En la última elección presidencial de nuestro país, se puso en debate la idea de tener una nueva Constitución, lo que a simple vista generó aceptación en la mayoría de la población y, por lo demás, de los mismos candidatos. De hecho, sólo la candidata de la Alianza se oponía a esta idea.
Desde la arista de los electores surgió un movimiento denominado “Marca tu voto”, el cual pretendía masificar la idea de una asamblea constituyente como método para modificar nuestra carta fundamental, argumentando que “su origen es ilegítimo: su texto nace de un proceso no-representativo y no-participativo de deliberación y de un plebiscito posterior que fue llevado a cabo bajo amenazas propias de una dictadura. Es por esto que la actual Constitución no representa una decisión soberana del pueblo chileno, en tanto ejercicio del derecho de autodeterminación de los pueblos”. Ante esto, y basado en las teorías de Robert Michels*, sociólogo alemán, me gustaría dejar ciertas preguntas abiertas.
¿Cómo evitaría una asamblea constituyente que una minoría determine contenidos por sobre la mayoría? Es evidente que uno de los fines de este método es democratizar la formación de la Constitución, sin embargo, me parece inevitable que los más eruditos en la materia tomen la bandera del proceso, y la asamblea se transforme en un diálogo socrático en el cual ante cualquier interrogante o propuesta los menos empoderados se limiten a aceptar, lo que pasaría también ante una posible aprobación de la Constitución, luego de la determinación del contenido por parte de esta minoría.
¿Cómo evitaría una asamblea constituyente que la fluidez de las decisiones se vea obstruida por el propio sistema democrático? Realizar una nueva constitución implica la revisión de incisos, artículos, capítulos y el cuerpo en su totalidad. Si lo que se busca es total legitimidad, la nueva Constitución ha de ser revisada y aprobada palabra por palabra, pero tampoco podemos pasar una década en la incertidumbre y quitar eficiencia al proceso.
Finalmente, ¿Cómo una asamblea constituyente evitaría una autoridad espontánea dentro de la misma asamblea a pesar de no ser elegido? Chile es un país donde las autoridades fuertes, con carácter e ideas claras, son bien vistas, es más, se rinden ciertos cultos a las personalidades. Este surgimiento del líder iría anulando la propia asamblea democrática en la medida que se vaya afianzando.
Es evidente que uno de los fines de este método es democratizar la formación de la Constitución, sin embargo, me parece inevitable que los más eruditos en la materia tomen la bandera del proceso...
En definitiva, es necesario cuestionar el método de cómo se sostendría una asamblea constituyente, porque si bien tenemos una aprobación democrática de la Constitución, podríamos seguir teniendo una formación burocratizada de la misma, lo que podría seguir considerándose como “ilegítimo”. Se debería romper, entonces, lo que el alumno de Weber denomina “ley de hierro de la oligarquía”.
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*Los partidos políticos. Un estudio sociológico de las tendencias oligárquicas de la democracia moderna.
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Arturo
Es seguro que el proceso de crear una nueva Constitución sería tomado por grupos de poder. ¿alguien cree seriamente que se restarían del tema, dejando todo a los ciudadanos comunes y corrientes?
Como primer paso, se debería proponer un sistema de búsqueda de quienes estructurarían ese proceso constituyente….ese sistema tendría que ser aprobado por todos, y no por simple mayoría (debería haber un quorum altísimo que valide el proceso). Luego de ello, dicho grupo debería elaborar una propuesta de Constitución…y ahí es SEGURO que los grupos de poder entrarían en acción: constitucionalistas, poderes económicos, partidos políticos, etc. Entonces, per-se, esa nueva propuesta quedaría teñida de esas influencias. Finalmente, se debe hacer un plebiscito, sin campañas a favor o en contra.
¿alguien cree que todo esto se puede hacer sin ruidos?.
En la pasada, cualquier inversionista serio NO pondría ningún peso en Chile, hasta que haya una Constitución clara y entendible (Es decir, con una serie de reglamentos que dependen de esta ya publicados, y el resto revisados para que no entren en contradicción con la nueva Carta Magna).
Miguel A.Nicolau
No creen que seria una tarea muy grande refundir los deseos de todos los 17 millones de chilenos y poder realmente redactar una constitucionque fuera aprovada por tan variada gama de personas con tan diferentes requerimientos.
Al final lo que va a suceder si es que se llega a realizar una asamblea constituyente es que sera redactada como algunos quieren y otros no y finalmente sera una chacota mas de las que ya nos estamos acostumbrando.
PABLO.SALVADOR.II
Nuevamente se está vendiento la idea de que el mecanismo es la panacea, tal cual como con la democracia y el ya repetido la alegria ya viene, independiente de las reservas que uno tenga o no con la Asamblea Constituyente ésta de por si no es garantía de una constitución que satisfaga las demandas actuales de los ciudadanos.
servallas
A mi me parece que esa nueva constitución esta ya redactada, el resto es baile. Detrás de ella esta el mismo grupo que puso en la agenda pública las «demandas ciudadanas» que ahora tienen complicada a Bachelet.
Jose Luis Silva Larrain
No estoy seguro que en un pais que parte de cero y carente de toda institucionalidad no queda otra que constituirse por una asamblea. Puede ser. Pero sí estoy seguro que buscar un aprobación ciudadana para una Asamblea Constituyente en el Chile de hoy es una simple cuchufleta para dar por aprobada una constitución sin que nadie la lea y eso no tiene nada que ver con democratizar el país.
Si tiene una constitución mejor que la actual publíquela para que todos podamos aprobarla después de que la leamos compadre.
Saludos