Pues, se me puede acusar de caer en un sueño digno de la mancha, pero quién fue Sancho para terminar con los sueños del Quijote, siendo el mismo quien acabó más quijote que el mismo Quijote.
Y es que fuera de tiempo y lugar, el liberalismo es una opción más, para lograr el equilibrio social, cómo muy bien lo explicó el biólogo evolucionista y genetista Maynard Smith, tras exponer y demostrar bajo la teoría de juegos, las dos condiciones necesarias para lograr el Equilibrio Evolutivo Estable o “EEE”, bajo el equilibrio de Nash. Y que nos recuerda, que la solo existencia de la lucha constante entre lo viejo y lo nuevo, se convierte en nuestra propia adaptación evolutiva social, encaminada para generar los espacios propicios para expresar nuestra plasticidad ambiental, y buscar la adaptación a un mundo dinámico, vivo y competitivo. Por ello, en el más estricto sentido de la sobrevivencia de cualquier organismo colectivo, incluyendo nuestra sociedad, la lucha de preservar lo “ya probado y exitoso” versus lo nuevo, es un juego de adaptación y una mera respuesta a las propias turbulencias ambientales, desde el cambio climático, hasta la necesidad de la expresión individual, que en una sociedad se puede expresar como una necesidad colectiva.
Por esto, el equilibrio se logra tras la negociación de las dos partes, ambas con el tejo pasado, buscando meta-conscientemente, generar la estabilidad. Y es que tal como ocurre en el caso de las especies, una sociedad si no se adapta a su tiempo y espacio, esta se extinguirá, sea porque conservo las estrategias adaptativas pasadas o el cambio adaptativo fue demasiado lento en su accionar, esto en relación al tiempo y necesidad social. Debemos recordar, “que las invenciones sociales nacen y se deshacen, como cualquier ilusión, sea la URSS, el escudo chileno o el marco alemán”. Por este motivo los procesos de adaptación a las demandas del medio, sean sociales y/o ambientales, deben ser constantes y acordes a los tiempos de exigencia, ejemplificando esto; no podemos esperar a responder a las exigencias para desacelerar el cambio climático hasta el próximo siglo, como tampoco podemos retener las negociaciones para permitir la expresión de necesidades sociales tales como el matrimonio igualitario o la eutanasia para la próxima generación. Y es que, aunque parezca que todo está bajo la autoridad de la razón, el liberalismo como el conservadurismo, más bien responde a la emoción, dada por patrones genéticos, la experiencia y la educación, desde el sistema límbico a la acción. Esto muy bien lo evidencio Suzuki en la década del 70´s, cuando documentó los cambios conductuales según su ambiente de los macacos japoneses “Macaca fuscata”, quien mostró como grupos de macacos en distintas áreas geográficas del Japón, cambiaba su comportamiento según su medio; en los altos y fríos picos de la isla, ellos adoptaron el uso de las aguas termales, para calentar sus cuerpos y desarrollar la vida social, mientras en la costa, otro grupo implemento el lavado de los alimentos con agua marina, para quitar la arena y salarlo. Estas conductas no están bajo una norma e impulso solamente genético conductual, ya que son estrategias que solo se ven en ciertos grupos de macacos, no en todos, y como es esperado en toda sociedad, algunos individuos se sumaron a las nuevas conductas y otros se abstuvieron ellas en un inicio, “quien no recuerda la ley divorcio en Chile”, pero sí responden a un cambio conductual dado por sus propias experiencias y conocimiento para adecuarse a los nuevos recursos y cambios de su ambiente, el cual puedes ser transmitido entre individuos pares o de distinta generación. Esto demuestra, que esta innovación en la utilización del ambiente como lo explica Suzuki, también la podemos transpolar a la conducta humana, siendo la innovación el cambio de paradigma o conducta propuesto por los individuos más liberales e una sociedad.
Debemos entender que el ambiente está en constante movimiento, esto fuerza a sus componentes a mantener esta dinámica, mientras hay abundancia de recursos en un lado, hay escasez en el otro, mientras hay sequías en el sur, podemos evidenciar tormentas en el norte, mientras en un lado se generan ambientes propicios para brotes de enfermedades, en otro, se generan ambientes para cultivar nuevos recursos. Todos estos fenómenos impactan y generan una cadena de eventos, que nos influyen desde la economía, política, hasta la necesidad de expresar nuestras conductas naturales reprimidas, que fueron así, para hacer frente al espacio y tiempo anterior.
Y es que fuera de tiempo y lugar, el liberalismo es una opción más, para lograr el equilibrio social, como muy bien lo explico el biólogo evolucionista y genetista Maynard Smith, tras exponer y demostrar bajo teoría de juegos, las dos condiciones necesarias para lograr el Equilibrio Evolutivo estable o “EEE”, bajo el equilibrio de Nash.
Por esto, sin duda el liberalismo tiene una función social, la cual no se puede coartar, ya que su sola represión, desencadenará un desequilibrio social en un universo que busca continuamente equilibrar.
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Jose Luis Silva Larraín
Hay que aclarar que el liberalismo es lo que defiende las libertades del individuo, por lo tanro el unico equilibrio social que busca es respecto a la libertad de las personas, lo que es distinto a igualdades sociales. El liberalismo defiende que cada quien pueda construir libremente su propio camino, si se quiere igualdades sociales debe haber un estado que tome acciones para lograr ese equilibrio social, truncando el proyecto de vida de las personas, manejando en definitiva las espectativas de las personas, o sea todo lo contrario a la definicion de liberalismo. El liberalismo no tiene nada que ver con igualdades sociales excepto a que todos tengamos la misma libertad.
Saludos