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¿Por qué no votar?

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Una de las mayores incertidumbres instaladas en Chile con motivo de la contienda electoral que se dirimirá este domingo, es el de la participación. No sin motivos, se teme una alta abstención. Una mayor o menor abstención afectará más a unos que a otros. Ello se debe a que tiende a ser mayor entre los jóvenes y entre los más pobres.

El tema no es nuevo y se arrastra desde hace tiempo, pero en Chile no lo veíamos dado que la inscripción era voluntaria y el voto obligatorio. En efecto, la abstención se calculaba en base al total de inscritos, pero se expresaba tácitamente por la vía de no inscribirse por parte de los más jóvenes. Con el tiempo, el padrón electoral fue envejeciendo. Votaban los mismos de siempre. Ahora con la voluntariedad del voto y la inscripción automática, se ha producido una suerte de sinceramiento de la abstención. Lo bueno es que invita a una reflexión que no se estaba haciendo. 

Cabe agregar que estamos ante un fenómeno mundial que viene de la mano de la exacerbación del individualismo y de una pérdida de interés por lo colectivo, por el bien común. Bajo esta lógica se ha instalado una suerte de política del “agarra aguirre” que se expresa en conductas corruptas, colusiones, fraudes, abusos y privilegios indebidos. Cuesta encontrar algún sector que haya escapado a esta lógica. Empresarios, políticos, carabineros y miembros de las fuerzas armadas, así como pastores y curas, han estado involucrados. No todos, ni siquiera la mayoría, pero esos pocos manchan a todos.

Ante este escenario, uno se pregunta ¿Para qué votar? ¿Para qué participar? ¿En qué me beneficiará? Se suele afirmar que nada va cambiar, que estarán los mismos de siempre, que debemos seguir trabajando.

En lo inmediato no deben esperarse beneficios tangibles, puesto que no es ese el objetivo que se persigue. Lo que sí debe esperarse son beneficios esencialmente intangibles, un mejor ambiente, un espíritu de concordia, una satisfacción de ser partícipes de un proceso que con todas sus imperfecciones y limitaciones, es infinitamente superior a aquél en el que se da cuando a un iluminado se le ocurre dar un golpe de Estado. Al participar nos da derecho a reclamar, a exigir, a patalear, a fiscalizar.

Nuestra participación y la de muchos otros es la que hace posible orientar la dirección de un país en un sentido u otro. Un grano de arena no hace una montaña, sin embargo un gran número de granos, sí hacen la montaña.

Nuestra participación y la de muchos otros es la que hace posible orientar la dirección de un país en un sentido u otro. Un grano de arena no hace una montaña, sin embargo un gran número de granos, sí hacen la montaña.

Es de la esencia de la democracia votar, participar, integrarse, organizarse. Somos individuos sociales que nos debemos a nosotros mismos y a los demás. Somos lo que somos por nuestras raíces y por nuestras relaciones con los demás. De lo contrario quedamos cojos. Participar es un imperativo que hace la diferencia. No da lo mismo votar o no votar, así como no da lo mismo mirar de frente que de espaldas.

No está de más afirmar que mientras más alta sea la votación que registren los comicios, más representativas serán las autoridades que emerjan, y por tanto, mayor será la responsabilidad que cae sobre sus hombros, así como mayor el control que tendremos derecho a ejercer sobre sus actuaciones.

Un bajo nivel de participación electoral no solo deslegitima a las nuevas autoridades, sino que a nosotros mismos. Participar activamente, no solo mediante el voto, fortalece la democracia y nos da la autoridad moral para exigir y no andar llorando sobre la leche derramada.

Por ello, mi invitación es a votar libremente, reflexivamente, pensando en un país de y para nosotros y las futuras generaciones, esto es, por un país más solidario, más amable, más integrado.

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6 Comentarios

mundo

cada votante es dinero para el candidato…
cuando será el reembolso del votante por su sufragio?..
por eso no votó…
mi voto vale y vale dinero

    rodolfoschmal

    rodolfoschmal

    significa que si te reembolsaran votarías …. interesante … mientras tanto, otros deciden por ti …. doblemente interesante …

Idjdjdjfj

Agregaría lo que considero imprecisiones, pero no sé si tenga sentido hacerlo… Sólo me quiero remitir a lo que llamó mi atención, diciendo, pucha, nos quedó mal escrito el título…

Kejfjfjfjfjf

10 luquitas… uno vota y la mesa le da 10 lucas al votante…

Tiene un sentido práctico que cubre costos reales y paga el sacrificio de ir a votar –y/o lo que se deja de ganar– además de ser una iniciativa que atraería sobre todo a jóvenes y personas de más escasos recursos a votar…

Bien hecho Rodolfo al destacar la postura de «mundo», aunque haya sido ironía…

    rodolfoschmal

    rodolfoschmal

    lo única que faltaba, mercantilizar el voto … no bastó con mercantilizar la educación, la salud, la previsión, ahora tb necesitamos que nos ofrezcan dinero para votar …… espero que en el otro mundo, en la otra vida, en el más allá, para ingresar a la vida eterna no me anden pidiendo ticket de entrada, y que haya de distintos precios según «la calidad» de la vida eterna a la que aspire ……..

Jsjsjeheheh

Ya lo creo que hay más de una calidad de vida eterna, por eso se compara el castigo de Sodoma con el de otros, diciendo que para unos será mayor…

Medio a medio en el clavo Rodolfo… Ya van dos veces… Yo creo que debieras reevaluar el sentido de tus ironías, pero, no sería bueno que la sociedad prescinda de ellas…

En cuanto a dinero por un voto, a muchas personas le parecería bien que quien lo quiera recibir, lo haga, ya que en muchos casos hay un esfuerzo y costo por el hecho de votar, cosa que es innegable y pone a la propuesta en plano razonable, en donde comparaciones con mercantilización de un bien o servicio, no tienen sentido, si pensamos por ejemplo en los casos en que se desea ir a votar, pero no hay dinero para un taxi de acercamiento en alguien que lo necesita.

El Gobierno dio un ejemplo en este sentido, liberando el pasaje en Metro. La idea detrás de ello es facilitar a la patria el poder contar con el voto de la mayoría de sus hijos y no sólo el de quienes pueden costearlo…