Las campañas son una ocasión excepcional para pensar el futuro, debatir propuestas y compartir proyectos. Por esa razón quienes poseen vocería nacional deben privilegiar una discusión seria y responsable. Así se mejora la región y también se concita el respeto de la ciudadanía. Caer en la crítica fácil, culpar a otros y mirar sólo para atrás es más fácil pero improductivo. Lamenté leer en El Día de La Serena la columna «Hechos y no Intenciones» del senador UDI, Gonzalo Uriarte. En ella el trata de excusar la actitud ilegal de Cencosud, dirigida entonces por el ex candidato presidencial Laurence Golborne, criticando al gobierno de la presidenta Bachelet, y luego las emprende contra el gobierno del presidente Lagos y mi persona como Ministro de Educación, por el financiamiento estudiantil. En ambas cosas se equivoca.
Conviene recordar que hubo al menos dos decisiones fundamentales en educación superior en el periodo del presidente Lagos: a) una ampliación sustancial de becas y créditos para que jóvenes modestos pudieran acceder a la educación universitaria y técnica; y b) el envío y aprobación de un proyecto de ley para controlar la calidad de las universidades privadas, la llamada acreditación. Gracias a la primera, entre 2006 y 2012 han accedido cerca de 500.000 jóvenes nuevos, muchos de bajos ingresos, a la educación superior, especialmente técnica, colocando a Chile en el primer lugar de cobertura en América Latina. Becas y créditos se ampliaron bastante para los alumnos de las universidades del Consejo de Rectores. En ese tiempo los alumnos de las universidades privadas, centros de formación técnica o institutos profesionales no contaban con financiamiento alguno del Estado. Muchos padres estaban obligados a endeudarse con bancos a tasas altísimas, como créditos de consumo, o eran rechazados por carecer de recursos para otorgar un aval. La gran mayoría ni siquiera lo intentaba. El Estado dio su respaldo, abriendo las puertas y muchos estudiantes y sus familias pueden aspirar a una vida mejor. En cuanto a lo que hoy critica, vale la pena recordar que el proyecto de ley se aprobó en forma unánime, también con los votos del partido del senador Uriarte.
La segunda medida, acreditación de la calidad, era esencial, pues entonces no existía control ni atribución alguna del Estado sobre las privadas. A pesar de esa urgencia, el proyecto de ley tuvo la oposición cerrada de parlamentarios del partido del senador Uriarte. Sostenían y aún sostienen que el Estado no debe regular a las universidades privadas, que basta con el mercado. Recién en 2006 se logró aprobar una norma legal, que a pesar de sus limitaciones ha permitido contener abusos y promover mejoras.
Durante el actual gobierno se han dado pasos a favor de un mejor financiamiento. Pero nadie puede desconocer que ello ha sido en gran medida consecuencia del movimiento estudiantil, a contrapelo del gobierno.
Durante el actual gobierno se han dado pasos a favor de un mejor financiamiento de la educación. Pero nadie puede desconocer que ello ha sido en gran medida consecuencia del movimiento estudiantil, a contrapelo del gobierno.
Tener un buen diagnóstico es indispensable para proponer mejorías a futuro. Descalificar y distorsionar solo obstruye el camino de un entendimiento. Aprovechemos los tiempos de campaña, pero hagámoslo con seriedad.
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peon
Lo mismo digo yo… Queremos que se le ponga el cascabel al gato y que se hagan las cosas bien, así es que, sr. Bitar, si usted quiere «pensar Chile en serio», díganos cuál es su «propuesta en serio», porque lo único claro que veo en su artículo es que usted pretende defender su pellejo político, sin embargo, creo que es prudente considerar que jamás lo reivindicará en un 100% a menos, claro esta, que efectivamente tenga usted una propuesta de país que a la mayoría le parezca razonable. Si es espectacular y todos la quieren llevar a cabo, entonces con seguridad usted se habrá reivindicado con todos, porque probablemente la amyoría diría que: «no importa si hizo algo mal, lo importante es que ahora acaba de hacer algo monumentalmente bien», así es que esperamos sus propuestas, si acaso usted tiene alguna. Si no tiene ninguna, procure crearla para que sus comentarios sean más útiles y para que «concite el respeto de la ciudadanía»… Si no puede crear alguna, le invito a debatir las que ya existen…
De todas formas, si sus aclaraciones resultan adecuadas para alguien, bienvenidas sean para él o ellos… Por mi parte, y creo que por parte de la ciudadanía, el foco de atención queremos colocarlo en el futuro, precisamente en el debate de ideas, tal como usted lo menciona, así es que si quiere colaborar en algo, díganos dónde se debaten ideas con la ciudadanía… Si no sabe dónde, tal vez pueda utilizar sus recursos y buenas intenciones para crear un lugar en donde se reúna la ciudadanía a diseñar el país que anhela la mayoría, promoviendo además las condiciones necesarias para para que los consensos ciudadanos se hagan realidad…
Saludos y esperamos su aporte al debate que nos espera…
Héctor Carreño Navarro
Estimado Sergio
lo unico que puedo decir es que antes te respetaba, pero ese respeto se fue al traste cuando Francisco Figueroa lo cuestiono sobre su actuacion en el credito CAE que condeno a muchos estudiantes a las tasas de interes draconianas de los bancos y ud como respuesta saco lo del gobierno militar lucha que se la concedo plenamente. No obstante creo ese argumento ya no es válido y tiene que responder por las ganancias que su ley le permitio obtener a la banca a costa de una cobertura de dudosa calidad, por que me concedera que hay muchas Universidades privadas no dan el ancho y tambien las hay del consejo de rectores. Lo mas probable es que su respuesta sera el tema del binominal que todo fue dentro de lo posible y toda la monserga concertacionista para justificar su actuación, simplemente ya no queremos escuchar esas cosas y queremos que le pongan el cascabel al gato.
saludos