Setecientos carabineros para enfrentar al crimen organizado. Chile no necesita más mártires.
La violencia desatada que se vive en Santiago, el norte y el sur no corresponde a simples delincuentes, es crimen organizado y tráfico de armas: un fenómeno criminal en expansión que no se soluciona con más Carabineros, además mal equipados para enfrentarse a una turba de delincuentes armados o a un ataque en la zona ssur.
Entre las muchas medidas que aún no se han adoptado con la rigurosidad que se requiere y que está al alcance del gobierno, es el decomiso de las armas de las calles y las casas. Estas medidas ya se han hecho en otros países y han resultado ser efectivas junto a otras como establecer un ordenamiento jurídico que sancione duramente a los traficantes, portadores y a quienes se dediquen a la fabricación de armas ilícitas.Si sólo se ponen medidas de contención, pobres y sin valor real en la detención del delito, la violencia será imparable
«Un país sin armas» podría ser perfectamente un título consagrado en la nueva Constitución que abogue por el derecho a la paz, la armonía y el derecho a la vida de todas y todos los ciudadanos. Si seguimos aplicando paños tibios, dentro de poco Chile no sólo tendrá un número importante de armas en manos de delincuentes, sino que además afectará gravemente el crecimiento de la economía y retraerá la inversión.
Si sólo se ponen medidas de contención, pobres y sin valor real en la detención del delito, la violencia será imparable. En menos tiempo del que imaginamos, si no ocurre ya, todos llevaremos un arma, unos para cometer delitos, ajustar cuentas, cobrarse deudas del trafico de drogas y otros para defenderse o aplicar la justicia por su mano.
Si las autoridades controlan de una vez las armas en poder de los delincuentes, también se evitará el control de las calles y del territorio por mafiosos, cosa que quedó en evidencia en el triste desenlace del caso de la calle Meiggs el pasado 1 de mayo.
Pensar en hoy, es tarde, se trata de una obligación que debe cumplirse con máxima prioridad.
Cabe recordar que, en la violencia, hay muchos elementos que convergen para acrecentar el problema, los ya mencionados anteriormente, la inmigración descontrolada por falta de control de las autoridades y el hacinamiento producto de una llegada masiva de personas que nadie controló, ni controla y en las que muchas veces pagan justos por pecadores.
Finalmente la delación del deber de uno y otro gobierno, da igual el color político, acaba enfrentándonos los unos contra los otros y en ese descontrol gana el crimen organizado. Lo cierto es que para mejorar la sociedad en la que vivimos participamos todos, ciudadanía, poder judicial, policías, gobierno, todos los agentes sociales desean salvar al país de convertirse en otra Colombia o en otro México.
Comentarios
09 de mayo
Es solo para desarmar a la
Población que hoy puede protegerse…ya lo hicieron venezolanos y mexicanos…solos narcos y gobierno usan armas y sin contrapeso hay más muertes en la s calles
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10 de mayo
Gracias por leer el artículo, agradezco su opinión.
El objetivo de todos los ciudadanos siempre debiera ser el bien común por eso vivimos en una sociedad y por tanto si no queremos que nos disparen tampoco debiéramos querer que disparen a otros. En tal caso y mirando por el bien común un país sin armas es posiblemente la opción más razonable.
Entendiendo que aquellos que usan armas por cuestiones de seguridad nacional como las distintas policías y el ejército deben cumplir rigurosamente con lo establecido por la ley en cuanto a su uso.
Un saludo,