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Lucha de clases

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Nunca pensé que el trabajo doméstico, me superaría tanto. La vida de los que están en oficina de verdad es mucho más peligrosa por ahora, pero quizás más llevadera, libre y lejos de las labores del hogar que solo pueden superar a una súper persona capaz de realizar teletrabajo y además cocinar, hacer camas, tareas colegio, mascotas, suelo, basura, ropa, planchado…ah y las teletareas, la teleconsulta con el psiquiatra (igual de cara que la ultra presencial), la gestión de los salvoconductos, las reuniones zoom….lo sé, es incomparable con no tener trabajo y qué comer…pero es mi realidad y no la puedo negar.

Hacer planes de análisis y estudiar el trabajo doméstico no remunerado, es bien distinto que hacerlo una misma. Entonces se me viene a la cabeza la interrogante de si alguien que lo haga que no sea una: ¿es justo?, ¿es enajenar un trabajo y sus réditos. Porqué hay otras mujeres pobres que sí lo pueden hacer por una?

Claro es injusto y esta lucha ya no es por la corresponsabilidad entre los géneros, es por la justicia entre las razas, clases y las nacionalidades. Antes fueron las mujeres mapuche, luego las mujeres pobres del campo para terminar hoy con extranjeras, peruanas, bolivianas y así se traspasa de una generación a otra, en donde el pobre, es el pobre desde siempre …como decía Miguel Hernández: recuerden que un hombre pobre, antes fue un niño pobre….

Así ha sido hace rato, y el chancho está mal pelado claro está. Algunas nacen para pensar y otras para pelar papas: es como poner a las isapres a atender un call center o a ser reponedor de supermercado. ¿Porqué ellos pueden enriquecerse a costa nuestra, sin control, sin supervisión, con las leyes a su favor?

La predestinación de las personas se escribe antes de que nazcan, porque nacen en una clase social, no porque sean muy esforzadas y brillantes. Nunca vi la lucha de clases tan nítida. La cosa se mueve por esta fuerza histórica hace siglos y pareciera que volvemos a lo esencial que es la vida: nacer, ser criado, alimentado, protegido, educado y eso sí que es universal, pero lo que no lo es, quién hace tal o cual cosa en la casa y en la sociedad.

Me parece insólito una diputada defendiendo a los ricos y criminalizando a los pobres…¿qué chucha es eso?: no sólo el egoísmo y la ignorancia juntos, sino que la lucha de clases verbalizada con brutalidad, pues no se trata de ser avaro, se trata de proteger lo mío, lo que la herencia y la propiedad privada me dejaron, nada que yo me haya ganado por mérito especial. Entonces nuevamente la caridad parece volver a tomarse el poder de la lucha de clases: las cajitas feliz, los bonos pro todo, la repartija de subsidios, los periodistas llorosos, los locutores conmovidos.

No nos confundamos señores, una cosa es repartir cajas de comida y otra bien distinta es repartir utilidades, excedentes, riqueza, entonces no es un tema de altruismo y pucha que quedó claro.

Ayer alguien ayer dijo que podíamos construir un capitalismo solidario, que las empresas podían repartir una cosa poca al pueblo para amortiguar la crisis, (nada que el socialismo no hay dicho hace rato), y hay gente que lo encuentra una idea novedosa, fíjate. Entonces las fuerzas productivas se agrupan en pie de guerra y ordenan el naipe: no nos confundamos señores, una cosa es repartir cajas de comida y otra bien distinta es repartir utilidades, excedentes, riqueza, entonces no es un tema de altruismo y pucha que quedó claro.

El concepto de bondad lo usa el mercado que hace publicidad solidaria ahora ya no para el día de la madre, sino para ¡¡el día de padre!!!. De verdad es impactante que las empresas no paran de ganar, basadas en esa falsa humanidad que intenta ser caritativa. Así, se está adaptando convenientemente al comercio a la emergencia, al amor, la familia, que lindo es compartir un ventilador mecánico y mirar a los pobres como tus hermanos.

Estos días han sido caldo de cultivo para pensar, pero Qué Hacer decía Lenin, ni siquiera tengo ganas de leer, apenas escribo, cocino y estoy cansada, la vida sin sociedad no es vida, no es sociedad sin diálogo, no es pensamiento sin pelea, y después de anhelar la casa acá estamos obligados a comerla cada día. Quiero absolutamente volver a salir a la calle, ir a la pega, hacer cosas visibles, tangibles con reconocimiento y conversación. La casa, el hogar, la reproducción simplemente me mató, lo reconozco y no me enorgullece en ningún caso y la lucha de clases sigue y seguirá en tanto no despertemos, pero ya lo dijo Recabarren hace más de cien años y las mujeres de Ranquil y Clotario Blest. Acá lo único circular es la historia que va y vuelve y en un son refundacional, volvemos a preguntarnos por el sentido de la vida y resulta que da dimos esa vuelta de manzana hace rato y acá estamos nuevamente con la lucha de clases tocando nuestras puertas sin saber dónde ir, por dónde empezar y cómo seguir…

 

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2 Comentarios

Anysur

Cual lucha, nos pone el pie encima y nos aplastan….podemos pensar, escribir; mas ellos son dueños y señores, jueces, legisladores, presidente y compañía…. Y la corresponsabilidad parenteral, tiene mucho que ver con la educación….en el colegio no les enseñan al genero masculino a ser compañeros de las mujeres, solamente del compañero de pichanga…. Ese es el modelo

J.A.

J.A.

Estimada , dejando de lado Recabarren, Lenin, Blest y otros próceres del club, creo que Ud. expresa lo que a mucha gente le pasa, y es que se olvida que en la casa somos un equipo, y si somos eficientes no hay recarga y como toda tarea compartida, tiene sus recompensas. En mi caso miro a mis hijos y a pesar de conversar tanto el tema , no hay aporte, no se entiende el mensaje. La empatía colaborativa dejó de ser un norte para mucha gente, pero al igual que mis cercanos , se han posgraduados en exigir derechos.