Ayer Chile tuvo una nueva oportunidad de participar en un proceso electoral y 1.811.411 personas hicieron valer su derecho, depositando su voto en las urnas, sin lugar a dudas, un logro valorado por quienes soñamos con una sociedad madura, que nos otorgue un rol activo en los cambios que Chile necesita.
La importancia de propiciar discusiones sobre ideas y programas es fundamental, hoy muchos chilenos son incapaces de reconocer las diferencias que existen entre la Nueva Mayoría, el Frente Amplio y Chile Vamos. Por eso llegó la hora de que elevemos la discusión, por el bien del país.
«¿Qué sucedería en la visión de Chile si Sebastián Piñera implementara, en su próximo gobierno, políticas de recursos humanos que velaran por un gabinete con probidad a prueba de balas?»
Gabriel Boric, en un programa emitido después de medianoche, expresó claramente que la diferencia esencial entre el Frente Amplio y la Nueva Mayoría radicaba en la aspiración de ellos de un cambio total en el sistema político nacional, un nuevo trato social por así decirlo, distanciándose de quienes sólo buscan implementar políticas orientadas mejorar el sistema actual (con acuerdos o retroexcavadoras). Por otro lado, más allá de las caricaturas propagandísticas, la centro derecha posee otra propia visión de país, una que merecer quedar clara de cara a las próximas elecciones, con altura de miras y con debates centrados en propuestas, para que así el país vote informado con quien más los identifique.
Llegó la hora de termine la denostación del oponente como una estrategia política válida; seguir escuchando a “líderes de opinión” elucubrando teorías sobre situaciones ya aclaradas por la justicia no sirve. Los actores políticos tienen que comprender que la ciudadanía busca sentir confianza en nuevas o buenas ideas y que rechaza todo tipo de farándula mediática. Hago un mea culpa, al desconocer el programa del Senador Guillier, mis críticas han estado centradas en el abuso que hace de la imagen del Presidente Pedro Aguirre Cerda, como en la utilización de “los cachos del diablo”, saludo propio de quienes gustamos del heavy metal, como de varios candidatos norteamericanos (siendo George W. Bush uno que más lo usó). Por lo mismo quiero ver más ideas, propuestas y visión país, ojalá en programas en horarios cómodos.
Tras muchas buenas conversas con adherentes y militantes de la Nueva Mayoría y del Frente Amplio, creo sinceramente que existen muchas coincidencias en temas referentes a regionalización, leyes de probidad en cargos públicos y mejoramiento de la ley municipal. Por eso me pregunto ¿No será el momento de que nos complementemos por el bien del país?
El Presidente Sebastián Piñera ayer ganó sus primarias y pudo imponer su visión dentro del sector que representa, así de simple, y hoy tiene la enorme tarea de unificarnos bajo su programa, sin descuidar claro, el trabajo de sintonización con el voto de centro indeciso o indiferente. Por otro lado Alejandro Guillier y Carolina Goic tienen presentar programas donde aclaren que mantendrán y que cambiarán de las propuestas que comenzó Michelle Bachelet junto a la Nueva Mayoría. El Frente Amplio tendrá que consolidarse y dar una forma más consistente a sus propuestas de campaña y el resto de los postulantes a primera vuelta, tendrán que hacer lo mismo para ser competitivos.
Ojalá el actual gobierno impulse medidas que fortalezcan la discusión política y la participación cívica, porque su ausencia durante las primarias fue mezquina. Hay quienes sostienen que al no ser parte del proceso, restarse previene el intervencionismo, pero sobre la base que los gobiernos son de todos, su principal labor es integrarnos, informarmos y motivarnos a todos.
Noviembre está a la vuelta de la esquina y recuerden mis palabras, tendremos más de 10 candidatos y propuestas presidenciales, por tanto, garantizar que podamos escucharlas es fundamental. Mas para quienes atendemos el contenido sin censurar a quien las emite. Aún recuerdo con agrado la propuesta unicameral de Marco, a veces pienso que nos hace falta un líder capaz de integrar los mejores aspectos de cada campaña y así velar por el bien de todos, pero mientras ello no suceda, habrá que seguir bajo esta lógica de que todo lo ajeno es malo e impracticable.
Para terminar quiero plantear una reflexión ¿Qué sucedería en la visión de Chile si Sebastián Piñera implementara, en su próximo gobierno, políticas de recursos humanos que velaran por un gabinete con probidad a prueba de balas? Más allá de las caricaturas que se hacen sobre su pasado gobierno, hay quienes adrede olvidan (y evitan que recordemos) que los escándalos de gestión (para no decir corrupción) han sido parte de todos los gobiernos posteriores a la dictadura (y antes también). ¿Se imaginan que un nuevo gobierno de centro derecha rectifique y avance, sin tropezar con la misma piedra?.
Así que estemos atentos y analicemos, sin dejar de estudiar cada programa bajo ópticas fundamentalistas y antidemocráticas, a mi modo de ver, no le hace bien nuestra sociedad que olvidemos que cuan joven es y que aceptar a quien piensa distinto, evita llamarlo enemigo y convoca a verlo como un compatriota.
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