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Otra carta abierta a Álvaro Muñoz Ferrer

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Álvaro,

Respondo a tu Carta Abierta a Franco Parisi. Bien, esa es la «pará» que tienen todos aquellos que siguen pensando dentro de paradigmas anacrónicos y que no dicen relación con las circunstancias actuales del sistema.

Tratar de derechista a alguien que plantea un sueldo mínimo de 243 lucas, aumentar gasto público, eliminar AFPs, educación gratuita -con lo que no estoy tan de acuerdo, aunque comprendo el planteamiento-, BancoEstado como “regulador” del mercado, entre otras medidas, no tiene cabida.

Claro, tampoco es un comunista, ni socialista.

En realidad, es independiente. Tal cual. Independiente, con todo, no significa que no comprenda aspectos de uno y otro lado. En sus propias palabras, “La derecha tiene muy buenas ideas para la generación de riqueza. Las tomo, sin complejos. La izquierda, tiene bastantes ideas buenas referentes a la distribución de la riqueza, también las tomo, sin complejos”.

La comparación con Pinochet es odiosa y malintencionada. No resiste mayor análisis.

Las ideas del candidato no son contrarias a la política, propiamente tal. Y tal vez tú u otras personas más instruidas en el tema serán capaces de comprender la diferencia entre la política y lo político, o que la política tiene una arista agonal –relativa al conflicto y el poder– y otra arquitectónica –referente a la construcción. Me parece que pararse a enseñar eso mediante el discurso político no tiene sentido. El discurso debe ser pensado en base al conocimiento de las personas que son el target. Cuando Franco habla “contra la política”, la gente entiende que se trata de un desprecio por el sistema, los “enemigos” que se casan entre ellos y vacacionan juntos, pero que montan un show ante las cámaras, etc.

Según Bourdeau, lo político no es otra cosa que lo colectivo hecho consciente. Me parece que esa interpretación del sentimiento de las personas contra nuestro actual sistema donde la representación es casi nula, que claramente está al servicio de grandes poderes económicos –y que el candidato ha atacado sin resquemores-, cabe dentro de aquella definición.

Ahora bien, lo de derecha económica, puede ser en algún punto. En otros, no. Encasillar a las personas en derecha-izquierda, bueno-malo, está fuera de lugar.

En realidad, (Parisi) es independiente. Tal cual. Independiente, con todo, no significa que no comprenda aspectos de uno y otro lado. En sus propias palabras, “la derecha tiene muy buenas ideas para la generación de riqueza. Las tomo, sin complejos. La izquierda, tiene bastantes ideas buenas referentes a la distribución de la riqueza, también las tomo, sin complejos”.

Desde mi perspectiva, no hay nada de malo en saber economía, finanzas y usar ese conocimiento para generar beneficios para ti y tu familia. Mientras el sistema no cambie –y no lo hará si son electas las candidatas del duopolio–, lo mejor que puedes hacer es aprender las reglas del juego y hacer que el sistema juegue a tu favor. Esa demonización del dinero me parece nefasta. (Por eso que es tan importante entregar educación financiera a las personas, desde el colegio, incluso).

Comprendo, no obstante, tu modo de pensar, ya que citando a Gramsci, es claro que has de creer en un mundo marxista, “más humano y justo”, como dices, pero que sólo existe en la mente de Karl y sus seguidores. Cada quien con sus creencias. No las comparto, pero las respeto.

No voy a defender las AFP ni tampoco el sistema educacional de hoy –que aunque fuese gratuito, posiblemente seguiría dentro de esta línea prusiana que entrega contenidos irrelevantes, sólo orientados a la PSU y al esquema estudia-trabaja-muere.

¿Pero tener inversiones en AFP está mal? ¿Invertir en colegios está mal? No. Dentro de las libertades de cada persona, cada quien hace lo que quiere con su dinero. Si él u otra persona no invierten en ellos, no significa que el mundo será mejor y dejarán de existir AFPs y colegios subvencionados.

Ahora bien, si el sistema cambia, y es lo que propone Franco, entonces ya no vamos a necesitar de inversionistas para las AFP, ni para los colegios. Podremos, por fin, apuntar a un sistema de jubilación y educación más justo.

Aquí no se trata de ser verde o rojo. Existe un continuo que permite un sinnúmero de otras opciones. Los ataques sobre el supuesto negro pasado del candidato no se sustenta en nada sólido.

Es como que yo te tildara de vendido y una vergüenza, porque te pasaste de una gran universidad, como la USACH, a estudiar Ingeniería Comercial en la Adolfo Ibáñez. Para cualquiera, eso carece de coherencia. Pasaste de una casa de estudios pluralista, conectada con la realidad social, a esos internados que llaman universidad. De la responsabilidad social a uno de los estandartes del lucro. Por favor, los análisis, creo, deben ser más profundos que aquello.

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Felipe Varela

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alvaro

alvaro

Felipe,

Te agradezco la carta. Esta es la forma de intercambiar opiniones y no, como lo hiciste antes, ingresando a mi facebook de manera prepotente para exigir una respuesta.

Te agradezco también porque transparentas las posiciones de Parisi con frases como «Ahora bien, lo de derecha económica, puede ser en algún punto» o «¿Pero tener inversiones en AFP está mal? ¿Invertir en colegios está mal? No».

Me impresiona que, a la luz de todos los antecedentes, estudios y comparaciones con países de la OCDE, alguien siga defendiendo ideas como los fines de lucro en educación o relegar al mercado algo tan delicado como las pensiones de jubilación de los más pobres. Te preguntas con inocencia abrumadora si existe algún problema con invertir en colegios o AFPs y yo te respondo que sí, que todo lo malo se engendra precisamente aquí, en la mercantilización de derechos.

El modelo educacional chileno, único en el mundo, segrega a la sociedad según poder de compra. El candidato Parisi no ve problema en esto, todo lo contrario, defiende el modelo y no lo va a cambiar. Ha afirmado que está en la línea del gobierno en este sentido y sólo continuará con la focalización del gasto en educación, concepto neoliberal que sólo profundiza la desigualdad. (Leer a Mario Waissbluth, de Educación 2020). Además, invirtió junto a su familia en el modelo previsional que condena a la pobreza a miles de personas (el 60% de los afiliados recibirá una pensión inferior a los $150.000) y que el nobel de economía, Paul Krugman, criticó diciendo que «gracias a Dios EEUU no adoptó el sistema chileno».

Aquí hay dos problemas: Uno moral, puesto que se avalan modelos perversos, injustos y comprobadamente errados, y otro político, porque, en un eventual gobierno de Parisi, tendremos razonables dudas de que se vayan a llevar a cabo reformas estructurales cuando existen conflictos de intereses y ausencia casi absoluta de apoyo parlamentario. Los «ataques» sobre el pasado oscuro del candidato se sustentan en esto y pensar que un mesías de la derecha económica vendrá a salvarnos mediante reformas cosméticas y creyendo, en el fondo de su corazón, en estos modelos, es de una ingenuidad conmovedora. Como dice el profesor Fernando Atria: «Las ideas de derecha son indefendibles». Y esto queda claro con tu carta y la de los otros adherentes de Franco Parisi.

Finalmente, sobre tu ataque destemplado a mi Universidad, caes en una contradicción que linda con la ridiculez: Primero defiendes la inversión en colegios, es decir, avalas los fines de lucro, pero luego criticas a una institución que, según tú, es uno de los «estandartes» del lucro. Raro, ¿no?

    Felipe Varela

    Álvaro,

    Toda la razón sobre lo de Facebook. Lo siento.

    Sobre tranparentar posiciones, obviamente corresponde a mi apreciación personal. En esa lógica, también podríamos apodarlo como «de izquierda económica. Vuelvo a repetir, él ha dicho públicamente que comparte ideas de derecha e izquierda. Nada tan lejano a esta teoría de la «Tercera Vía», que, a grosso modo, complementa un mercado mejor regulado, pero con políticas de equidad. No creo que las personas de izquierda estén erradas en todo lo que piensan. Lo mismo para los de derecha (excepto los UDI -broma(?)-).

    Yo no defiendo el lucro en la educación, ni en la salud, ni mucho menos cuando se refiere a las pensiones que trabajaron toda su vida para tener años más tranquilos hacia el final de su vida. Hasta donde me enteré, tampoco lo hace Parisi.

    Con todo, creo que si yo tengo inversiones en diversos instrumentos financieros, con el legítimo derecho de recibir retorno por mis inversiones, incluyendo AFPs, nada cambiaría si retirara mis fondos de ahí. Las AFPs seguirían ahí, los mismo que los colegios subvencionados, clínicas, ISAPREs, etc.

    Para cambiar esa realidad, es preciso cambiar el sistema que la sustenta. En esa línea, Parisi ha propuesto variadas medidas que apuntan a mejorar el sistema de pensiones y avanzar gradualmente hacia una reestructuración/renovación completa. Tampoco puedes llegar y echar abajo las AFPs en una cruzada romántica/revolucioanria y afectar la economía de todo un país, menos ahora que se está desacelerando. No creo que criticar a las AFPs, apoyar -en el intertanto- a empresas como Felices y Forrados (hay un video de propuestas previsionales en el site de F&L) e ir a atacar directamente a los Luksic y a las mineras en Canal 13 sea una señal de estar avalando el sistema. Consecuentemente, no creo que exista algún conflicto de interés.

    Con relación al apoyo parlamentario, creo que no será miel sobre hojuelas, eso está claro. No obstante, tampoco avisoro un futuro negro. El regimen chileno es altamente presidencialista. Finalmente, las negociaciones tendrán que darse sí o sí. Y ahí entran de nuevo las ideas de derecha y de izquierda. Lo bueno de un independiente es que no tendrá que rendirle cuentas a ningún partido mafioso que lo único que pretende son cuotas de poder. Al contrario, es posible establecer visiones más parciales y consensos en base a ello.

    La ingenuidad más aterradora, me parece, proviene de quiens aún creen en el viejito pascuero y los políticos de siempre. Es iluso pensar que harán algo por cambiar un sistema que tanta comididad y bienestar les proporciona. Fernando Atria es otro de los que apoya a Bachelet, por lo que no es un buen ejemplo para citar.

    Es ingenuo, también, creer en las ideas de la igualdad y de las ideas marxistas que vienen a proponer casi que la salvación social al mundo. Ni hablar del punto final donde alcanzamos «el gobierno de las cosas». Suena muy lindo y romántico, pero el mundo de los teletubbies no existe ni existirá jamás. En eso Marx y sus seguidores, así como Alicia y su país de las Maravillas, se parecen bastante.

    Yo creo en las ideas de derecha. Algunas son bastante buenas. Alguien que estudia ingeniería comercial podría comprender aquello. También considero bastante acertadas algunas ideas de redistribución de la riqueza, generalmente asociadas a la izquierda.

    También, creo firmemente en las libertades personales y en acabar con esa hipocrecía de los conservadores que adoran la libertad del mercado, pero se persignan ante el más mínimo indicio de libertad social. ¿Qué consecuencia hay en ello?

    No todo es blanco o negro. Asociar la derecha a lo malo y a la izquierda a lo bueno, o viceversa, limita tanto la mente como la de los religiosos cerrados que creen que su dios vendrá a salvarlos sólo si hacen lo que su propia iglesia les dicta. Lo malo de los paradigamas y los estereotipos es que te hacen pensar dentro de cajones y no te dejan ver que fuera de ellos también hay cabida para mejores opciones.

    En cuanto a los ataques destemplados a tu Univerisdad. Mantengo que es uno de los entandartes del lucro. De eso no hay duda. Pero, tal vez, no comprendiste la intención del último párrafo. Escribí que juzgarte por pasar de la USACH (lo más grande de Chile) a la UAI, es tan básico como juzgar a Parisi porque avala tal o cual idea, o porque invirtió aquí o allá (te recuerdo que hasta vendió su auto para jugársela por este proyecto, mientras otros candidatos reciben aportes de las familias dueñas del país y/o préstamos del BancoEstado).

    Si quieres estudiar una carrera ligada al área de la administración y los negocios, quizá una de las mejores opciones sea ir a la UAI, por los profesores, los ranking de escuelas de negocio, las instalaciones, redes de contacto -aunque igual es un internado donde no hay la diversidad social ni la conexión con la realidad de personas de distintas ideas y clases socioeconómicas, como en otras Ues estatales-, etc. No hay nada de malo en que aspires a que la inversión en estudios te genere un retorno más alto. Dentro del mercado, eligiste una de las mejores opciones que tenías disponible y en ello no hay problema. Y no porque digas que no crees en el lucro y dejes de estudiar en la UAI van a acabarse las Ues privadas y el lucro en la educación.

    Tampoco hay problema en alguien que posee conocimientos sobre finanzas y economía que, dentro de las opciones del mercado, escogió invertir en instrumentos o empresas que maximizan su ROI. En este sentido, tú y Franco se parecen bastante, ¿no?

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