El comportamiento que han tenido algunos políticos, especialmente de la Concertación en los últimos años, ha respondido a un problema que se centra específicamente en la deficiente modernización política que ha presentado el espectro político en nuestro país. La creación de Chile Primero, la desafección de los parlamentarios “colorines” de la Democracia Cristiana y la emergencia de Marco Enriquez-Ominami son hechos significativos dentro de nuestra joven democracia, lo que plantea , por un lado, una falta de renovación ideológica y por otro lado, la no emergencia de nuevos líderes dentro de la escena político – partidista.
Esta falta de renovación ideológica, que se viene arrastrando en la izquierda desde la caída de la Unión Soviética, se debe a que la fuente de inspiración tanto marxista como socialdemócrata en el mundo está agotada. El comunismo perdió el rumbo luego de la caída de la Unión Soviética debido al rol “satelital” que poseían ideológicamente los partidos comunistas respecto del PC Soviético. Esto se suma a la estrategia poco ortodoxa de la China Comunista para con el sistema económico (aceptación de la economía de mercado), lo que deja “solitaria” a la izquierda en sus fundamentos económicos y políticos. El PD de Chile no posee nuevos lineamientos políticos para la nueva democracia, y ysólo ha jugado un rol de apoyo hacia la Concertación en la dos últimas elecciones. Por otro lado, la izquierda socialdemócrata, (PS, PPD y PR) no ha podido conjugar un lineamiento estratégico para insertarse en la nueva concepción de Estado y mercado que presenta el mundo Post-Guerra Fría, diferente del Estado de Bienestar que era la base de la concepción socialdemócrata en el mundo. El único comportamiento que ha tenido es de apoyo al actual sistema, lo cual ha traído una merma de respaldo ciudadano tanto a nivel electoral como a nivel de las bases políticos de dichos partidos. La izquierda, en sus dos ramas, ha sido poco inteligente para insertarse y renovarse política e ideológicamente en el actual plano político. La emergencia de MEO repsonde a una suerte de viaje personal más que una base de apoyo mayoritario dentro de la izquierda y, lamentablemente, en las pasadas elecciones cumplió el rol de "Cura de Catapilco" para Frei.
La poca capacidad que ha tenido la DC para levantar nuevos liderazgos se observa también en su poca capacidad de renovación ideológica. Desde que las ideas del Estado de Bienestar y el Humanismo Cristiano de a mitad del siglo XX no pudieron satisfacer los problemas sociales y políticos en el mundo, la DC no ha tenido un planteamiento distinto al actual sistema. Su apoyo se observa claramente en el respaldo empresarial que posee el partido y la disminución sustancial de respaldo ciudadano a la hora de votar. Esto merma en la inclusión o entrada de nuevos líderes en el partido y provoca que sectores que se sienten poco escuchados o que no han podido llevar sus ideas al plano ideológico del partido se sientan frustradas y abandonen la tienda política, observando cómo los parlamentarios colorines que siguen al Senador Adolfo Zaldívar se alejen del partido.
Esto de cierta manera también se observa en la derecha, en especial la UDI, ya que los antiguos liderazgos proclives a la dictadura no han dejado y no han querido que los nuevos personeros con ideas distintas y muchos más proclives a la democracia tengan el liderazgo en el partido. ¿Por qué estos personeros no han abandonado a la UDI, como sí lo hicieron los colorines en la DC? A mi juicio sólo porque no ha surgido un liderazgo fuerte y renovador en el partido que los aglutine a todos, aunque el ex candidato presidencial Joaquín Lavin podría ser ese nuevo liderazgo en el partido.
Los partidos políticos no han querido responder a las nuevas demandas sociales, las cuales quieren soluciones eficientes, rápidas y claras, soluciones que en el ámbito de lo político no se han querido realizar. La falta de modernización política llevaría a que ciertos partidos no se reciclen, no tengan retroalimentación con sus bases ni con la sociedad. ¿Cuál es la razón? A mi juicio sólo una: comodidad política, porque los partidos políticos poseen influencias en los centros de poder tanto a nivel político como económico, lo que hace que el actual escenario sea favorable a ellos y no quieran cambiar la actual situación.
¿Qué podría pasar? Si el actual escenario no cambia, nuestra democracia poco a poco se estaría deslegitimando frente a la sociedad, lo que podría llevarnos a una crisis de sistema político, problema que se ha arreglado en el pasado con Golpes de Estado o estallido de revoluciones.
Lo otro que podría ser es que el actual escenario lleve a que nuevos partidos políticos comiencen una tarea de legitimación del sistema democrático a través de reformas políticas, económicas y sociales. ¿De qué va a depender que suceda lo primero o lo segundo? Del nivel de legitimidad que posea el actual sistema democrático frente a la sociedad
Si en las próximas elecciones el nivel de abstención electoral aumenta, las probabilidades de que el sistema se deslegitime son altas. Quizás de aquí a unos 30 años más tendremos o una crisis politica fuerte o la emergencia de un mesías político, populista, al modo de Chávez.
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