Alza de impuestos, negociación colectiva sectorial, AFP estatal, “asistencialismo desbocado”, son para José Piñera una negligencia superior. Lo asimila a no cumplir con el “primum non nocere” de los médicos. ¿A quién no quiere dañar? A una entelequia llamada “el mercado” o “la economía” del país. Protegerla de las personas que no manejan ni el mercado ni la economía.
Estos son seis de los diez “titulares” de la agenda liberal que anduvo escribiendo don José Piñera hace rato y que a mí me llamaron poderosamente la atención, porque los liberales hoy andan con la misma conversación y peor aún:
1) Primero, “no hacer daño. Alza de impuestos, negociación colectiva sectorial, AFP estatal, “asistencialismo desbocado”, son para José Piñera una negligencia superior. Lo asimila a no cumplir con el “primum non nocere” de los médicos. ¿A quién no quiere dañar? A una entelequia llamada “el mercado” o “la economía” del país. Protegerla de las personas que no manejan ni el mercado ni la economía. Seres que también quieren bienestar, no miserables sueldos y pensiones que le permiten a la “economía” crecer con un dinamismo envidiable y luminoso. Pero ojo, la economía y el mercado también son personas, los que tienen su manejo, los que ganan, los protegidos por Piñera.
2) Transformar el Código del Trabajo en un “Código del Empleo” eliminado la “protección artificial” al empleado. Así para José Piñera, podemos crecer en empleo intensivamente. Claro que precarios, con sueldos miserables como hasta ahora, y en condiciones tales que el empleado solamente puede aceptar lo que el empleador quiera darle, que, por la misma mirada egoísta del liberalismo, será lo menos posible, o el “máximo” dado el “esfuerzo” que evaluará el mismo empleador. Claro, sin negociaciones colectivas ni sindicatos, obvio.
3) Desgravar las utilidades reinvertidas de todas las empresas, eliminar los crecientes subsidios a negocios particulares y establecer un arancel cero. Me parece muy bien. Pero ya sabemos lo que pasa cuando dejas un espacio abierto a las empresas para esconder utilidades, sobre todo a las grandes. Los subsidios a negocios particulares, puede ser, pero sabemos que lo que quieren es subsidiar a la oferta y dejar todo a la sabiduría del “mercado”. Luego es cosa de atrapar esos subsidios. Como en la educación, ¿no?
4) Cerrar hoyos fiscales como el “abuso del subsidio maternal”. Nada que decir. Ya los hemos visto peleando hasta desangrarse por evitar el subsidio maternal y afectando a los niños menores de un año con exámenes riesgosos e innecesarios. Los vimos hacerlo, los vimos gritar que el empleo femenino se iría al carajo. Pero no fue así. Sabemos que no fue así.
5) Educación privada para todos. Vouchers a los padres, escuelas con dueño (profesores, microempresarios), subcontratación de pruebas alternativas de calidad, y transparencia total.
¿Para qué vamos a hablar de esto, no? Si ya hemos visto los resultados de estas políticas en nuestro país, y en otros como USA, con resultados deplorables en la calidad de la educación, destrucción de la calidad general y corrupción.
6) Seguros de segundo piso para la salud. Puede ser, pero antes hablemos del financiamiento y fortalecimiento de la salud pública, porque la manera de resolver los asuntos de la salud de la población no pueden pasar por el mercado, porque efectivamente la salud, es un muy mal negocio si quieres hacerla realmente con calidad, prevención, acceso, resolución y humanidad. Como es mal negocio, entregarla al mercado logrará que los “agentes racionales” hagan de las suyas y tengamos cada vez más enfermos, con cada vez menos coberturas, con cada vez peores resultados, pero con empresas de la salud cada vez más ricas y con aseguradoras cada vez más oligopólicas. Y un Estado haciéndose cargo a duras penas de los pobres muy pobres, viejos y muy enfermos.
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Foto: Arq Hito
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