El Frente Amplio tiene sus raíces desde las universidades ya que sus principales líderes y fundadores son ex dirigentes estudiantiles, como por ejemplo Gabriel Boric, Giorgio Jackson, Nicolás Grau, entre otros. En un principio el Frente Amplio postuló ser una coalición de centro a izquierda (no de centro-izquierda) ya que querían acabar con el bipartidismo en Chile (Nueva Mayoría y Chile Vamos). Hoy con posición de una izquierda muy radical. Al ser, en ese entonces una nueva coalición con el respaldo de figuras reconocidas por la ciudadanía como Jackson y Boric, generó bastante expectación y llegaron bien encaminados a las elecciones presidenciales de 2017.
La candidatura de Beatriz Sánchez obtuvo el tercer lugar de las preferencias en dichas elecciones y el Frente Amplio obtuvo 20 diputados junto a un senador en las parlamentarias, resultado exitoso para en ese entonces una coalición recién naciente. Aquí viene el primer gran error del Frente Amplio: No llamó a votar por el candidato de la centro-izquierda (Alejandro Guillier) como si lo hicieron el resto de los candidatos (sin contar a Kast). Mala estrategia (para la izquierda), ya que en segunda vuelta Sebastián Piñera sale electo Presidente y gran parte de la ciudadanía alineada con dicho sector le entregó responsabilidad al Frente Amplio por no respaldar electoralmente en el primer momento a Guillier.Desde su llegada a la política, el frente amplio tiene más desaciertos que aciertos en sus 2 años y medio de existencia como coalición.
El segundo error que comete el Frente Amplio, instalados ya en la política nacional se debe a la falta de comunicación o de un discurso común entre sus partidos. La situación ocurrida en Venezuela generó una tremenda división al interior de la coalición entre quienes consideraban que Maduro es un dictador y quienes creen que hay democracia en Venezuela. Como por ejemplo Tomas Hirsch (PH) señaló en enero: que «Maduro podrá gustarles a unos, pero es el Presidente electo de Venezuela» y el diputado Pablo Vidal (RD) señaló que en «Venezuela no hay democracia». Mientras que la líder del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, que en enero había esbozado escuetamente una crítica a Nicolás Maduro, esperó hasta el informe de Bachelet para expresar un total rechazo al dictador. Otra vez una reacción tardía del Frente Amplio.
Corrían principios de año y la noticia era la solicitud del Gobierno a Francia para la extradición de Ricardo Palma Salamanca (condenado como autor material por el asesinato del Senador Jaime Guzmán y prófugo de la justicia tras fugarse de la cárcel). La jóvenes diputados del Frente Amplio, Maite Orsini y Gabriel Boric, viajaron a reunirse extrañamente con Palma Salamanca. Al consultarle por el ex frentista a la diputada de RD señaló que “yo no estoy convencida (de la participación de Palma Salamanca en el asesinato de Guzmán) No lo sé. Él dice que no.»
Como si no fuera poco el descarte y la bajada de perfil que le dió el Frente Amplio al asesino de un Senador en democracia. Se difundieron videos de Boric burlándose y usando una polera con una imagen de Guzmán baleado en la frente, mofándose de su asesinato, sabiendo la controversia y división política que aún genera. Una inmadurez que le cuesta hoy a Boric el «respeto ciudadano» que alguna vez ganó.
Para las elecciones parlamentarias de 2017, sorpresa generó la elección de Raúl Alarcón (conocido popularmente como Florcita Motuda) y Pamela Jiles. Los dos son conocidos por su relación con el «espectáculo» y la televisión más que por la política, y se ha notado claramente, ya que han sido un verdadero desastre, sobretodo el primero que se vistió de Gatúbela (o algo así) para la cuenta pública 2018, que puso en riesgo la soberanía de Chile señalando que Bolivia merecía una salida soberana al mar, que en plena comisión de la cámara de diputados le declaró su amor a la ministra Cecilia Pérez (en una broma fuera de contexto) y que se le suman a las críticas que le hacen sus propios colegas sobre su trabajo legislativo.
Respecto a Jiles ha sido un verdadero dolor de cabeza para el Frente Amplio, ya que la diputada humanista ha incurrido en una especie de fuego amigo, criticando extrañamente a la gente de su misma coalición. Acusó a Boric, Jackson y Crispi «de agradar al gobierno y a los directores de las encuestas» además golpeó a un diputado del oficialismo en plena cámara. En resumen un tirón de orejas para el Frente Amplio sobre la calidad de sus representantes parlamentarios .
Todo lo anterior nos devela la carencia de un discurso unitario, una tremenda desorganización y falta de experiencia política, de un sector que prometía hacer un cambio estructural pero hoy es parte del montón. Desde su llegada a la política, el frente amplio tiene más desaciertos que aciertos en sus 2 años y medio de existencia como coalición.
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