La semana pasada escribí sobre los tropiezos de la Nueva Mayoría (NM). En esta ocasión lo haré en torno a la coalición de la derecha, o centro derecha, como prefiere denominarse ChileVamos (ChV).
Si nos atenemos a las principales fuerzas que la componen, la UDI y RN, llama la atención que el grueso de sus principales figuras, han estado en el tapete noticioso, no precisamente por sus méritos, sino que en razón de estar investigados, condenados, formalizados o imputados por actuaciones non sanctas. Ahí están los casos de cohecho, boletas falsas, enriquecimientos ilícitos, negociaciones incompatibles, lavados de activos, fraudes tributarios. En este campo la derecha corre con ventaja, encabezados por la UDI con un senador desaforado (Orpis) y un exsenador condenado (Novoa), amén de otros dirigentes de primera línea, todos vinculados al gobierno de Sebastián desde el 2010 al 2014.
A pesar que Sebastián acapara las portadas y los minutos de los medios de comunicación masivos, lo concreto es que no obstante su intenso despliegue y las dificultades internas de los partidos de gobierno, en las encuestas no ha logrado atraer a más allá de un cuarto a un tercio de la población.
Mal que mal, en las elecciones presidenciales pasadas, por mucho menos de los delitos por los cuales se le imputa actualmente a Sebastián –uso de información privilegiada, participación en negociaciones incompatibles y existencia de gran parte de su fortuna invertida en paraísos fiscales-, la UDI bajó a Golborne y levantó a Pablo Longueira, tan solo para evitar que las primarias fuesen ganadas por Allamand. Una vez logrado su propósito, un súbito estado depresivo de Pablo forzó a la UDI a nominar a Evelyn, cerrándole así el paso a Allamand.
"Si bien su figura pareciera incombustible, en orden a que no le entran balas por más denuncias que se le hagan por los más diversos conceptos, no se descarta que sus múltiples conflictos de interés, los que se han hecho extensivos a su familia, le terminen pasando la cuenta."
Por lo expuesto sorprende que el grueso de las apuestas estén puestas en Sebastián, así como que la derecha le dé la espalda a Ossandón, quien fuera un exitoso alcalde en dos comunas, Pirque y Puente Alto, y que postula asegurando tener las manos limpias y poder pasearse por la calle con la frente en alto.
Quizá esto explique que José Antonio Kast esté corriendo por fuera, esto es, no participando en primarias. En una de esas es la carta bajo la manga de la UDI para dejar caer a Sebastián, si así lo aconsejan las encuestas, las imputaciones que se le hacen, y/o las circunstancias.
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Anibal
La gente de derecha en este país tiene que dar el ejemplo a la sociedad, tratando de ser personas con virtudes. Por eso tenemos que votar por Jose Antonio Kast o Manuel Jose Ossandon. Son candidatos decentes.
Jose Luis Silva Larrain
Si el electorado castigara a los turbios de las cúpulas quizá estas últimas tendrían una moral distinta. Eso nunca ocurrió, desgraciadamente el sector de la derecha al final se contagió de tanta corrupción que llegó con la vuelta a la democracia, desde el desmalezamiento de la ENAP, sobresueldos, MOPGATE, etc. Nunca el electorado castigó nada, fíjense que hay organizaciones como la digider tuvo que cambiar de nombre de tanta corrupción, después se llamó chiledeportes que también cambió de nombre por lo mismo, etc.. hay que ser honestos: con la vuelta a la democracia, protagonizada por una concertación tan corrupta, se creó una cultura de ladrones en la que al final todos los sectores sucumbieron. Este turno de ahora con lo del “PS S.A.”, antes la pensión de la señora Olate, antes caso caval, etc.. etc.. el electorado tampoco lo castigará porque el electorado nunca castiga a frescos con los votos, punto. Y por eso tenemos estas cúpulas corruptas, la culpa no es del chancho como dicen.
Respecto a la pugna electoral dentro de la coalición, quizá lo único útil de que hayan primarias es un oportunidad de que la derecha se muestra al país, pero fuera de eso, para que estamos con cuentos, no hay contrapesos. Hasta los mas críticos del señor Piñera no vemos por donde se puede contrapesar y solo se ve conformismo.
Saludos cordiales