Contexto histórico de constituciones en Chile
Chile a lo largo de su historia democrática, ha pasado por varias crisis o procesos políticos, que han culminado con la elaboración o cambios a la constitución. Los llamados “ensayos constitucionales” que van desde 1818 hasta 1828, fueron los primeros pasos en desarrollar una constitución, en medio de la proclamación de la Independencia del país y la derogación de O´higgins, es un periodo en el cual se propusieron diversas formas de dar orden al país, que culmina con la constitución política de la República de Chile de 1828. Luego vendría la constitución de 1833, en consecuencia del triunfo de los conservadores en conjunto con el ejército en la “Batalla de Lircay”, siendo la constitución con la mayor duración en la historia política de Chile.
Posteriormente en 1925 se crea una nueva constitución, producto de una crisis en el orden oligárquico parlamentario, la emergencia de los sectores medios y populares (cuestión social) y golpes de estados por parte del ejército en dos ocasiones. El primero fue el 11 de septiembre de 1924 por oficiales jóvenes del ejército y organizaciones populares, a causa de la aprobación de dietas parlamentarias y la postergación de leyes sociales, creando un comité militar presidido por Luis Altamirano, decretando la disolución del congreso y la salida de Alessandri de la presidencia. Tras este golpe de estado, el 23 de enero de 1925, oficiales de las Fuerzas Armadas liderados por Carlos Ibáñez del Campo, recurren a la intervención en la institucionalidad política, en favor a restablecer la primera magistratura a Alessandri, que generó la comisión para redactar lo que sería una nueva constitución.La importancia de la Nueva Constitución para la democracia actual es la reformulación de aquellas instituciones que se han deslegitimado
Por último la constitución de 1980, fue creada en contexto de dictadura militar, producto de un golpe de estado en 1973 , la cual suspendió la constitución de 1925, y dio origen a una nueva elaboración de la carta magna, que en 1980 convocó a un plebiscito, el cual fue aprobado. Sin embargo, dicho plebiscito fue cuestionado por sus irregularidades electorales y que carece de carácter democrático, debido a ser una constitución elaborada en dictadura militar.
Vale destacar que las constituciones han sido creadas, con una fuerte incidencia de las fuerzas militares, siendo un proceso poco democrático y participativo. Según Gabriel Salazar (2019), las fuerzas militares han sido un actor relevante en las coyunturas constitucionales que ha vivido el país, en todas ellas han actuado en contra la constitución vigente, o bien contra la razón política y el proyecto soberano de la mayoría ciudadana. Por consiguiente, la ciudadanía en ningún caso ha participado activamente en el ejercicio de definir cuáles son las leyes que le regirán como sociedad. Esto es importante, ya que, la participación ciudadana en este proceso es un paso para poder legitimar las instituciones que han estado en crisis y darle un nuevo carácter a la representatividad.
La carencia de un mecanismo de carácter ciudadano para el cambio constitucional
De acuerdo a la historia de Chile, en torno a los procesos de cambios constitucionales. Hemos presenciado la inexistencia de un mecanismo que permita al pueblo decidir un cambio constitucional. En el Chile actual, la ciudadanía ha manifestado su descontento respecto de la constitución. Dicho descontento se expresa a través de distintas organizaciones sociales como: Colegio Profesores, Central Unitaria de Trabajadores, Asociación Empleados públicos, entre otros actores, quienes han expresado la necesidad del cambio constitucional en Chile. Sin embargo, debido a la carencia de una ley constitucional que permitiera al pueblo decidir un cambio constitucional, fue importante la movilización ciudadana de carácter disruptivo a través de protestas. En este sentido, los gobiernos de turno han tomado decisiones respecto del descontento ciudadano. En el segundo gobierno de Bachelet (2014-2017), fue que esta necesidad comenzó a generar una acción desde el poder político de carácter consultivo. Sin embargo, el descontento ciudadano se fue acrecentando, lo cual dio origen a una de las movilizaciones más grandes en los últimos tiempos, llamado estallido social durante octubre del 2019. Esto dió paso a la reforma que posibilita el plebiscito para modificar la constitución de Chile, durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera.
Dicho plebiscito, es una instancia que posibilita a la ciudadanía a participar y decidir si cambiamos la constitución, y además existen dos posibilidades en caso de aprobar, convención constituyente o convención mixta. En este sentido, creemos que esta instancia es clave para la democracia, y el desafío es construir una democracia que restaure la dignidad de las personas que viven en el país, es por esto que la constitución debe asegurar que las personas vivan una vida digna, donde existan pisos mínimos, se asegure pensiones dignas, salud y educación de calidad, un sueldo mínimo realista con respecto al costo de la vida en el país, entre otras cosas. Si bien, es necesario que participen expertos en las distintas áreas, también es importante que quien legisle conozca la realidad de la ciudadanía, lo que viven la mayoría de las familias chilenas.
La importancia de la nueva constitución para la democracia actual es la reformulación de aquellas instituciones que se han deslegitimado. En primera instancia se observa, que el Estado, durante los años transcurridos desde el retorno a la democracia, careció de acciones para controlar y preveer a la ciudadanía de sus derechos para una vida digna. En este sentido, sucesos como la creación de las AFP, la concesión de las carreteras, el alza del transporte público, fueron alejándose del bienestar y la calidad de vida del pueblo chileno. Recalcamos la importancia de una constitución que sea creada por la ciudadanía a través de una convención constituyente.
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