Ha dicho un par de cosas que ni los dirigentes del bullado movimiento estudiantil tuvieron el coraje de decir: que las carreras en Chile son muy largas y que la justificación que las casas de estudios dan para esto (que los estudiantes llegan mal preparados) no es satisfactoria. Cualquier estudiante con cinco años de estudios tendría calidad de máster en un país desarrollado. ¡Pase por caja si lo desea!
La política es el terreno de las ideas, y las ideas importan, y mucho. Por ello que, en medio de la trifulca partidista, el alboroto popular y esa permanente orgía pública que es el acontecer cotidiano, hay veces como ahora, que los ciudadanos debemos retomar el pudor y defender a quienes, de algún u otro modo, respetan nuestro derecho a una política sensata y eficaz.
Harald Beyer ha hecho las cosas bien.
Por primera vez desde la fundación de las universidades privadas, una autoridad pública ha tomado la decisión de hacer frente a las irregularidades que durante años han venido acumulándose. Tal vez no le guste la cara ni el tono del mensajero, pero al menos tuvo el coraje de abrir la boca a tiempo, cuando la guitarra sí estaba en sus manos y era lo que “su instinto le decía”.
Segundo, ha dicho un par de cosas que ni los dirigentes del bullado movimiento estudiantil tuvieron el coraje de decir: que las carreras en Chile son muy largas y que la justificación que las casas de estudios dan para esto (que los estudiantes llegan mal preparados) no es satisfactoria. Cualquier estudiante con cinco años de estudios tendría calidad de máster en un país desarrollado. ¡Pase por caja si lo desea!
Tercero, que la plata de los chilenos sería más sabiamente invertida en mejorar la calidad de la educación que las nuevas generaciones reciben en sus primeros años. Existe cierta evidencia internacional, y hacia allá están apuntando buena parte de las reformas de países pioneros en el rubro, que una buena educación pre-escolar genera resultados extremadamente positivos (enlace en inglés). Pero es un hecho que los que ya llegaron a la educación superior y que, les guste o no, son los privilegiados del sistema no desean compartir esos valiosos recursos con aquéllos que jamás saldrán a la calle a –como diría Mario Waisbluth- tirar pañales con caca.
No me mal interpreten. La política en ningún caso es una esfera de lo ideal. Cada grupo, por muy reprochable que sea, tiene el derecho de poner sobre la mesa sus intereses y exigir mejoras. Es parte del “fair play” social. Sin embargo, en mi calidad de ciudadano, mi deber es darle mérito a aquellos servidores públicos que, emulando a Kenu Reeves, y contra la corriente de la popularidad, dicen las cosas como corresponden, aún con el riesgo del termómetro episcopal de Adimark.
Mi única crítica al ministro Beyer es menos a su persona como a su gobierno. En definitiva, este gobierno de Sebastián Piñera ha demostrado –irónicamente- que, a pesar de estar formado por tantos hombres de negocios, educados en tan prestigiadas escuelas de administración, parecen sencillamente no dar con el lenguaje que la gente común y corriente usa en su casas.
El ministro es en definitiva, un tipo difícil de entender, con un tono académico que duramente puede competir en los medios con las andanzas de la farándula; con cierta inclinación conceptual difícil de llevar a los 50 caracteres del periódico más leído de la plaza, y que a final de cuentas algo que en política sí importa, no tuvo el privilegio de llamarse González ni Tapia.
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Comentarios
03 de abril
El gran problema del ministro no es su lenguaje académico que se supone lo aleja de los ciudadanos. El problema es que sus ideas y acciones lo hacen. Aparece como a favor del lucro en la educación y los ciudadanos no; se quedó en la idea de que las carreras son muy extensas, no lo tradujo en acción; la decisión de cerrar una universidad, a ojos de la opinión pública, pareció llevada por la presión de las circunstancias y no por iniciativa libre del ministro; Sobre la necesidad de invertir en educación pre-escolar y básica, es claro que es allí donde se debe poner énfasis. Se agradece que el ministro lo defienda, pero esto no es nuevo en quienes gobiernan. Quizás los mayores esfuerzos en esta materia se vieron con el programa Chile Crece Contigo del gobierno anterior. Por ello el movimiento estudiantil no solo se conforma con educación gratuita y de calidad para las universidades, sino que para todo el sistema. Nunca en términos egoístas como insinúa el columnista.
Por último señor Figueroa, si quiere convencernos que Beyer no merece ser acusado, va a tener que esforzarse más, no cambiando su lenguaje por el de Luly, sino que mejorando sus argumentos.
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03 de abril
http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2013/04/03/beyer-usa-la-u-del-mar-para-decir-que-esta-haciendo-algo-respecto-del-lucro-cuando-en-realidad-no-esta-haciendo-nada/
Léala esta columna señor Figueroa.
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03 de abril
Supongo que Rodrigo Figueroa, al mencionar, primer argumento, ignoraba que antes de este gobierno, fueron cerradas 18 instituciones de educación superior, entre CFT, IP y Ues. Creo que se perdió los antecedentes que fueron expuestos en Comisión de la Cámara.
Luego, cuando menciona su segundo punto, más que argumento está expresando cuál es tu inclinación ideológica, evidenciando oposición a la dirigencia estudiantil y muy lejos de revelar algún antecedente que pese a favor de Beyer. Además, lo que señala en específico acerca de la duración de las carreras, sí ha sido mencionado por los estudiantes, yendo mucho más allá en criticar la apertura de carreras universitarias sin proyección ni campo, pero que han sido abiertas inescrupulosamente con mirada empresarial por aquéllos que gustan lucrar con la educación. Y por último, el tercer argumento viene a redundar con aquéllos que destacaron el perfil profesional del ministro. Una cosa no tiene nada que ver con la otra, sus competencias o las medidas que ha encabezado y que sí son dignas de destacar, NO anulan un cúmulo de antecedentes administrativos negativos. Eso, es lo que pensé encontrar tras el título de su columna. Razones acordes a los cargos que se le imputan, NO un «me parece que» en base a ideas casi de piel.
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16 de abril
cuales 18?
16 de abril
¿Recuerda el caso de la Universidad de Temuco?
¿Recuerda la Universidad Las Condes? ¿Y la turbia historia detras de la Universidad del Desarrollo, que fue la que la absorbio, en que estan involucrados Joaquín Lavín Infante, Cristián Larroulet Vignau y otros, como denuncio Maria Olivia Monckeberg?
¿Recuerda el caso de la Universidad de la Republica? ¿Y todo el escandalo que se armo con el asunto de su cierre, muy parecido a lo que ha pasado en la Universidad del Mar? ¿Y como ha resucitado en la Universidad Miguel de Cervantes, la de Gutenberg Martinez?
¿Recuerda el caso de la Universidad Marítima de Chile? ¿Recuerda el caso de la Universidad de Rancagua? ¿Recuerda la Universidad Europea de Negocios? ¿Y la Universidad José Santos Ossa? ¿La Universidad de Puerto Varas? ¿Y la Universidad Regional San Marcos?
Yo solo le menciono los casos que recuerdo de universidades, y los recuerdo muy bien porque fueron cierres escandalosos que fueron muy publicitados en la prensa. ¿A ud ya se le olvidaron?