#Política

No hay caso con usted, señor Presidente

Compartir

No, no hay caso con usted, señor Presidente. ¡Que gran testarudo es!

La Contraloría General de la República realiza dictámenes respecto a la legalidad o no de los actos de la administración Pública. De la legalidad. En consecuencia, la Contraloría no se pronuncia respecto al apego a la sensatez, al sentido común o a la prudencia de los actos de las autoridades.

No hay forma de hacerlo entender a usted que eso de «puedo hacer todo lo que la ley no me prohibe» no es un lema de vida aconsejable, menos para un hombre público o, en su actual y particular caso, para un Presidente de la República.

Ahora, usted y su gobierno, se aferran al reciente dictamen de Contraloría para victimizarse de una manera algo patética, y alegar que el mundo ha sido injusto y malvado con usted y su familia por las críticas a propósito del viaje a China con sus hijos.

Claro, el dictamen de la Contraloría señala que no existió falta a la probidad en la incorporación de dos de sus hijos al viaje a China. El argumento de la Contraloría es claro: acá en Chile se tiene la costumbre («práctica asentada», «hecho común», son las expresiones usadas en el documento) de que los presidentes viajen con familiares. Pues le quiero decir que los chilenos eso lo sabíamos muy claramente. Muchos somos los que recordamos, por ejemplo, al Presidente Frei y su esposa Martita subiendo al avión con sus hijas (varias veces, varios viajes). También sabíamos que la Presidenta Bachelet a veces llevaba a su hija menor a algunos de sus viajes. Nada nuevo bajo el sol.

La ciudadanía, señor Presidente, sabe que los mandatarios viajan con su familia. Sin ir demasiado lejos, cuando en marzo del 2011 usted recibió aquí en Chile al Presidente norteamericano Barack Obama y a su esposa Michelle, ellos vinieron acompañados con sus hijas Sasha y Malia, pero también vinieron con la suegra de Barack Obama y la madrina de las 2 niñas. Mire usted. ¿Hubo algún problema en Estados Unidos por esto? Ninguno. Se entiende que es una práctica normal.

Presidente, la presencia de sus hijos en el viaje comenzó a complicarse por culpa de ustedes, del gobierno. Y permítame decirle por qué. La primera señal de que las cosas se complicarían la entregó su vocera de gobierno, Cecilia Pérez, quien el viernes 26 de abril, recién iniciado el viaje, en un punto de prensa, quiso explicar la presencia de sus hijos en el avión a partir de la faceta emocional/afectiva. Ellos -sus hijos- habrían viajado a China motivados por el hecho que usted y la primera dama tienen tanto trabajo («trabajan 24 horas al día», dijo la vocera), que llevarlos con ustedes a China era una buena oportunidad para compartir con ellos. Presidente, ¿no suena rara esa explicación? Si usted extraña a sus hijos, y quiere pasar tiempo con ellos, ¿no hay acaso mejores formas de buscar momentos para compartir, y que eso ocurra acá en Chile, y no en una visita oficial a China? Y sobre todo tratándose no de niños, adolescentes o jóvenes, como fueron los casos de Frei, Bachelet u Obama, sino que de hombres de negocios cercanos a los 40 años.

Todos los chilenos nos despertamos viendo las imágenes de sus dos hijos en una reunión de negocios con empresarios tecnológicos chinos. Y eso, Presidente, no rompe ninguna ley, pero no se hace.

Bueno, la explicación de la vocera no era muy convincente, pero hasta ese momento todo podía pasar como una viaje más de un presidente con parte de su familia. Pero todo se fue al carajo la mañana del domingo 28 de abril.

La mañana de ese domingo, todos los chilenos nos despertamos viendo en los medios de comunicación las imágenes de sus dos hijos en una reunión de negocios con empresarios tecnológicos chinos. Y eso, Presidente, no rompe ninguna ley, pero no se hace. Entienda que no todo lo que la ley prohibe se puede o debe hacer. No correspondía, y no hay ni habrá dictamen alguno de Contraloría que nos saque de la mente que lo que usted y sus hijos hicieron fue un abuso de poder. Ya se ha escrito demasiado del por qué del abuso (¿Cuántos micro, pequeños o medianos empresarios habrían querido estar de «oyentes» en esa mesa?). Lea las columnas que inundan los medios de comunicación independientes. No ahondaré en ello.

No, no hay caso con usted Presidente. Siempre jugando al filo de la ley. Siempre usted bordeando la trampa, incluso aceptando sanciones y pagando multas cuando se ha dictaminado que «hizo trampa o jugó chueco» (compra de acciones de Lan), y tantos otros ejemplos.

Presidente, se ve muy mal victimizándose. No use el dictamen de Contraloría para ello. Mejor demos todos vuelta la página pronto y pongámonos todos a trabajar más seria y responsablemente, mire que hay harto por hacer y corregir aquí en Chile.

Tags

2

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

2 Comentarios

Nelson Silva Ramírez

Sólo el mirarle la cara de codicioso y demoníaco, me da asco, repugnancia, rabia y decepción. Lo peor de todo es que todos aceptamos la división que impuso, apoyado por su constitución política, hecha a medida, y lograron normar las protestas y eliminar el poder gremial. Este tipo sólo busca -y lo está consiguiendo tan fácil como quien arroja un papel al suelo- desfalcar al Estado, saquear las Instituciones y reprimir, detener, torturar y eliminar a las personas, como tales, y económicamente, dejándolas sin futuro ni capacidad de ahorro ni posibilidades de educar a sus hijos. ¿Por qué diablos no hacemos un paro nacional, pero ¡¡PARO NACIONAL!!, exigiendo su entrega del poder, su desarraigo nacional -como lo hizo el traidor rastrero vendepatria de Pinochet- y la devolución del país que se ha estado robando? Los paros y movilizaciones de hoy no son más que divertidos paseos familiares de Jueves y Domingo, de 9:00 a 14:00 hrs. Tenemos que organizar un paro hasta que se vaya, tan fuerte y doloroso como el de los camioneros traidores que se dejaron coimear para sacar al Presidente Allende de la Presidencia… Un paro de tres, diez, veinte, cuarenta días, si es necesario, hasta que se vaya; y recuperar la educación, la salud, la justicia y la industria y crear un futuro de verdad y para todos; un Chile para todos los chilenos y hacer de nuestros niños seres pensantes y no una generación de idiotas que se pasen el día viendo las redes sociales, en sus teléfonos celulares…

    Javi-Al

    Hay mucha gente que se olvida que este político, con sus luces y sombras ganó la presidencia de Chile, es claro que no es lo mejor, es lo que hay, pero hay un orden establecido que nos permite vivir, llegar al mes con alguna certeza que hay antibióticos si nos enfermamos, que tenemos alguna chance en no morirnos de hambre y no estamos de rodilla saludando al «lider amado» del pueblo, este es un presidente democrático, como la autoridad que lo precedió, quizás a Ud, le hubiera gustado que salieran alguno de aquellos que sacaron 0,36 % o 0,51 % de los votos, y probablemente estaríamos en el cielo, pero entienda que no todo el mundo piensa como Ud.