Este domingo tienen lugar las primeras primarias presidenciales oficiales en la historia de Chile. Con todas sus limitaciones, constituyen un avance en el proceso de empoderamiento ciudadano. Los candidatos de los partidos que conforman dos agrupaciones, la Nueva Mayoría y la Alianza, han optado por recurrir a las primarias presidenciales; otros candidatos optaron por ir directamente a la primera vuelta que tendrá lugar en noviembre de este año.
A pesar del hito que representan estas primarias, el foco de los medios de comunicación estuvo en otro lado: en los desmanes, los encapuchados, en las tomas de establecimientos educacionales, especialmente en aquellos establecimientos que serán locales de votación. No estuvo puesto en una masiva protesta que tuvo una importante convocatoria del orden de 100,000 personas. Mucha cámara, mucha prensa para la violencia, para los desmanes de unos pocos, y poca cobertura para las demandas de miles de manifestantes pacíficos. Recuerdo un grafiti en uno de los muros de Porto, en Portugal: “tanta casa sin gente, y tanta gente sin casa”.
Mientras los alcaldes de las comunas con establecimientos educacionales tomados, y que son locales de votación, dialogaban afanosamente con los estudiantes para que bajaran las tomas con miras a evitar el desalojo, se observaba un gran ausente: el gobierno. Y en él, su ministra de educación, Carolina Schmidt, de vacaciones en Italia. Un gobierno incapaz de escuchar a estudiantes; un gobierno que parece querer ver delincuentes, encapuchados tras los estudiantes; un gobierno más interesado en agudizar los conflictos que en resolverlos, para que después la ciudadanía le pida mano dura, que sería lo que más le gusta. Por este camino vamos mal.
Recuerdo, cuando en Praga, la capital de la República Checa, con motivo de una protesta, los policías flanqueaban la manifestación, para protegerla, para evitar que sea infiltrada, para que se desarrolle pacíficamente, para que la gente no tema expresarse sin riesgo que derive en una violencia insensata. En Chile, esto parece impensable.
Sin darnos cuenta, con todas sus insuficiencias, este domingo asistiremos a un hito más hacia la democratización del país, con las primeras primarias presidenciales del país. Esto en medio de una semana, donde el foco de la prensa estuvo puesto en la violencia y desmanes de los encapuchados. Todo al revés. y mientras tanto, apresuradamente, el gobierno saca cuentas alegres.
Al final del día, el gobierno saca cuentas alegres porque desalojaron los establecimientos educacionales sin “un baño de sangre”, olvidando que dejó pasar el tiempo y que abortó un diálogo que se estaba dando entre los alcaldes con los estudiantes para un desalojo pacífico. Como si quisiera que todo diálogo fracasara, para así poder hacer una demostración de fuerza. Desafortunadamente, no pocos aún siguen creyendo que se educa con imposiciones, con la fuerza bruta, antes que con diálogo y persuasión. Para esto último se requiere prudencia, paciencia, infinita paciencia, de la que muchos carecemos. Esta es la educación que se requiere; lo otra es la mala educación a erradicar.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad