Ni con Allende ni con Pinochet

La historia tiene diversas interpretaciones y depende las visiones de cada persona y su relación con un hecho histórico. En mi caso, no voy tratar de adornar lo que fue ese período que viví en niñez. Lo cierto es que muchos chilenos lo pasamos mal bajo el gobierno de la UP y me parece un descaro antihistórico tratar de elevar a Salvador Allende casi al nivel de un santo. Esa típica conducta política de la izquierda más fanática que busca seguir dividiendo el país con el uso de un lenguaje de confrontación y señalando a quienes no apoyamos a Allende como fascista o traidores.

Ni con Allende

Recuerdo a la brigada Ramona Parra golpeando a mi padre por ser DC en una micro El Golf  y a los de JAP insultando a mi bisabuelo porque tenía una carnicería y llamándonos fascistas solo porque no nos poníamos al lado de Allende. Como no olvidar cuando Allende metió a los militares a  puestos políticos buscando manipular al ejército. Tan iluso e ignorante fue por la influencia de Fidel Castro que no se dio cuenta que la URSS no lo apoyaría y que Nixon era un tipo que sí conspiraba para derribar gobiernos. No tuvo la visión de hacer reformas sin crear enemigos en varios sectores. Allende pensó que la Guerra Fría la iba ganando el comunismo internacional por lo sucedido en Vietnam y Camboya.

Los que todavía lo alaban no quieren aceptar su fracaso político y su poco nivel de análisis geopolítico. Culpan a otros de los errores y lo siguen usando para promover el odio, pensando que Allende y su régimen de matones era la panacea. Por culpa de esta gente de la UP todavía hay personas que pagan por el error de las políticas » revolucionarias», teniendo que salir de Chile por la posterior persecución. Pinochet veía comunistas hasta en la DC y PR. Ahora siguen con las sus alucinaciones que era un paraíso el allendismo. Mi familia pago altos precios mientras los lideres de la UP salieron corriendo a Europa, Canadá, EEUU y otros países capitalistas a vivir de los imperialista dólares.

Ni con Pinochet.

La izquierda extremista trata de posicionar la idea que ellos fueron los únicos que sufrieron en la dictadura. Todos los partidos políticos y militantes fueron objeto de persecución, así como, ciudadanos desligados de cualquier militancia.  Recuerdo a un amigo de mi padre quien estuvo preso en el Estadio Nacional y que nos contaba como los hacían correr desnudos al amanecer. Su pecado político fue parecerse a uno de los miembros de la GAP. Mi padre, quien antes era amenazado por la Brigada Ramona Parra, ahora estaba en listas de las personas que no podían trabajar en ningún lado por su militancia DC. La idea es destruir a la persona desde adentro, desde su propia autoestima. Una estrategia realizada bajo regímenes totalitarios como la Alemania Nazi contra los judíos la cual practicó la dictadura de Augusto Pinochet.  La sensación de miedo con la UP pasó a convertirse en la sensación de miedo a morir o desaparecer, pues los que estaban ahora veían como comunistas a cualquier que hablará de política. Se dio vuelta la realidad y ahora los “sapos” de la UP fueron sustituidos por “dedos” del régimen. El error de Pinochet fue creer que las ideas de libertad pueden ser destruidas, lo cual no es así pues viven innatas en nuestra esencia humana.

Esta coyuntura actual que vive Chile entre los dos bloques del pasado, sean de la extrema derecha y la izquierda radical, hunde el país en una polarización que no lleva a ningún lugar y que, al final, es guerra política por el poder y sus recursos dados por el control del Estado. No les importan los chilenos como tú, yo y los demás.

Los hechos pasados se estudian y analizan para no repetir los errores. No se sacan de los féretros para seguir azuzando a las masas para continuar encendiendo un caos social. Hay que ser duro con estos grupos extremistas usando la empatía social humanista y ganarles bajo las reglas de sistema democrático. Solo los movimientos humanistas de centro que se rigen por la ética social, la empatía hacia el otro y el amor al prójimo lograrán bajar el nivel de odio ideológico. Allende fue un pésimo presidente y Pinochet un dictador que cometió crímenes condenables, no obstante, Allende creó las condiciones para que se diera el conflicto que finalizó con el golpe de estado del 11 de septiembre de 1970: discursos llamando a la revolución, permitir organizaciones terroristas urbanas como la Brigada Ramona Parra, MIR y la matonería de sus seguidores pertenecientes a las Junta Vecinales de Abastecimientos. Yo viví eso y ningún admirador de allendismo va a decir que fue mentira o invento fascista como tildan a todo lo que contradiga sus mitos revolucionarios.

No hay buenos en los conflictos humanos solo víctimas. Esa es la esencia de la historia de la humanidad y quienes quieran seguir usando el pasado para dividir continúan con esa mentalidad obtusa de no reconocer los errores históricos.