Marcel Claude y su propuesta de unificación. Incontinencia verbal

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Es correcta la visión que presenta Claude hoy, una sola candidatura que congregara la columna vertebral que las une sería una verdadera alternativa para pasar a segunda vuelta, sobre todo avizorando el oscuro presente de la Alianza. Sin embargo, un buen pronóstico nace de un buen diagnóstico y este debe ser necesariamente en forma oportuna, no sirve de nada descubrir el mal en su etapa terminal. Es labor de un buen político tener los mecanismos para hacer esta clase de pronósticos, pero a tiempo, no a una semana de las elecciones y sin mecanismos que configuren un nuevo pacto político.

La propuesta de Marcel Claude respecto a unificar su propia candidatura  con las de Marco Enríquez-Ominami, Roxana Miranda y Alfredo Sfier con el fin de pasar a segunda vuelta y tener así una sólida oportunidad de poder ganar las elecciones presidenciales del próximo 17 de noviembre sorprendieron y produjeron rechazo inmediato por parte de los aludidos.

Recordemos que el candidato que representa al movimiento “Todos a la Moneda”, en entrevista a Bío Bío TV señaló que “yo le pido a Marco Enríquez-Ominami, Roxana Miranda y Alfredo Sfeir la posibilidad de conversar sobre esto, ponerse de acuerdo en una sola candidatura en estas elecciones, porque si eso llega a ocurrir, nosotros entramos en segunda vuelta y ganamos las elecciones”, agregó además que estas “son candidaturas muy similares, tenemos proyectos muy comunes, pero lo que nos falta es la articulación”.

La propuesta de Claude encierra una verdad profunda en la política actual, efectivamente existen cuatro candidaturas que tienen una misma columna vertebral que se sustenta en propuestas de una nueva Constitución, desarrollo económico sustentable, consagrar a la educación y a la salud como derechos donde el Estado sea responsable y garante, mejoramiento del proceso democrático con la eliminación del sistema binominal como bandera de lucha, aborto terapéutico, por nombrar las más relevantes.

La invitación tardía que realiza Marcel Claude tiene una doble lectura, por una parte intenta pavimentar el duro camino que se le ve venir a la hora de los balances, sobre todo pensando que este movimiento ha sido muy mediático en demostrar su capacidad de convocatoria marcando además un fuerte discurso anti duopolio, sumado a que hace tan sólo unos meses presentaba a Claude como la fuerza que impondría los nuevos temas sociales en el país y como el único representante del movimiento estudiantil. Hoy vemos que no representa a ese movimiento, sino que además no ha sido capaz de transformar su candidatura en el catalizador de las grandes demandas ciudadanas. Si a lo anterior sumamos que no repunta en las encuestas, el panorama de posicionar al economista como una fuerza política, está en serios aprietos. Según los sondeos de CEP, Adimark e Ipsos, Claude no alcanzaría ni siquiera el 4% de los votos.

La segunda lectura probablemente se acerca más a un aspecto personal del candidato: los argumentos entregados por Marcel Claude desnudan a un político que sufrió un episodio de incontinencia verbal que determinan un alto grado de improvisación política estando a días de que se realice el proceso eleccionario.

Es correcta la visión que presenta Claude hoy, una sola candidatura que congregara la columna vertebral que las une sería una verdadera alternativa para pasar a segunda vuelta, sobre todo avizorando el oscuro presente de la Alianza. Sin embargo, un buen pronóstico nace de un buen diagnóstico y este debe ser necesariamente en forma oportuna, no sirve de nada descubrir el mal en su etapa terminal. Es labor de un buen político tener los mecanismos para hacer esta clase de pronósticos, pero a tiempo, no a una semana de las elecciones y sin mecanismos que configuren un nuevo pacto político.