Candidatos sintonizados de modo inteligente, ecléctico, natural, con la presencia de planos de realidad más sutiles, donde la noción del Todo y de Nosotros como parte de él resulta obvia, científica, ancestral, experiencial, desde donde nace el anhelo de sentir la divinidad presente en cada uno, fisiológicamente.
Sin pretender presidencializar las responsabilidades, es decir, sin atribuirle poder -mas allá de lo justo- a quien nos va a presidir por los próximos cuatro años, y en el marco de lo que significa conducir el devenir colectivo de la nación, en ese rol, el Ser Humano que escojamos debería -desde la perspectiva nuestra al menos, con pretensiones de estar acreditada para operar desde otro estado de conciencia- ser uno trascendente al Político tradicional, mas Despierto, para efectivamente garantizar la realización de otro paradigma.
Transformaciones profundas. Un Ser Humano que actualice en los hechos una comprensión de la condición humana que incluya e integre efectivamente la Espiritualidad y la materialidad de la Existencia, para recrear la actual lógica utilizada para leer la realidad, y proponer una que exhiba mas inteligencia. No necesitamos ni a uno bueno, ni simpático, ni duro, ni trabajador, necesitamos uno Más Consciente, no basta con las buenas intenciones, ni con querer mejorar lo de siempre. Si es un Doctor, una noción de la vida mas fina y más profunda; si es un Abogado, capacidad para reconocer el espacio sutil de la matriz jurídica; si es un Economista que pueda trascender la material como única riqueza existente. Debe tener capacidad para expandir la comprensión de lo que significa el actual momento, soportarse en presencia de Sí, para recibir la sensación sin perderse en lo que se va pensando en el Ser individual o institucional al que pertenezca, para eso el aporte de una cristalización de identidad en otro plano de realidad, Espíritu Despierto, es fundamental.
Después del Ego, en tiempos evolutivos, está la Realidad, la Existencia propiamente, desde donde la mirada se habilita para entrar en un contacto más maduro y verdadero. Por tanto, de ser así y en la línea de lo que señala el Parlamento de Finlandia (1), al estudiar lo necesario para una recreación del rol de quienes cumplen funciones como autoridades de alta jerarquía política, lo principal sería contar con la presencia de un Ser Humano asumido Espiritual, sutil en materia, es decir, ofrecer un testimonio vivo de Ser Humano Consciente, reflejando atributos éticos -propios del espíritu- como la transparencia, la consecuencia y la capacidad de Amar, entre otros.
¿Alguno de los candidatos o precandidatos se aproxima a algo parecido? ¿Quién de los postulantes actuales nos insinúan trascendencia material en su lógica, para su construcción de realidad?
La conducción del poder, el poder trascendente, el Yo del País, aún habita en la lógica de la materia, sin embargo la esperanza es plausible, pues en los distintos es posible reconocer como asoma al menos la inquietud por transformar y tocar más luz. Primero transformar, evolucionar.
La invitación es a que los ciudadanos nos pronunciemos sobre este atributo: ¿Es necesario espiritualizar la comprensión fundamental? ¿Si o No?¿Es necesario actualizar la potencialidad de la matriz jurídica? ¿Quién ofrece propuestas en este orden de necesidad, propuestas serias, alguna más madura y menos disfuncional?
Tal vez el temor a la ignorancia lúcida, a la cuerda locura, a la triste alegría, a la integración creadora, es insuperable por de pronto. El temor a la propia incapacidad es definitivo y determina. ¿Nadie quiere arriesgarse a que el actual nivel de control sea trascendido, una vida mediocre para todos, pero al menos bajo control, en lo posible el mio?
“Solo sé que nada sé”, «ser o no ser esa es la cuestión”, «Amar a Dios por sobre todas las cosas», son expresiones que adquieren actualidad funcional, bajando desde el púlpito inalcanzable.
Un presidente/a que esté disponible para recibir el trabajo sobre esta dimensión de lo que es la convivencia colectiva. Se trata de integrar la responsabilidad sutil, a la hora de ejercer el poder que al Ejecutivo se asigna sobre la vida espiritual y material del colectivo. Solo así habrá comprensión para la conflictividad mapuche y la medioambiental y la educativa y la laboral y la de salud y la de la lamentable distribución de los recursos materiales.
Si no, imposible. El presidente/a debe recrear su comprensión de la condición humana, debe trabajar con un principio más Consciente, donde la realidad está viva e incluye la riqueza de otra dimensión, que permite brote otra comprensión,
Que por ejemplo permita a los hijos agradecer a sus padres la vida que han recibido a través de ellos, como algo natural, como un principio. A todos agradecer nuestra Existencia antes de observar los desequilibrios absurdos que nos aquejan de puro bruto que funcionamos.
Candidatos sintonizados de modo inteligente, ecléctico, natural, con la presencia de planos de realidad más sutiles, donde la noción del Todo y de Nosotros como parte de él resulta obvia, científica, ancestral, experiencial, desde donde nace el anhelo de sentir la divinidad presente en cada uno, fisiológicamente. Candidatos, que como parte de la obligación del rol, procuran ya no más creer o no en un Dios, si no sentirlo mismo, como una convicción inteligente, después de haber recreado -por efecto de una constatación- su comprensión de la condición humana y del rol de presidente/a.
(1) Desarrollo e implementación de la Gestión del Conocimiento en el Parlamento de Finlandia. Parlamento de Finlandia Comité para el Futuro, Senado de la República de Chile. Editor Versión en Español Senador Carlos Cantero.
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Imagen: Wikimedia Commons
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