El alcance de una política sobre medio ambiente, pro desarrollo humano y económico sustentable y no hecha para el enriquecimiento de pequeños grupos y a cualquier costo, es trascendental para el crecimiento económico y el desarrollo social. Nuestros recursos naturales, son el comienzo de la cadena productiva que sostiene la economía; por lo que su cuidado y manejo sustentable es el comienzo de una economía sana y, por tanto, de una sociedad más justa.
Después de la proclamación de Michelle Bachelet por el núcleo PPD-PS, han comenzado a tomar fuerza y forma más definida los aspectos programáticos que -desde la misma Concertación- surgen como urgentes.
En su discurso, el senador Jaime Quintana fue claro al referirse a cuál es la forma concreta de los lineamientos programáticos que el Partido Por la Democracia promoverá.
Dentro de este contexto, el senador Guido Girardi, ha sido categórico al referirse a la necesidad de una nueva institucionalidad ambiental. Esto es en concreto, una nueva Ley de Bases Generales del Medio Ambiente.
Es usual que los aspectos relativos al medio ambiente se transformen en discursos panfletarios que versan sobre derechos y deberes de los ciudadanos sobre la naturaleza y que evidencian -en la mayoría de los casos- una carencia de fundamentos asociados a la raíz económica de “la cuestión medioambiental”. Es imperativo transformar este discurso en una visión y una estrategia robusta orientada a la planificación de un nuevo modelo de desarrollo.
El alcance de una política sobre medio ambiente, pro desarrollo humano y económico sustentable y no hecha para el enriquecimiento de pequeños grupos y a cualquier costo, es trascendental para el crecimiento económico y el desarrollo social. Nuestros recursos naturales, son el comienzo de la cadena productiva que sostiene la economía; por lo que su cuidado y manejo sustentable es el comienzo de una economía sana y, por tanto, de una sociedad más justa.
Una parte importante de la población en Chile, vivimos directa o indirectamente de la actividad agropecuaria; lo que debería ser motivo suficiente para que tengamos como un objetivo central, asegurarnos que el programa de gobierno de todos los candidatos, contemple garantizar la disponibilidad de agua para nuestras actividades económicas patrimoniales; como son entre otras, la agricultura y la ganadería.
Este es el momento en que una comunidad organizada y en forma transversal debe dar cuenta de la madurez cívica que nos oriente a la protección de nuestros recursos naturales y la sustentabilidad de la economía en el largo plazo. Para esto, debemos contar con una política de ordenamiento territorial que establezca criterios para definir qué actividades pueden ejercerse, en qué lugares y cuáles deben ser definitivamente proscritas en territorios destinados a actividades productivas que demanden la disponibilidad de agua, suelos y aire limpios.
La experiencia nos ha enseñado que las industrias contaminantes comprometen su responsabilidad medioambiental cuando presentan sus proyectos ante las instituciones gubernamentales y la comunidad, pero que una vez entrando en operaciones, comienzan a dañar los ecosistemas y a diezmar la calidad del agua, los suelos y el aire; haciendo además un uso abusivo de los recursos hídricos.
Si no conseguimos desarrollar una política de ordenamiento territorial, sumada a una nueva Ley de Bases Generales del Medio Ambiente, nuestra agricultura y la población rural se extinguirán en el mediano plazo, con el consiguiente rastro de pobreza, campos despoblados y un cambio en nuestra fisonomía sociológica. Nos encontraremos en un país distinto y no mejor, exiliados en nuestra propia tierra.
Comentarios
23 de abril
La verdad tengo serias dudas sobre esa pretendida Nacionalización del Agua, no solo no me parece la vía adecuada, ni que decir inteligente, de administrar los recursos hídricos. Creo que existen varias otras formas novedosas, interesantes y al menos, algo mas viables, que se pueden plantear seriamente en este ámbito.
Desde mi punto de vista este es un tema realmente serio que debe ser planteado con cuidado y expertiz,, porque ademas de ser una materia desconocida para la mayoria ( incluso de los abogados), es realmente compleja y llena de detalles. En esta materia, puedo comentar por experiencia que los errores suelen tener graves consecuencias, en todos los ámbitos productivos de país y de las personas
+2
23 de abril
Estimado Fernado, puse un dedo hacia arriba a tu comentario, porque dialogas en forma criteriosa, aunque no comparto la tu opinión.
1.-La privatización del agua también fue una forma novedosa de implementar una solución a los requerimientos domésticos y productivos del país referidos al agua. El fracaso es evidente.
2.- Respecto de la «expertiz» puedo decir que este fracaso fue diseñado por expertos, tan expertos como quienes han diseñado este modelo segregador, basado en la especulación y no es las transacciones de bienes y servicios reales.
3.- Las graves consecuencias que vive el país hoy con la falta de disponibilidad, la contaminación y el precio elevado del agua, son un punto en el que coincido contigo, eso si evidencia el error que YA se cometió y que hoy debemos revertir.
Por último, lo que planteo es una decisión que a mi juicio debe ser política, el «qué», el «cómo» hay que diseñarlo, pues el propósito es un derecho humano; esto es: agua limpia, disponible y no a merced del mercado, tal cual lo ha definido la Asamblea General de la ONU.
Saludos
23 de abril
Rectifico:
Estimado Fernando, puse un dedo hacia arriba a tu comentario, porque dialogas en forma criteriosa, aunque no comparto tu opinión.
1.-La privatización del agua también fue una forma novedosa de implementar una solución a los requerimientos domésticos y productivos del país referidos al agua. El fracaso es evidente.
2.- Respecto de la “expertiz” puedo decir que este fracaso fue diseñado por expertos, tan expertos como quienes han diseñado este modelo segregador, basado en la especulación y no es las transacciones de bienes y servicios reales.
3.- Las graves consecuencias que vive el país hoy con la falta de disponibilidad, la contaminación y el precio elevado del agua, son un punto en el que coincido contigo, eso si evidencia el error que YA se cometió y que hoy debemos revertir.
Por último, lo que planteo es una decisión que a mi juicio debe ser política, el “qué”, el “cómo” hay que diseñarlo, pues el propósito es un derecho humano; esto es: agua limpia, disponible y no a merced del mercado, tal cual lo ha definido la Asamblea General de la ONU.
Saludos
26 de abril
Busquemos con criterio las personas expertas y que coloquen su firma en lo que hacen, abramos la mirada y escuchemos a los agricultores que tienen experiencia y conocen de agua a pesar de no ser abogados y ojalá existan en Chile abogados expertos en agua porque muchas veces se necesitan y no se encuentran.
Cuantos canales en Chile están organizados con personalidad juridica y tienen sus marcos, etc y desde cuando?
Una pequeña visión solo respecto de riego agrícola, evidentemente el tema es mucho más amplio.
28 de noviembre
Los expertos del agua están en el territorio. En los campos. Son los que conocen los ríos, afluentes, vertientes y zonas ricas en napas. Son los que se dan cuenta primero que el flujo está siendo afectado. Ojo. Para cuidar y aprovechar el agua debemos conocer y respetar el agua y su curso. El diálogo debe levantarse desde los guardianes comunitarios del agua. Los que han visto los niveles más altos antaño y como han ido bajando los flujos.
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