En una entrevista en Mega, el Presidente Piñera fue consultado por la información que la FACH dio a conocer sobre los vuelos oficiales realizados a China hace un par de semanas. El documento desmentía lo dicho por el hijo del mandatario, Cristóbal, quien señaló en un tweet que todos los gastos habían corrido por su cuenta. Ante esto, Piñera cambió el discurso señalando que todo lo costeable había corrido por cuenta de sus herederos, una vez más desviando el foco del problema.
Y es que lo que importa no es que Piñera haya viajado con su familia. Lo relevante de lo sucedido es que el Jefe de Estado sentó a sus hijos en una mesa de negocios con grandes empresarios chinos. Los puso como rostros comerciales de Chile sin explicación alguna, y sin que tuvieran otro mérito (¿se acuerdan del mérito?) que ser parte de la familia presidencial, enviando una señal política importante a los adinerados hombres del gigante asiático. Ese es el gran tema que no se ha querido tratar.Lo esencial de este caso está en cómo se usa el Estado para beneficios familiares y personales, como también en la nula separación entre lo público y lo privado de ciertas personas, castas o corrientes ideológica
¿Qué se ha hecho en cambio? Como siempre, se ha buscado responsables en el exterior. Se ha acusado malas intenciones de otras personas. Piñera se puso traje de víctima y trató de apelar a su condición de padre, al igual que lo hizo Bachelet y su círculo más cercano en el pasado; sin embargo, la diferencia está en algo muy importante: la expresidenta no exculpó nunca ni a su hijo ni a su nuera en el caso Caval. Lo hizo pésimo y no supo cómo sacar la bomba que se había instalado al interior de La Moneda, muchas veces no dando entrevistas, pero intentó separar su gestión de lo sucedido con Sebastián Dávalos, Natalia Compagnon y Andrónico Luksic. Esto el líder de Chile Vamos no lo podrá hacer por una razón bastante simple: él estaba junto sus hijos frente al gran empresariado chino. Lo vimos todos. Y no sería desproporcionado pensar que todo esto fue idea de la primera autoridad del país.
Lo esencial de este caso está en cómo se usa el Estado para beneficios familiares y personales, como también en la nula separación entre lo público y lo privado de ciertas personas, castas o corrientes ideológicas. Porque, aunque sean vistos como pragmáticos, los Piñera son ideología pura. Son los grandes exponentes del dogma del pragmático, de ese que no ve diferencias entre lo que es de todos o de algunos, ya que solo hay oportunidades. No hay instituciones ni protocolos, ni mucho menos formas para hacer ciertas cosas. Solo una opción para apostar y lograr el objetivo.
Y esto el gobierno lo sabe. Por esto es que centra el debate en lo de los pasajes, porque es más fácil de responder. Es cosa de ver Cecilia Pérez, quien ha recurrido a los gobiernos anteriores y a sus familiares, pasando por alto en lo que realmente importa, que es que todo el aparato estatal no fue más que un simple instrumento para que los que lo tienen todo, tuvieran más, accedieran a más cosas de las que ya tienen por haber nacido en el lugar que nacieron. Lo otro son explicaciones que sirven para medios de comunicación que no están interesados en hurgar más allá.
Comentarios
23 de mayo
La verdad no entiendo a Piñera, ¿Porqué tomar la impopular decisión de llevar a su familia a un viaje presidencial y además pagado por el estado? Los hijos están lo suficientemente grandes como para vivir su vida solos y tienen bastante dinero como para vivir cómodamente, pero, al fin y al cabo, la ambición los consume, su deseo de plata, negocios y poder es repugnante, como si quisieran establecer una monarquía con cada uno de sus miembros con un puesto político.
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24 de mayo
No hay mucho que entender, en esta sociedad el «ser oportunista» es una «cualidad» que se valora en Chile, el ser astuto es mal entendido como sinónimo de inteligente, lo contrario sería ser honrado o «tonto».
Algo similar se expone en la columna: Los Piñera en China: ¿qué nos queda cuando la elite pierde la vergüenza? por por Patricio Segura en el Mostrador.
24 de mayo
Por algo ha sido presidente 2 veces, y a los chilenios le es muy atractiva esa personalidad. Hasta le tenemos un dicho, la ocasion lo hace
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26 de mayo
Se ve como un error no forzado, poco inteligente, y dice mucho de la calidad y capacidad de los asesores, este tipo de cuestiones bastante infantiles son materia prima para festinar , para golpear bajo y duro, no sé si Piñera en su fuero interno piensa que todos lo estiman.
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