribución social de la cultura la creatividad solo será vista en quienes sean instruidos en las distintas artes o ciencias”:
Primero pareces desdeñar el hecho de que la cultura no son sólo las artes o ciencias, hay múltiples expresiones culturales, que lo son, aunque los medios, la publicidad y las élites no los consideren como tales y no tengan difusión. Y fíjate que con ello expresar un antiguo sesgo clasista, donde lo culto es sólo lo que las élites expresan y difunden, al plantear eliminar limitaciones para la distribución social de la cultura.
En el fondo confundes la creatividad que es una cuestión individual, con el acceso a lo que se considera “cultura”. El escultor que crea una obra, es dueño de esa obra, él plasmó sus ideas en ella, su creatividad. Si la exponen en un museo o no, es otra cosa.
Claro, otro, que tiene una tía dueña de una galería, que sí expone será considerado un escultor muy creativo por una masa de admiradores.
Por eso, esta sobrevaloración de algunos como más creativos es algo que se ha dado a lo largo de toda la historia humana, en base a sus nexos, su posición social, y su talento. Lo mismo pasa a nivel académico por ejemplo.
La patente es una nueva forma de decir que se tiene e beneplácito del emperador…que no es el mercado, sino el Estado.
iedusal
Estimado Jorge,
Creo que hablando de lógica, hay varias contradicciones en tu argumento. Solo para aclarar: acá lo que he intentado instalar es la funcionalidad del «relato Steve Jobs» para el sistema neoliberal dado que:
1. Transforma la creatividad en bien escaso que es propiedad de ciertos «genios.»
2. Desconoce que la creatividad es un recurso cognitivo innato.
3. Instala la idea de que los productos creativos son propiedades individuales y no procesos dielécticos colectivos.
En ese sentido, el relato de Jobs es funcional a un modelo de sociedad que explota la destrucción/creación constante de productos, siendo las formas inmateriales de esos productos las que se intentan destruir y crear a mayor rapidez.
jorge1812
Estimado Iván, he entendido perfectamente el propósito de tu escrito y por lo mismo difiero de éste, por lo siguiente:
1. la idea en cuanto a la creatividad como un bien escaso es muy anterior al relato de Steve Jobs, e incluso muy anterior al modelo de producción capitalista. La idea de creatividad como propiedad de ciertos iluminados es una idea primitiva, relacionada con la supuesta capacidad de algunos, de captar lo inmanente y trascendental. Esa idea cambia según contexto históricos, y se relaciona con el surgimiento de los “chamánes”, curanderos, sacerdotes, líderes revolucionarios, artistas, literatos, etc. Y con los inventores.
2. Efectivamente, esa idea desconoce a la creatividad como un recurso cognitivo innato. Siempre lo ha hecho, desde tiempos inmemoriales. Lo que ha dado paso a que sólo algunos son detentadores de talento, creatividad, y en el fondo que son detentadores de la virtud. Lo interesante, es que esa idea, es la que diversas élites han establecido a lo largo de la historia, incluso aquellas surgidas y amparadas en un propósito igualitario anti elitista.
3. Creo que confundes cosas, una es la creatividad, que es una potencialidad de todo ser humano y otra es lo que un individuo crea a partir de sus ideas. Efectivamente, nadie crea nada desde una tabla rasa, todos recibimos influencias y generamos ideas nuevas a partir de eso, pero eso no implica que la creatividad sea necesariamente colectiva. Un poema escrito por mí, no es una creación colectiva, aún cuando he recibido influencia de otros poetas. Es desde mi persona, mi individualidad que surge “ese poema”.
Saludos
jorge1812
Años atrás, Ortega y Gasset escribió un ensayo donde hablaba del poder social, que era ese carisma o atracción que se sustentaba en alguna organización o grupo, y que permitía que por ejemplo, un escritor -adscrito a un partido x- destacara más que uno independiente.
Y la lógica es la misma, no sólo en el «neoliberalismo» sino también en el comunismo, el socialismo, la democracia o cualquier sistema o régimen. Ha sido la lógica de los científicos, artistas e intelectuales. Los que destacan no necesariamente son los mejores o más creativos del campo, sino que los más ligados al poder de turno.
Esos, son los que se llevan los premios y se ganan el favor del poder político económico, sea privado o colectivo.
Ninguna novedad, pues es una lógica humana.