Otras veces me duermo en medio
de la sociedad distinguida
y cuando busco en mí al valiente,
un cobarde que no conozco
corre a tomar con mi esqueleto
mil deliciosas precauciones.
Muchos somos,
Pablo Neruda.
No es necesario ser un agudo observador para comprender que lo que ha ocurrido con el proceso constituyente y está ocurriendo con el plebiscito de salida, es un hito histórico en nuestro país, Chile. Y esto, a pesar de los abrumadores intentos de boicot, desprestigio y desvaloración desde el inicio del proceso. Sin embargo, la capacidad de resistencia frente a los embates y la perseverancia con el propósito de lograr una nueva Constitución, siguen siendo una base contundente para sostener la atención, la esperanza y apoyo de la gran mayoría de chilenas y chilenos que frente a la crisis sociopolítica aprobamos elaborar una nueva Constitución.
Somos un país en crisis y en proceso de cambio complejo. No olvidemos que estamos donde estamos producto de un acuerdo político transversal a partir de una revuelta social que cuestionó fundamentalmente la lógica misma en que se sustenta el sistema neoliberal que impera, el cual, seduciendo con el sebo de la libertad, reduce el encuentro social al consumo, desvanece el espacio común e instala la visión de que nos irá mejor a todos si cada uno se ocupa solo de su propio bienestar, y lo más importante, debemos aceptar lo que el destino quiso que fuese el particular punto de partida de cada uno dada la cuna donde nos tocó nacer. El cuestionamiento a este relato es la base en que se sustenta la propuesta de un nuevo trato social.El plebiscito de salida nos pone a las y los chilenos en el trance histórico de ejercitar nuestra libertad -que tanto apreciamos-, con responsabilidad y valentía. Es imprescindible formarnos nuestro propio juicio respecto a la propuesta de nueva Constitución.
La libertad es una raíz principal incuestionable de la condición humana. Tomar conciencia de cuan libres estamos siendo en nuestras vidas es, sin duda, un factor importante en nuestra vivencia de felicidad, de estar en paz como persona y como sociedad. Ser libre de verdad cuesta, requiere valentía y responsabilidad, ser valiente para enfrentar las tentaciones de transarla y responsable para asumir las consecuencias de ejercerla. La vida personal y colectiva es un vaivén permanente entre expresiones de libertad y control, sus límites están dados por la propia voluntad y las reglas que nos damos para la convivencia en comunidad.
Hoy, el plebiscito de salida nos pone a las y los chilenos en el trance histórico de ejercitar nuestra libertad -que tanto apreciamos-, con responsabilidad y valentía. Es imprescindible formarnos nuestro propio juicio respecto a la propuesta de nueva Constitución. Aún es tiempo de informarnos y apreciar si esta propuesta es buena para ti y, también a la vez, para la gran mayoría de chilenas y chilenos. Es el gran desafío que tenemos todos, responder a esta pregunta de forma libre, valiente y responsable de las consecuencias de las decisiones que tomamos. La clave es ser honesto con uno mismo al momento de considerar la información y calibrar las diversas presiones (familiares, redes sociales, TV, etc.). Se trata de ejercer con responsabilidad y valentía la libertad de decidir por propio juicio qué es lo mejor para uno y para el bien del país a la vez. Este ejercicio es un deber imperativo para todas y todos los chilenos en este momento crucial para nuestro país, Chile.
Comentarios
31 de agosto
El que ha visto videos o ha asistido a las masivas actividades del apruebo, ha visto la multitudinaria participación de jovenes. Esa es la mejor encuesta.
El acto de cierre de campaña del rechazo en Santiago, fue suspendido por falta de público.
Ahí lo dejo.
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