El estallido social vivido en la última semana en nuestro país, ha sido analizado desde diversos puntos de vista, tanto en medios de comunicación como en el gobierno y la oposición. Mientras que el gobierno, en un comienzo, buscó dirigir sin éxito el marco de discusión hacia una narrativa de la delincuencia y su tristemente célebre expresión “estamos en guerra”, el resto de los actores políticos han intentado -con mayor o menor éxito- obtener ventajas políticas de la situación actual. En este sentido, la cantidad de demandas (que van desde un cambio en el sistema de pensiones hasta la eliminación de los cobros del TAG, pasando por mejores sueldos, cambios en la propiedad del agua y mejoras en el sistema de salud) y la amplitud de la consigna -“No más abusos”- permite, paradójicamente, tanto a derechas como izquierdas identificarse con aspectos del mismo malestar que hoy los rechaza.
Sin embargo, lo que pareciera estar en el fondo de todas las demandas que se hicieron parte de las movilizaciones, es la desconexión que en las últimas décadas ha sufrido la clase política con el resto de la ciudadanía (“No son 30 pesos, son 30 años”). Qué duda cabe de esto, ya las encuestas se han cansado de mostrar las bajas tasas de aprobación tanto de gobierno como de la oposición (¡y para qué decir del presidente, quien en la última Cadem obtiene 14% de aprobación!).Se extraña que en el debate público no aparezca en mayor medida una discusión respecto a mecanismos que eviten la acumulación de indignación social.
Es por esto que llama la atención que la discusión al interior de la clase política se haya enfocado solamente en pequeñas señales a la ciudadanía (como el cambio de gabinete o la creación de un ingreso mínimo de $350.000), más que en cuestiones de fondo. Es más, se extraña que en el debate público no aparezca en mayor medida una discusión respecto a mecanismos que eviten la acumulación de indignación social.
Pues es labor de la ciudadanía levantar demandas y nutrir al sistema político de discusiones para que puedan tomar decisiones; pero no hay que olvidar que es deber de los políticos recibir tales demandas y encausarlas para que puedan ser solucionadas de la mejor forma, evitando que se genere la sensación de desconexión con la gente.
Por lo tanto, urge que junto con las discusiones sobre sueldo mínimo, pensiones, salud y educación, entre al debate la forma en que se relaciona la ciudadanía con sus representantes, ya sea concejales, alcaldes, parlamentarios o el ejecutivo. Es por esto que deben ser estudiados aspectos como la posibilidad de generar proyectos de ley ciudadanos, el cambio a un congreso unicameral que haga más expedita la aprobación de leyes, e incluso la obligatoriedad del voto con inscripción automática, entre otras medidas. En suma, se requieren ajustes que faciliten la conexión con la ciudadanía por parte del sistema político, lo cual conlleva una modernización en la forma en que este sistema representa las demandas y aspiraciones de la ciudadanía. A fin de cuentas, ese es el objetivo final de una democracia representativa.
Comentarios
29 de octubre
No necesito leer tu columna para saber que solo es otra mierda más de vomitaría de palabrerías vacías, sin corazón ni propuestas… Otra PUTA queja más… !…
Otro lugar vacío promovido por los haraganes del quintopoder que amparados en las espaldas de papi y con el pomposo nombre de «democracia» creen atribuirse una razón y un nombre que ni su progenitor se atrevería a defender ante un simple blogger como yo !
Te parezco simple Richard ?
Crees que tenemos problema simples a los que puedas promover un ¿cómo le hacemos para?…
Quieres proponer un desgraciado «legalicemos la marihuna» (para atontar al pueblo y así que la clase política siga haciendo toda la mierda mental que se le ocurra a mansalva de quien luego termine pagando los costos de la vuestra falta de compromiso y capacidad
??
Crees que les tengo temor a una casta tan arrogante y corrupta e incapaz como la que tú representas, sólo porque pudiste parar un dedo contra un dictador ?
En qué te diferencia de aquella dictadura si te pasaste «por la cueva » a un ciudadanía que tenía una voz propia que ni tu ni nadie ha podido representar?…
Acusación constitucional es lo que debiera tener cada parlamentario o político del jodido diantre por llamarse «representante», o escogido, con una Constitución aprobada en dictadura con la que avalan su capacidad de perpetuarse !
Solo quería escribir una puta columna
Pero, ahora súfreme todos los días…
Por no publicarla
por tu temor
a que…
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29 de octubre
Hola Rolando, te invitamos a mantener el respeto en tus comentarios.
Te recordamos que hace un tiempo nos solicitaste borrar tu cuenta en EQP junto con todos los contenidos que publicaste y ahora te quejas. No es primera vez que te hacemos esta invitación a mantener el mínimo de tolerancia y respeto a los autores que publican en esta comunidad.
Este proyecto, por casi 10 años, ha sido sobre la base de fomentar conversaciones propositivas y, como lo hemos hecho en reiteradas oportunidades y por distintas vías, te invitamos a hacerlo.
Saludos,
Equipo elquintopoder
30 de octubre
Ok, Equipo. ¡Entendido!…
Pero, valgan mis descargos, disculpas y proposiciones.
Sección 0001
Descargos
Que yo te pidiera que cerraras mi cuenta y borraras mis publicaciones y te pidiera confirmación vía correo electrónico de que lo hubieras hecho (que nunca lo hiciste), no quita o impide que un par de años después -y solo ante la contingencia que todo lo hace diferente- no puedas publicar algo que te haya enviado, por lo tanto mi queja, en es sentido, pienso que es totalmente válida.
Sección 0002
Disculpas
Estimado Juan Alfaro:
Por cierto me equivoqué con tu columna. De hecho es una de las más propositivas que haya leído (después de los hechos). Coincido con tu apreciación de la necesidad de una mejor forma de relacionarse entre ciudadanía y Parlamento…
Sección 0003
Propuestas
Equipo EQP
Dado lo que expone la columna y en lo que coincido, y en tu idea de fomentar conversaciones propositivas, y siendo el punto de relación entre ciudadanía y Parlamento lo que ha fallado y a raíz de que por ello llegamos a esta coyuntura, te propongo hagas una publicación donde podamos dialogar acerca de esto, logrando hacer crecer el diálogo al límite de poder extraer conclusiones y elaborar una propuesta u oficio que enviar a la Presidencia y al Congreso con una firma digital de quienes estén de acuerdo en ello. Mi propuesta, como sabes, es que haya una Cámara Ciudadana Digital que procese la voz de la ciudadanía y haga responder al Parlamento con argumentos.
30 de octubre
Equipo EQP
Entiendo que lo del oficio que sugiero no es algo que sea parte de tus responsabilidades, aunque si sé que hubo algo de ello en donde se recibían propuestas a las que podían adherir las personas y luego las procesabas de alguna forma.
A pesar de esto, viendo los hechos y ante el cambio que ha sufrido el ánimo de la ciudadanía, así como ante un «cambio de Gabinete Presidencial» con el ánimo de hacer más expedita la gestión del Gobierno, me pregunto ¿en qué estás dispuesto a cambiar tú también, para que todos podamos hacer la contribución que pueda dar un resultado distinto y mejorado a la suma final?.
Digo, la idea de la CCD propiciada por el Gobierno y el Parlamento, como una medida para una mejor y fluida interacción entre gobernados y gobernadores, que nos lleve a ser un país más hábil en el trato de las ideas y proposiciones, es algo que tal vez se deba SIMULAR desde una organización civil, de manera que pudiendo mostrar sus beneficios el Gobierno la pudiera adoptar.
Un ejemplo de uso podría ser un análisis del Presupuesto Nacional (PN), para proponer mecanismos de modificación, estudiando montos y variaciones a través del tiempo, porque toda propuesta de cambio tiene que ser financiada con el PN. Esto nos llevaría a análisis de factibilidades de las propuestas, tal vez descubriendo cómo hacer algo en particular. ¿Qué tanto sabemos del PN? ¿Alguien ha visto una gráfica de variación del PN en el tiempo?. Aprendamos, construyámosla. Seamos proactivos.
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