«Perros de la calle”, la película debut de Quentin Tarantino cumple 21 años. El film relata cómo seis individuos con diversos perfiles preparan minuciosamente el robo de diamantes. Ninguno se conoce entre sí. El plan sale mal. Reunidos en un viejo almacén abandonado, los sobrevivientes se enfrentan entre sí intentando descubrir quién les ha traicionado.
Al igual que el film de Tarantino, varios personajes del mundo político que aspiran al Congreso se preparan para enfrentar la designación final a una interesante aventura. Sin embargo, a días del cierre de la inscripción para participar en primarias parlamentarias, esta promesa -en algunos casos- sigue a la deriva. Con distintos conglomerados políticos y diversos colores van a una vorágine incierta.
Así entonces, de un total de 60 distritos de diputados, poco sabemos de cuántos de ellos irán a elecciones legales y vinculantes como lo establece la ley. Por cierto analizada, promovida y actualizada por todos los partidos políticos con representación en el parlamento.
Veamos la arquitectura/plataforma y ciertas lógicas/visiones de esta negociación parlamentaria.
El Congreso Nacional despachó el 2 de octubre de 2012 la Ley de Primarias, que establece un sistema de elecciones para que los partidos políticos designen a sus candidatos a la Presidencia de la República, a parlamentarios y a alcaldes. Publicado en el diario oficial el 6 de diciembre de 2012, el nuevo marco legal se encuentra vigente desde esa misma fecha.
Este mecanismo de primarias es voluntario y vinculante para los partidos políticos y pactos electorales que decidan realizarlas. Vinculante quiere decir que los resultados de la primaria deben ser respetados y que los candidatos perdedores deben acatar el resultado y no postularse, a pesar de su derrota, al mismo cargo en el proceso eleccionario final.
En particular, según el artículo 7° de esta Ley, en la elección primaria para la nominación de candidatos a los cargos de parlamentarios, para cada territorio electoral, los partidos políticos podrán participar:
a) En forma individual, sin haber suscrito un pacto electoral con otros partidos, y con el objeto de determinar sus dos candidatos.
b) En forma individual, habiendo suscrito un pacto electoral con otros partidos, y con el objeto de determinar su propio candidato dentro del pacto.
Al igual que en el film de Tarantino, varios personajes del mundo político que aspiran al Congreso se preparan para enfrentar la designación final a una interesante aventura. Sin embargo, a días del cierre de la inscripción para participar en primarias parlamentarias, esta promesa -en algunos casos- sigue a la deriva. Con distintos conglomerados políticos y diversos colores van a una vorágine incierta.
c) En conjunto con otros partidos con los cuales ha suscrito un pacto electoral, y con el objeto de determinar los dos candidatos de dicho pacto.
Sin embargo, a pesar de contar con este dispositivo, es significativo saber porque “el mundo” de algunos dirigentes partidarios del denominado “progresismo” sigue enviando señales tan evidentemente contradictorias. Dilucidar esta temática podrá ayudarnos -como es de interés- a los propios legisladores y dirigentes de los partidos políticos a enfrentar el descenso de la temperatura en las relaciones interpersonales con la ciudadanía. Esta relación fría, ha vuelto a olvidar la calidez de la transparencia e información, respaldo y aliento vía “promesa de elecciones primarias” para acercar más a la “clase política” y electores a estas decisiones.
Dentro de lo descrito, es pertinente citar al sociólogo Pierre Bourdieu, quien usa de manera sagaz dos conceptos que nos pueden guiar en esta cartografía: el uso “cínico” y el uso “clínico”. Uno puede ser usado “cínicamente” de la siguiente forma: el mundo es como es, entonces pensaré una estrategia que me permita explotar sus reglas para mi beneficio, sin considerar si es justo o injusto, legitimo o ilegitimo. Por otra parte, su uso “clínico”, permite combatir más efectivamente lo que consideramos incorrecto o nocivo. Así entonces, y en última instancia, la elección es nuestra.
Afortunadamente, en cuanto a optar por una lógica, los hombres y mujeres libres tienen a lo menos la oportunidad de ejercer su libertad. Todavía al menos.
A horas del cierre de la llamada “negociación parlamentaria”, no solo una pequeña ventaja electoral debe prevalecer, sino también la energía acumulada debe estar al servicio de la legitimidad democrática de las llamada elecciones primarias 2013. Esto es, permitir competencias plurales e integradoras.
Entonces, ¿por qué no asumir los riesgos y desafíos de competencias diversas si queremos contar con miles de personas participando en las elecciones primarias el día domingo 30 de junio?.
Finalmente sabemos que, para cualquier “desafío/negociación” -en breve- no se puede prometer honestamente a sus interesados una existencia segura, ni menos un futuro único y cierto. Por cierto, ya lo demostró Quentin Tarantino con “Perros de la calle” de manera post moderna y en sólo 99 minutos.
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