Desde todos los sectores, todas las encuestas y todas las proyecciones auguran resultados más o menos parecidos: una votación sobre el 40% para Piñera, y en segundo lugar, casi con la mitad de esos votos, lo sigue Guillier. Esto se hace más claro faltando un mes para las elecciones. ¿Balotaje? más claro que nunca…
En estas circunstancias, los partidos se empiezan a poner nerviosos, y en ese mismo sentimiento es que se empiezan a posicionar y proyectarse a posibles escenarios en esta segunda vuelta. Claramente los sectores que representan cada candidato en esta primera vuelta, necesitan mantener temas en la mesa para sostenerse en los medios.
Así es como Carolina Goic pierde fuerza pese a mantenerse rondando el 5%, mostrando que la DC, su junta y su concejo, se divide en el pacto y muestran que la que decide ahí no es Goic, si no los caciques de la falange. Sólo nos quedará ver que pasa en la segunda vuelta, con los mismos actores que conocemos desde la vuelta de la democracia, que aunque las reglas han cambiado y nuevos actores han entrado, siguen siendo los mismos de siempre.
Marco Enríquez por otro lado, aunque coquetee con el oficialismo y la Presidenta, incorpora a su esposa al comando e interpela en los medios, no consigue salir de los últimos puestos, o como diría él: todas las encuestas están contra Marco.
Artés y Kast ya sabemos quienes son, son la representación por un lado del Estalinismo ciego y poco inteligente, que ni con los movimientos sociales se entiende y el otro la triste cara de la inconsecuencia golpista, el conservadurismo y la pechoña política Guzmaniana.
Y por último, tenemos a la candidata -y la coalición- que posiblemente tenga más en juego en una posible -más segura que posible- segunda vuelta: Beatriz Sánchez. Esto porque tienen dos alternativas: Pactar con los monstruos viejos que siempre han despreciado (Fuerza de la Mayoría) o ser la verdadera oposición de la derecha en Chile.
Me atrevo a decir esto porque, en el lenguaje que puedan usar con posibles 10 parlamentarios o más (según las proyecciones), en la cámara baja, compondrían un plantel que podría ser un dolor de cabeza para los políticos tradicionales chilenos, y también tienen la opción de colgarse con una cuota de poder en las instancias ejecutivas del Estado.
Serían -como dice su nombre- el Frente Amplio de los ciudadanos y de la gente de a pie. Las dos opciones parecen ser interesantes: por un lado tener cupos en el poder, y por el otro ser la verdadera oposición y tomar fuerzas para la próxima elección. Ya sabemos que el frente amplio viene a refrescar rostros, sin embargo, aunque les duela, vienen a jugar con las mismas reglas. ¿Por cual se decantarán los frenteamplistas?…
Sólo nos quedará ver que pasa en la segunda vuelta, con los mismos actores que conocemos desde la vuelta de la democracia, que aunque las reglas han cambiado y nuevos actores han entrado, siguen siendo los mismos de siempre.
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