Hace ya tres años me mudé a Dinamarca: me aburrí de Chile, así de simple. Me aburrí de la apatía, del individualismo, del chaqueteo y, por sobre todo, de la corrupción tanto de los privados como de la clase política. Claro, porque los privados también «son vivos», pero los más «vivos» son los políticos que yo catalogo como «el político polilla», ese que ama los focos de la televisión, esos son los peores.
Antes de venirme a Dinamarca yo creía en mi Chile, yo creía que mi país podía llegar a ser desarrollado antes de que mis hijos llegaran al mundo. Es por eso que, durante varios años, participé en política y hasta fui asesor en el Congreso Nacional; fue ahí donde el olor a podredumbre me dio a entender que mi sueño tenía varios obstáculos y el mayor de ellos era que todos jugaban para su propio equipo, desde el político que defendía los intereses de sus auspiciadores, pasando por el empresario que trataba de pagar menos aún cuando su empleado trabajara lo más posible, hasta el trabajador que no perdía la oportunidad de sacar la vuelta o robarse aunque sea un clip porque «total, aquí me están cagando».
Mi visión de cómo debe funcionar una sociedad ha cambiado un montón desde que me vine a Dinamarca. Y es en mi nuevo hogar donde ha estado el foco de algunos de los que quieren acabar con el sistema de AFPs en Chile.
Resulta que en el país más feliz del mundo tenemos un sistema de pensiones que es calificado como el mejor del planeta. Es un sistema público con aporte complementario privado, vale decir, todos, sin excepción, tienen garantizado una pensión mínima de $737.000 en pesos chilenos de hoy. Aquí el Estado y los privados aportan y garantizan una pensión mínima a todos. De igual forma, puedes además contratar una empresa tipo AFP, pero sin pillerías, y aportar voluntariamente para tener una pensión aún más alta.
Para sorpresa de usted, lector, los que han aportado voluntariamente a estos fondos de pensiones privados y obtienen una pensión con la cual sí pueden vivir, casi en su totalidad renuncian a la pensión pública, porque aquí en Dinamarca nadie se trata de «hacer el vivo». La confianza es un principio intransable en la sociedad danesa y es ahí donde yo, personalmente, creo que por más flores que le tiren al sistema danés, por más deseo que tengan de copiarlo, no es suficiente.
Y claro que no es suficiente. El Chevrolet Corsa al que le pusiste una calcomanía de Ferrari no va transformarse en un California T porque le pusiste la dichosa pegatina. De igual manera, no importa con cuánto esfuerzo la gente de «No + AFP» trate de copiar la forma del sistema de pensiones danés, jamás van a calcar el fondo del sistema en una sociedad como la chilena.
Y es que como a mí me gustan las comparaciones odiosas, quiero aquí nombrar a una persona antes de seguir dando la lata. Aquí en Legolandia hay un política llamada Margrethe Vestager. Esta semana, Margrethe, llevó adelante la condena de la Comisión Europea contra Apple por más de €13 billones por evasión de impuestos. El año pasado, a Vestager no le tembló la mano para condenar a gigantes como Google, Amazon, Starbucks y Gazprom. Ella pertenece al partido político Venstre, que es el símil político de Renovación Nacional. Pero mientras en RN tuvieron en sus filas, y como vicepresidente y «formador» de futuros políticos, a Claudio Eguiluz (amigo de SQM por si ya se le olvidó), el RN danés tienen a Margrethe Vestager.
¿cómo van a reaccionar los chilenos (que son los que menos impuestos pagan de los países de la OCDE) cuando les digas que todos deben pagar entre 44% y 60% de sus ingresos en impuestos para sostener el nuevo sistema de pensiones?
Y no es que no existan personas de calidad en política, pero es que en su mayoría son ninguneados hasta el cansancio, se espantan y vuelven al mundo privado o simplemente la prensa no les presta atención porque no son tan interesantes como los Andrade, las Bachelet o los Longueira, todos estos con amigos y familiares con el agua hasta el cuello con los casos de corrupción.
Pero toda esta mala clase política es la que todos los chilenos han elegido; es el resultado de la apatía e individualismo de los últimos 30 años. Uds son los primeros responsables de elegir o abstenerse a elegir a aquellos que han estado profitando del sistema los últimos 30 años. Y los que están aburridos de la clase política optan por charlatanes como Francisco Parisi o MEO. ¡Y es que no hay más opciones! Y eso es lo peor, uds mismos dejaron que 3 millones eligieran de nuevo a Bachelet, y ahora van a elegir de nuevo a Piñera. Y no es que tenga algo especial en contra de ellos, pero sí tengo mucho en contra de la capacidad de renovación de la política y de la apatía e individualismo de abstenerse a votar, de querer ser más, de leer más, de crear más.
Y es que es esa apatía y ese individualismo es el principal problema al querer copiar el sistema danés de pensiones. Suena lindo, pero ¿cómo van a reaccionar los chilenos (que son los que menos impuestos pagan de los países de la OCDE) cuando les digas que todos deben pagar entre 44% y 60% de sus ingresos en impuestos para sostener el nuevo sistema de pensiones? Y ahí ya tienes otro problema que da para otra columna: el individualismo de no querer pagar impuestos, pero igual te quejas de que tienes que pagar por la autopista, la Universidad, la operación de tu hija y que los políticos se deben a las empresas. ¿Qué? ¿Para quién vas a trabajar? ¿Para el viejo que grita afuera en la calle o para el que te paga el sueldo? Si ustedes no pagan impuestos y son las empresas las que lo hacen, ¿para quién vas a hacer leyes? Y no, déjeme decirle que usted no paga IVA, es la empresa. Y no, casi nadie paga impuestos en Chile ya que más del 80% de los chilenos no paga impuesto a la renta.
Aquí no estoy diciendo que «Chile no crece porque esta lleno de chilenos», pero sí estoy sosteniendo que Chile no puede pretender tener un sistema de pensiones danés o un sistema educativo como el de Finlandia, si sigue pensando la vida ciudadana como Estados Unidos. Los chilenos deben salir de la apatía, del individualismo, del hacerse el vivo, del chaqueteo, de cumplir con el mínimo y comenzar a hacer cambios en la vida diaria que contagien confianza, empezar a pensar en lo colectivo sobre lo individual. Sin colectivismo el resultado va a ser nada más que + AFP.
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palveald
Dinamarca tiene un Sistema que no es mas diferente que el de EEUU. De acuerdo al Social Security, si jubilo a los 67 anios mi pension sera de 2200 al mes y si jubilo a los 70 sera de 3000 dolares. A esto hay que sumarle mi ahorro provisional privado que es voluntario. Al final tendria una pension de unos 4000 dolares al mes, es decir unos 2.8 millones de pesos..Ademas tengo el medicare que es el Sistema de salud. SI desido jubilar a los 70 ouedo seguir trabajando si quiero sin ser castigado en mi pension. Ademas es probable que la empresa en la cual trabaje me cubra parte de mi seguro de salud, 80% . Como funciona el social security? 50% es aporte personal y obligatorio y 50% es aporte de las empresas en forma obligatoria.
solopol
La columna tiene razon respecto a los impuestos directos, si el 80% de las personas estamos exentos de impuestos a la renta, eso no puede ser bueno. Yo prefiero pagar impuestos a la renta que pagar Isapre, Afp, etc, ademas que estas «imposiciones» y cotizaciones son impuestos disfrazados. No es bueno que solo el 20% de la gente pague impuestos a la renta, primero, porque no es justo, si bien mucha de esa riqueza no viene del merito sino del pituto o el abuso a los trabajadores, no es menos cierto que en muchos casos se trata de gente honesta, si estuviesemos en ese caso les encontrariamos algo de razon. En segundo lugar, los que pagan impuestos a la renta tienen mucho poder por el hecho de hacerlo, son quienes tienen control sobre los recursos del Estado y que hacer con el. A ese nivel de «proporcionalidad» se genera una sociedad injusta, que genera aun mas desigualdades sociales, la columna dice que en Chile no queremos pagar impuestos, sin embargo tenemos que pagar salud, educacion, carreteras, tags, pagamos individualmente, por separado, mas que si hicieramos «una olla comun», colectiva, como es siempre un sistema de seguridad social.
Jonathan del Solar
No se puede comparar los países escandinavos con Chile, de ninguna manera, solo un par de datos, disponen de fuertes sindicatos, disponen de salud y educación top de lo mejor, gratuita, pensiones dignas, departamentos arrendados de lujo por empresas decentes con contratos con el Estado de mantención periódicas efectivas, por ejemplo te cambian los papeles murales cada 5 años, cada diez el sistema de griferías y a viven en general en un ambiente de calidad rodeados de bosques y jardines, derecho a disponer de vacaciones, el Estado basa su relación con su pueblo en la confianza, no existe el abuso de las notarias, sino cualquier ciudadano puede ser testigo de fe o certificar que una firma es autentica, etc, etc. Sin embargo pagan efectivamente impuestos altos, quién no lo haría si el «mínimo de existencia» borde los USD1.200.- mensuales?