Ya lo decía el filósofo Aristóteles en su libro «La Política» en la Grecia del siglo V antes de Cristo. Pues pienso que tuvo y tiene toda la razón.
En la actualidad la política a nivel mundial, me atrevería a decir, está totalmente desprestigiada por las acciones corruptas, el lobby, los intereses particulares y la búsqueda del poder por el poder por parte de parlamentari@s y personeros de los distintos gobiernos. Ellos intentan a toda costa permanecer en sus cargos públicos, ganando mucho dinero, desinteresados en responder y velar por los problemas de la ciudadanía que confió en ell@s para que los representaran dentro de los márgenes institucionales y de esa forma intentar solucionar las demandas sociales.
En el caso de Chile, por ejemplo, si uno le preguntase a cualquier mortal de la calle si le gusta la política o no lo más probable es que responda no. ¿Por qué? yo creo que es porque se suele asociar la política a la partidos políticos. Y está correcto, efectivamente algunos partidos y conglomerados como son los que han permanecido y le dan forma al «establishment», dícese de la Concertación y Alianza, han hecho tan mal su pega de ser interlocutores que sepan canalizar las inquietudes de las personas y se dejan seducir por el poder del capital. Dejando a un lado sus propias convicciones e ideales que los llevaron a la militancia partidista y a haber tomado la decisión de hacer de la «vocación de servicio público» un motor importante en sus vidas. Por lo tanto, estas personas han ido desvirtuando el carácter de la política, que a mi humilde juicio es el intercambio y confrontación de distintas visiones de mundo en pos de aportar a un bien común, de ser parte activa de los asuntos concernientes a la polis.
Así entonces, la política no se da únicamente en los partidos políticos, es algo que realizamos tod@s y todos los días. Y pienso que es elemental estar consientes de eso, de hacernos parte de las temáticas de la sociedad, de no ser indiferentes con nuestros pares. En el ámbito público, como muy bien lo señaló el slogan del Movimiento Social por Aysén «Tu problema es mi problema» apunta a lo que veníamos diciendo: en los asuntos de la polis, todos debemos ser agentes activos, si queremos cambiar las cosas.
Por eso el nombre de esta columna «somos animales políticos por naturaleza». ¿Y saben qué?. La palabra «idiota» en la Grecia clásica significaba aquella persona que no se interesaba por las temáticas de la ciudad, de la comunidad. Entonces, sin ánimos de ofender a nadie por supuesto, hay que dejar de ser idiotas y ser parte del proyecto que deseamos como sociedad y construirlo en beneficio de al menos la gran mayoría.
Lo que ha ocurrido con los estudiantes universitarios, secundarios, profesores y trabajadores es prueba de que sí se puede. Hacemos política. Creo vale la pena intentarlo.
Lo que ha ocurrido con los estudiantes universitarios, secundarios, profesores y trabajadores es prueba de que sí se puede. Hacemos política. Creo vale la pena intentarlo.
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abzollner
La acumulación capitalista es un proceso inevitable hasta ahora. Seduce por el crecimiento económico total. Todos se benefician (acumulación y chorreo). Lo político hoy es sólo paliativo de la acumulación. La legitimidad de las demandas no define lo posible. Hay que agregar conocimiento. El dominio de lo inevitable exige la voluntad colectiva. Eso va más allá que el 50% + 1.
abzollner
(Aquí el comentario completo)
Sí, se puede. Pero sin olvidar los límites del movimiento interaccional necesario (lo inevitable). Lo posible (la libertad) es conocer lo necesario, lo inevitable.
La acumulación capitalista es un proceso inevitable hasta ahora. Seduce por el crecimiento económico total. Todos se benefician (acumulación y chorreo). Lo político hoy es sólo paliativo de la acumulación. La legitimidad de las demandas no define lo posible. Tenemos que agregar conocimiento. El dominio de lo inevitable en lo económico exige la voluntad colectiva. Eso va mucho más allá que el 50% + 1.
Camilo Alvarez Zavalla
Bastante simple y directa tu columna, y lo digo sin una intencionalidad peyorativa, por el contrario, es necesario que cada cierto tiempo la gente interiorice que la política no se hace dentro de los cargos públicos y en cuatro paredes, por lo que me resulta positivo el aclarar este punto. Creo que también es parte de una estrategia elitista que existe dentro de nuestro país el que haya esta concepción, ya que los representantes (considerando los 5 cargos públicos que se eligen en este país) se consideran con todas las facultades de representar la voluntad popular muchas veces aludiendo simplemente a intereses particulares, cosa que es ya sabida y que detona el malestar y desinterés por la política a mi juicio. Esta falta de representación es la que nos impulsa a hacer política de manera no tradicional, y que a su vez se trate de retornar lo público a manos de lo masivo y lo popular, recordando que también en la antigua Grecia la esfera pública era la que dotaba de prestigio a los ciudadanos y era la arena de toma de decisiones políticas, mientras que lo privado pasaba a segundo plano de importancia. Teniendo en cuenta esto, y que además vemos claramente una convergencia de intereses entre los cargos públicos y sus empresas privadas, es necesario el separar estos ámbitos y devolver lo político a la ciudadanía, volviendo a ser el bien común el eje primordial del Estado y no el desarrollo económico en base a la negociación con privados.
Saludos