Estamos a días de concretar la realización del plebiscito, un acontecimiento histórico para Chile, nunca se había dado la oportunidad para que el pueblo participara directamente en un proceso constitucional de esta envergadura.
En primer lugar, los ciudadanos decidirán con su voto este 25 de octubre si desean una nueva Constitución o continúan con la herencia de la dictadura, que se definirá con el Apruebo o Rechazo, según sea su convicción, en este proceso que ha generado diversas reacciones y motivos de debate transversal, es inédito en nuestra historia republicana.
Como es de público conocimiento, la Constitución vigente fue redactada por Jaime Guzmán con la participación de un grupo selecto de Pinochet y finalmente ratificada en un plebiscito sin garantías electorales, sin prensa libre, sin partidos políticos y sin parlamento, en 1980. La Constitución del 25 fue redactada por una comisión decidida por el expresidente Alessandri, sus integrantes eran de su absoluta confianza, de 122 integrantes iniciales, al final derivó en una subcomisión de 15, que terminó por redactar la Constitución de 1925. Las constituciones del siglo XIX, por razones obvias, han sido redactadas con nula participación popular, eran decididas por los grupos aristocráticos que se turnaban en el poder entre liberales y conservadores.
En segundo lugar, los 14,5 millones de chilenos con derecho a voto tendremos la oportunidad de decidir quién la redacta, ya que la segunda cédula de votación dirá: “¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva constitución? Convención Mixta Constitucional o Convención Constitucional. El primer caso es una mezcla entre diputados y senadores designados por ellos mismos y el otro 50% son elegidos por la ciudadanía, mientras que en la otra alternativa los redactores son todos, o sea, el 100% elegidos por la ciudadanía.
Como han podido observar con el acuerdo del 15 de noviembre de 2019, nuestro país se anotó un gran triunfo en el contexto de lo que significa una negociación política, que a muchos les ha costado entender, porque las demandas son muchas, pero este proceso nos permitirá derribar un montón de obstáculo que impiden profundizar en cambios cruciales para el pueblo de Chile. Además, según encuestas de opinión y análisis de todo tipo concluyen que el Apruebo ganara lejos, por lo tanto, cualquiera sea el procedimiento, tendremos una nueva Constitución, gran derrota para la derecha y para los herederos de la dictadura, que hoy están arrepentidos del acuerdo y buscan sabotearlo con la pandemia o variadas interpretaciones, como el gasto que ocasionará y los 2/3%, es por ello por lo que algunos quieren concentrar todo su esfuerzo en los constituyentes.
En consecuencia, la participación electoral es fundamental en democracia, votar este 25 de octubre es crucial, el triunfo del Apruebo y la Convención Constitucional deben ser aplastantes, que no exista ninguna duda del triunfo popular en este inédito proceso constituyente. Es comprensible que para algunos será complicado asistir a los recintos de votación por la pandemia, pero tomando las precauciones que se explican en la propaganda del SERVEL y el autocuidado, debería dar tranquilidad al proceso. También se extendió el horario de votación hasta las 20 horas con la apertura de más locales, indudablemente ayudarán para aumentar las cifras de participación que en la última presidencial apenas alcanzo el 49% del padrón nacional.
La participación electoral es fundamental en democracia, votar este 25 de octubre es crucial, el triunfo del Apruebo y la Convención Constitucional deben ser aplastantes
Por ejemplo, en esa misma elección, en Vitacura votó el 69%, en Las Condes y Lo Barnechea participó en promedio el 62%, en La Pintana solo el 36%, en Santiago el 41%, Recoleta el 44%; en el sur por ejemplo, Cunco, Curacautín, Curarrehue, Ercilla y Freire, en promedio participaron el 37%, en el norte, Arica solo el 41%, en Iquique 42% , Antofagasta el 41%, para que seguir, queda claro cuál es el sector que más participa en las elecciones en Chile, práctica que se acentúa desde que el voto es voluntario. Por lo tanto, no deberían existir reclamos hacia nuestros representantes políticos, si no hay participación, porque en ese escenario son elegidos justamente los que no queremos, la democracia es así, es un deber concurrir a votar.
Estos pocos días que faltan para el plebiscito el ambiente se ha exacerbado por la irracional e inhumana acción de Carabineros, de lanzar a un joven al Rio Mapocho, las manifestaciones se están repitiendo peligrosamente en muchas ciudades del país, es comprensible la indignación frente a hechos de violencia que ejercen agentes del Estado. Sin embargo, es fundamental conservar la templanza en estos cruciales momentos y también el 18 de octubre de 2020.
Por injustas que parezcan muchas situaciones de violencia contra la ciudadanía, también se encuentra la amenaza que puedan suspender el plebiscito, y los cuarenta años de espera para tener una constitución democrática y de derechos se esfumaría. Hay consenso que debe haber justicia para el joven del puente del Pio Nono, por supuesto, y por todas las víctimas de violaciones a los derechos humanos en el último año, pero hoy es prioridad que lleguemos al 25 de octubre muy enfocados en consolidar este proceso con una amplia votación para triunfar en las urnas por el Apruebo y la Convención Constitucional. Será el primer paso por la construcción de un Chile nuevo, hasta que la dignidad se haga costumbre.
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