Una mujer que debió abrirse camino en medio de un contexto familiar donde habían tres hermanos varones antes que mi. ¿Desde dónde y cómo construir una identidad sin el riesgo de pasar a ser la “princesa frágil” marcada por un amor parental y fraterno hacia la “niña de la casa”, demasiado amada, demasiado protegida? Pues en una familia donde la madre figura como alma nurtidora de alimentos y cariños y el padre como faro lúcido de mirada inquisidora del mundo; ahí en medio de este horizonte decidí un día recoger el amor de la madre y la vehemencia de opinión del padre, desafiando tal vez la herencia de género en una familia de roles bien demarcados donde la niña no necesita ser otra cosa que la flor de la casa (hasta la llegada de mi única y extraordinaria hermana 6 años después).
Más tarde, en mi trabajo como Directora de Cesfam llegamos a abordar los problemas de exposición a plaguicidas que ponían en riesgo la salud de madres temporeras gestantes y a trabajadores agrícolas en general; aquí nuevamente me veo enfrentada a romper paradigmas. Terminamos llegando al senado en apoyo de un proyecto de ley que buscaba prohibir los plaguicidas agrícolas más peligrosos (1ª y 1b); fuimos al Ministerio de salud haciendo una propuesta al reglamento de fumigaciones aéreas, conversamos con grandes y pequeños productores, con ONG, servicios públicos y autoridades. ¿Por qué hacia esto?, me preguntaron cuando expusimos en las Jornadas Chilenas de salud pública, ¿acaso era función del consultorio?,; pues claro, cómo no iba a serlo; si la gente al llegar al consultorio, recibe una atención de salud y luego vuelve a las mismas condiciones laborales y habitacionales que generaron la consulta médica y se supone que la Atención Primaria de salud tiene un rol preventivo y promocional por definición, respondía yo, mientras el resto de los colegas se dedicaban a cumplir sus metas sanitarias exclusivamente.
Es en esta época donde conocimos a Rap-Al, ONG que trabaja en la problemática de plaguicidas y transgénicos; y es desde aquí que esto se vuelve un motivo personal, una lucha que encarna las desigualdades económicas de las mujeres temporeras, la exposición brutal a riegos estructurales del trabajo de mujeres en edad fértil y de hombres también y de las familias que viven aledañas a sitios de fumigación. La imposibilidad de asumir el problema cuando no hay ninguna opción de trabajo, las diferencias en el acceso al agua de pequeños y grandes productores, la pobreza rural, la falta de política pública hacia la agricultura familiar campesina.
Con mi esposo Joel González formamos la organización Tierra Nueva que sería junto a muchas otras la fundadora de la campaña nacional Yo No Quiero Transgénicos en Chile que ha dado una lucha sostenida para informar a las personas, exigir a los legisladores que no aprueben la ley de obtentores vegetales y que se dicte moratoria, luchar por la rotulación de alimentos procesados y promover la soberanía alimentaria.
Luego con la emergencia del Movimiento Todos a la Moneda aquellos que andábamos buscando materializar un proyecto político social económico y ecológico lejos del modelo neoliberal, nos sentimos convocados; y es desde esta plataforma que surge mi candidatura como una apuesta a abrir espacios que permitan ir construyendo este Chile que pone al ser humano en el centro reconociéndole ante todo, como sujeto de derechos; que sitúa a la economía al servicio del buen vivir, la saca de su lugar hegemónico, extractivista y globaliznate para aspirar a la construcción de oportunidades al interior de nuestro país, nuestras regiones y nuestras comunas en una dimensión del desarrollo local y donde el respeto al resto de los seres vivos se propone como un nuevo epicentro de interés, donde la felicidad, la libertad, el cuidado de la vida son ante todo los principios ordenadores. Aquí hay una renuncia a la competencia y acumulación materialista como valores regentes, en cambio se apunta hacia la solidaridad, la cooperación y la compasión.
La clase política ha abusado de los recursos públicos para beneficiar a las organizaciones de base estableciendo con ella relaciones clientelares, luego éstos pagan los favores políticos con su lealtad y voto; es muy común también la práctica de dirigentes sociales que gozan de una comunicación directa que les permite acceder a resultados o soluciones que ellos administran a su criterio; sin embargo aquí no hay una intención de cambiar las cosas; por su parte la ciudadanía no posee mecanismos efectivos para traducir sus intereses en decisiones políticas, su opinión no es vinculante.
Esta candidatura me ha permitido comprender que nuestra democracia es bastante limitada no está centrada en generar propuestas sino en vender una imagen, que por lo demás puede no ser tan genuina gracias al photoshop. La antigua práctica de regalar un zapato y luego el segundo al asegurarse el postulante de haber sido electo ha cobrado nuevas formas. La clase política ha abusado de los recursos públicos para beneficiar a las organizaciones de base estableciendo con ella relaciones clientelares, luego éstos pagan los favores políticos con su lealtad y voto; es muy común también la práctica de dirigentes sociales que gozan de una comunicación directa que les permite acceder a resultados o soluciones que ellos administran a su criterio; sin embargo aquí no hay una intención de cambiar las cosas; por su parte la ciudadanía no posee mecanismos efectivos para traducir sus intereses en decisiones políticas, su opinión no es vinculante.
Hacia arriba el apoyo financiero de parte de grupos económicos que financian campañas levantan dudas respecto de la neutralidad en que quedan los políticos para tomar decisiones cuando deban pronunciarse frente a situaciones que pudieran afectar el interés de esos inversores.
Quienes poseen la capacidad económica de pagar por tener un espacio en el periódico, su imagen en la línea de colectivos, en la micro, la posibilidad de comprar un espacio radial en cada comuna, papelería, folletería, carteles colgando de cada poste en todas las comunas de la provincia, personas contratadas en cada comuna con sus vestimentas, personas encargadas de marketing, publicistas, y hasta grupos vandálicos encargados de destruir la propaganda de sus contendores, etc. se encuentran en condiciones tan favorables que cualquier disputa del espacio se vuelve un propósito muy difícil de lograr para una candidatura que debe ser solventada por el propio bolsillo, haciendo de este supuesto ejercicio democrático un espacio demasiado pequeño donde quien invierte más, se ubica en el centro.
Si a esto le agregamos que la actividad política no es un trabajo remunerado; al menos en mi caso, y por tanto debo continuar trabajando normalmente las 44 horas a la semana, cumplir además los roles de crianza y el cuidado del hogar y luego realizar campaña fuera de ese tiempo; esta tarea se vuelve un acto de verdadero estoicismo.
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claudia arcos
creo que es importante la participación de las mujeres en el que hacer político, quiero ademas sumarme a la iniciativa de Leyla ya que me provoca mucha admiración y confianza deque se pueden hacer grandes cambios,
fidel.cueto.3
Leyla, me siento orgulloso de ser tu amigo, de tu tremendo compañero Joel y tus fantásticos hijos. Mas allá de eso, conozco tu accionar y tus convicciones y me siento muy bien representado por tu candidatura y espero que nos vaya bien el 17. Digo «nos» porque si tu ganas me sentiré tan ganador como tu ya que sé que eres genuina . Felicitaciones