No estar inscrito en un partido político no es sinónimo de no querer hacerse cargo de nuestra comuna. Los ciudadanos organizados somos seres intrínsecamente políticos, preocupados de nuestra polis.
A lo largo de los últimos años, la ciudadanía hemos pasado de ser objetos de desconocimiento o “víctimas” de las decisiones de las autoridades comunales y solo protestar por esas decisiones, a tener propuestas sobre lo que queremos en nuestros territorios. Hoy buscamos la incidencia en las políticas públicas que disminuyan la brecha entre las ciudades y comunas que queremos y las que efectivamente tenemos.
Llegó la hora que, en esta democracia representativa que tenemos, ya no podemos seguir votando por personas, por rostros, por publicidad callejera. Se trata de elegir programas. Programas que las autoridades traduzcamos en metas durante el mandato con resultados asociadas a cada una de éstas, de modo que puedan ser evaluadas. La ciudadanía debemos ejercer la fiscalización ciudadana para que las promesas de campaña que nunca se cumplen, no sean más parte del escenario político comunal.
Somos sujetos de derecho y no solo de crédito o mercado. El acceso a nuestra ciudad es uno de ellos. Queremos que las ciudades se piensen para los habitantes y no los automóviles. Las necesitamos inclusivas, sustentables, luminosas y amables, donde la forma de habitarla que potencia nuestra identidad y pertenencia sea respetada. Quienes somos los protagonistas de la ciudad no podemos ser expulsados de nuestra historia para borrarla y construir sobre ella una nueva identidad barrial decidida por otros sin incluirnos.
Hoy los ciudadanos contamos con escasas herramientas que nos permitan defender nuestros barrios. Por lo mismo, nos vemos convocados a ser parte de los gobiernos comunales para desde allí impulsar Programas Comunales mediante los cuales efectivamente se fomente la vida a escala humana: protección a la vida de barrio; el patrimonio cultural; la sustentabilidad; la planificación urbana en la cual existan personas y no solo automóviles, incluyendo la bicicleta como un medio de transporte y no solo para un fin recreativo; la educación; la salud pública; la dignidad de nuestros adultos mayores; y la ciudadanía activa.
Cuando no perteneces a un partido político debes juntar firmas ante notarios de tu comuna de personas iguales a ti, que no pertenecen a partidos políticos, que avalen tu candidatura. Esas firmas deben ser presentadas al Servicio Electoral y es este ente el que en definitiva aprueba o rechaza la candidatura. En eso estamos ahora.
Por lo anterior, necesitamos que te acerques a las notarías. Toda la información está en www.providenciaparticipa.cl para que me permitas ser la futura alcaldesa de Providencia, no por una ambición personal sino por potenciar una Providencia para sus vecinos.
Llegó la hora de exigir Programas Comunales a los servidores públicos que aspiren a un cargo público, que quieran representarnos. Este un camino recomendable para las personas que cuentan para la administración comunal, principalmente sobre cómo debemos ser escuchadas.
* Josefa Errázuriz es precandidata a alcaldesa de Providencia
Comentarios
30 de junio
Josefa Errázuriz:
Concuerdo plenamente contigo , pero si en tu comuna hay una acción participativa que se conocen los derechos como actor social, ¿como crees tu que se pueda generar una política pública en sectores vulnerables donde la información es escasa y hay un deficit de educación y cultura cívica ? , más aún cuando la potestad de poderes son en base a la profesionalización de los partidos políticos mediante medidas del loby y clientelismo.
0